Programó anoche la familia Conde en Torremolinos una velada de cante y toros. La voz de Arcángel, la guitarra de Miguel Ángel Cortés, la percusión de Agustín Diasser y los coros de Las Mellis y Macarena de la Torre fundieron sus sonidos con el toreo embrujado de Javier Conde y la elegancia de César Jiménez, que sustituía a Aparicio. Dentro del orden natural de la tauromaquia moderna, esta forma de fusión determina una concepción distinta de vivir la fiesta.
FICHA:
Plaza de toros de Torremolinos, 14 de agosto de 2010. La noche distinta.
Se corrieron dos toros de Apolinar Soriano para rejones, primero y cuarto, que fueron colaboradores, primero rajado en tablas. Y cuatro toros de Román Sorando, desiguales de presentación, cómodos de cabezas, sexto burraco mejor puesto, que fueron manejables, mejores quinto y sexto, aunque casi todos se rajaron al final de las faenas. José Antonio Mancebo, rejoneador malagueño, pinchazo, otro defectuoso, y dos pinchazos más tropezando al caballo, Ovación que saluda. Pinchazo y otro hondo, oreja. Javier Conde de morado y azabache, pinchazo y media arriba, oreja. Media buena, dos orejas. César Jimenez que sustituía al anunciado Julio Aparicio, estocada, oreja. Estocada caída, dos orejas.
José Antonio Mancebo, sobrino nieto del gran Mancebo malagueño, es un chaval que puede ser gente en esto. Tiene una magnifica cuadra de la que hizo gala en la noche de ayer, en la que destacan los caballos angloárabes, banderillea con un árabe alazán y mata con una yegua, Guita, muy puesta, valiente y decidida que en el cuarto se echaba materialmente en los pitones del toro, que estaba pegado a tablas. Es verdaderamente un espectáculo verla matar. Decir que Mancebo practica un toreo ortodoxo alejado en cierta medida de las normas modernas impuestas por Hermoso y ahora Ventura, y que como clásico asienta su tauromaquia en darle las ventajas al los toros y sortear sus acometidas con las cabalgaduras. Habrá que seguir su trayectoria a este joven rejoneador que hace un año tomó la alternativa en Antequera de manos de Pablo Hermoso de Mendoza.
Javier Conde tuvo una noche inspirada. Con su primero de medias arrancadas aprovechó en lo que pudo las primeras acometidas, hasta que se paró, y con el quinto ligó bien las series, muy despacio y con ese estilo particular y peculiar que le ha puesto en el sitio que se encuentra, el toro fue bueno hasta que renunció a la pelea yéndose a tablas.
César Jimenez que sustituyó a Aparicio que no pudo comparecer, al ser víctima en el hotel de Torremolinos, de un ataque de histeria, se desquitó de no haber podido hacer el paseíllo en La Malagueta por la tarde, brindándonos una aseada faena en el tercero ya que el toro se fue pronto a tablas, asistiendonos de unos estéticos naturales antes de rajarse el de Sorando. En el sexto toreo bien, sin embargo qué bueno sería este torero si cuajara en la ortodoxia del cite y se dejara de la perfileria atendiendo más al cruce poniéndose de verdad y pasándoselos cerca. Es un torero estético y elegante que está tardando demasiado en encontrarse, y en verdad, de lo que hace a lo que debería hacer solo le hace falta un pasito de decisión a la pureza.
¡Aquí paz y allí gloria!
2 comentarios:
Otro gran error de la empresa de la Malagueta, el no poner a Mancebo en lugar de Rui Fernándes.
Le hubiera resultado más barato y habría aumentado la asistencia de espectadores.
Pero como esta UTE hace los carteles con el trasero en vez de con la cabeza, ocurre esto.
Saludos
Bueno...! será por lo del paisanaje. No sé como tiene nadie valor de pensar en quitar a un torero para poner a otro?
Mancebo es un buen rejoneador al que ya vimos en Atarfe. Tiene una gran cuadra con mucha sangre y Guita gana el pitón y se queda en la suerte como ningún otro caballo de las cuadras de las figuras.
Creo que Guajiro, de banderillas, lusoárabe negro careto, fué el caballo mejor clasificado de ese certamen.
Es una temporada dificil. Lleva razón en que puede ser alguien.
Saludos de Yuntero
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