HIERROS, SEÑALES Y DIVISAS
Cuando la cría ha cumplido más de siete y menos de doce meses, el ganadero procederá a identificarla teniendo en cuenta la normativa legal vigente. Ha llegado el tiempo del herradero, que se hace a fuego sobre la piel del animal. Tradicionalmente los mozos fuertes de la ganadería, invitados y allegados, suelen tumbar a la res para colocar los hierros, y en la actualidad se utiliza el cajón de manejo que es más rápido, seguro y moderno.
El ganadero realiza cuatro operaciones de herrado: El guarismo. El numero de orden. La marca de la asociación. El hierro propiamente dicho.
El guarismo es el número final del año ganadero de nacimiento de la res. Por ejemplo, nacida en 2003, se pondría sobre la paletilla el numero tres. La finalidad de este guarismo es que todo aquel que vea ese toro sepa de una simple mirada en qué año nació y por tanto comprobar las edades reglamentarias de la lidia de la res, que son: para becerradas animales de un año, novilladas sin picadores o de promoción, de dos años, novilladas con picadores, de tres años y corridas de toros de cuatro hasta seis años. Que se incorporara el guarismo como marca fue una exigencia de la afición reivindicada por el crítico taurino fallecido Vicente Zabala, para evitar el fraude en la edad del toro.
Esta marca es de imposición moderna ya que nace cuando lo hace la ley Taurina, a consecuencia de que esta reconoce la igualdad de todas las ganaderías actuales, en contra de lo que con anterioridad se estimaba, que era que había ganaderos de primera, representados en la Unión, y ganaderos de segunda que pertenecían a la Asociación y de tercera a la Agrupación.
Otro de los signos externos de identificación y reconocimiento de las reses son las señales que se le practican a los animales en las orejas. Al igual que con los hierros, por la observación de la orejas sabremos identificar a la ganadería que pertenece el toro. No obstante la practica de estas señales, hemos de anotar que la afición no suele recordar estos signos externos tanto como los hierros o las divisas. En realidad con las nuevas normativas de identificación del ganado mediante crotales seria innecesario las cruentas señales, pero la tradición aún se mantiene sobre todo porque el ganadero considera que al practicar el corte en una de las orejas o de las dos, se ayuda al becerro a descongestionarse del estrés del herradero.
Algunas de las señales más usuales son:
Orejisana. A la que no se le practica ningún tipo de incisión.
Zarcillo. Como si colgara de ella un pendiente.
Rabisaco. Incisión a modo de escuadra hacia abajo.
Hendido. Solo un corte.
Muesca. Un trocito en forma de arco.
Despuntada. Solo se corta la punta.
Aquí significamos la de Partido de Resina, de celeste y blanco y la de Miura que caso curioso y único, utiliza dos. Cuando lidia en la plaza de Madrid lo hace con los colores verde y negro y cuando lidia en provincias lo hace con los colores verde y grana. El motivo de esta curiosidad arranca de la coincidencia de colores con otras ganaderías. Plácido Comesaña, Antero López y Casimiro López Puente, decidiendo por consiguiente cambiar el grana por el negro. Sin embargo tras la muerte de Pepete cuando comienza la leyenda negra, se corrió la voz de que el color negro había sido por aquel trágico suceso.