28 febrero 2023

ENRIQUE GIL CALVO. REFLEXIÓN SOBRE LAS CORRIDAS. TEATRO O DEPORTE. CATARSIS.


 

27 febrero 2023

Gran inicio de temporada para el diestro gaditano David Galván que suma un nuevo triunfo.



 Arcos de la Frontera (Cádiz). 

Festival benéfico. Novillos de: Fermín BohórquezToros El Torero, premiado con la vuelta al ruedo, Santiago DomecqLa PalmosillaSalvador DomecqTorres Gallego y Gavira. El rejoneador Ferrer Martín, dos orejas; Octavio Chacón, dos orejas y rabo; Pepe Moral, oreja; David Galván, dos orejas y rabo; los novilleros Germán Vidal “El Melli”, dos orejas; Mario Sánchez, dos orejas; y el novillero sin picadores Ángel Pérez, dos orejas. Entrada: Casi lleno.

Dos orejas y rabo para David Galván en su inicio de temporada.

Con un casi lleno en los tendidos, comenzaba la tarde en el Festival benéfico de Arcos de la Frontera. David recibió a su oponente de la ganadería de La Palmosilla a la verónica con mucho temple y compás. Ya con la muleta inició faena por doblones por bajo de gran calado en los tendidos. Faena a más en la que David se impuso a su oponente, un animal tecloso al que exprimió por ambos pitones. Mató de media estocada y su labor fue premiada con los máximos trofeos.  

24 febrero 2023

PROTAGONISTAS DEL TOREO: César Rincón 5

 


JULIO CESAR Rincón.

 Nació en Bogotá (Colombia), el 5 de septiembre de 1965. El 15 de agosto de 1979 se vistió por vez primera de luces en Cali (OTROS EL 6 DE ENERO DEL 78 EN SANTA FE DE BOGOTÁ UN TRAJE HECHO POR SU MADRE). Debutó con picadores el 25 de diciembre de 1980, también en Cali (OTROS EL 13 DE AGOSTO DE 1980 EN BOGOTÁ). El 9 de agosto del 81 torea por vez primera en España en Valdetorres (Badajoz). Tomó la alternativa en Bogotá (Colombia), el 8 de diciembre de 1982 de manos de Antoñete, con un toro de Vistahermosa, en presencia de Manzanares. Confirma la alternativa el dos de septiembre de 1984 con toros de Leopoldo y Aurora Lamamie de Clairac de manos de Manili y de testigo José)À Luis Vargas.

El 20 de mayo de 1990 y al siguiente día consigue traspasar la puerta de Madrid. Hacía tiempo que no se veía torear con esa pureza de los orígenes, con el sentido de las distancias y los comprometidos terrenos. Después de San Isidro triunfó en la Beneficencia, a hombros también junto a Ortega Cano, los toros de Samuel Flores. Y la feria de otoño con un toro colorao de Moura. Cuatro puertas Grandes en un año. Un record.

 La CUADRILLA DEL 92 Y 93.

 APODERADO: LUIS ÁLVAREZ

MOZO ESPADAS: LUIS CARLOS CARRIÓN.

PICADORES: Martín del Olmo Rueda y Anderson Murillo.

BANDERILLEROS: Juan Montiel, Rodrigo Arias "Monaguillo de Colombia" y Manuel de la Liz Rivas.

 

 EL TAURINO Gráfico À 16.1991.(Por J.M.Puente Ricoy)

 

Á Madrid 21 de mayo....Llegó el colombiano Cesar Rincón y levantó esta feria...El maestro de Colombia lo puso todo: Sabiduría, inteligencia torera, rápida intuición y dominio, además de un valor a toda prueba ante los bravos....Al sexto se lo llevó a los medios, donde el torero supo cruzarse con el y templarlo en maestro, hasta someterlo, corrigiéndole la forma alta de embestir, para fajarse con el toro en largos y lentísimos naturales, rematados con los de pecho en un recorrido de superficie total. Con la derecha se traía al toro desde lejos para terminar con una enorme quietud la perfecta hermosura de los redondos, finalizando con bella y clamorosa tanda de naturales en los medios; media estocada al encuentro acababa con este Ibán que le valía a Cesar las dos orejas y la salida triunfal en hombros...

 Madrid 22 de mayo

...La faena al sexto fue completa, marcando perfectamente las distancias, ligando pases en el centro y suntuosos adornos con magníficas trincheras, así como las series largas, lentas, lentísimas de naturales, o con la derecha, dejando al Murteira llegar desde lejos para finalmente aplicarle una bella y fulminante estocada...

 Málaga 18 de agosto.

(Por Agustín Hervás).

...Vino, vio, pero no venció. Con un flojo encierro, aunque bien presentado, de José Luis Osborne, estuvo Cesar Rincón valientemente discreto con el tercero y no se dio coba en el sexto...

EL TAURINO GRAFICO 18 1993.

 Por M.R. "Manolete"

Feria de Sevilla 1993.

...su triunfo tuvo el elevado precio de una grave cornada en el mismo momento en que doblaba su anatomía sobre el astifino puñal, cuando recibía a Fugitivo... en la suerte suprema...la faena fue más vibrante que acompasada. El toro (Núñez del Cuvillo) encastadísimo y fiero, se arrancaba de lejos galopando y repitiendo incansable...

  

6 TOROS 6. 27.

LAS VENTAS, Otoño 93.(Por Paco Aguado).

El Puerto /Vázquez/Rincón/Higares.

 En la apuesta de César Rincón había algo más que su prestigio venteño, mucho más: mantenerse en su situación tan privilegiada del figura del toreo tras una durísima temporada de cornadas, enfermedades, percances y esfuerzos por mantener el ritmo de los jóvenes toreros con mayor facilidad para el éxito. Cesar se sabía en tiempo de prórroga, en medio de una injusta interrogación sobre su fondo, y disipa todas las dudas como siempre lo hicieron los grandes del toreo. Triunfa a golpe cantado... La compensación del azar había hecho justicia porque ese primero tuvo peligro y planteaba una ecuación imposible al sumársele el fuerte viento que obligaba a poderle en las tablas. Tal vez en los medios, o en el tercio, el toro se habría acobardado. En la madera el animal se sintió fuerte, solo que Rincón esta vez fue una torre inexpugnable que, como las del ajedrez, atacó siempre en la rectitud del toro, frente por frente, dando el corazón a la violenta embestida que más de una vez amenazaba con partir en dos los profundos y bordados cimientos de aquellas almenas. De uno en uno o a pares los muletazos, pues al tercero el toro evitaba la pelea franca para minar la torre por los tobillos, Cesar emociona  a Las Ventas con su entrega sincera y desgarrada. Y las ovaciones crujieron en cada cite, en cada cruce al otro pitón y en la resolución de cada embroque.

Rincón se la jugaba a conciencia y supo crear un clima de admiración como pocas veces se ha vivido en esta plaza, tan a menudo despreciativa. Y para que no se perdiera la fascinación del valor varios apretones del toro, derechos a ese corazón tan torero, advirtieron que el colombiano aún podía perder la batalla. El último ataque del bicho, en un ayudado por bajo, llevaba la maldita bala de la ruleta, pero la voltereta no tuvo más resultado que varias contusiones y una tonelada más de admiración sobre la arena. Cuando el toro capituló tras la estocada y el torero paseaba su oreja derecha, retumbaron las tejas de Las Ventas con la ovación más sincera de la temporada.


EL RUEDO 122 19/10/93

Por Marisa Arcas.

"...la constancia, el sufrimiento y el sacrificio han sido las claves de mi éxito. Porque jamás me regalaron nada. Eso lo tengo muy presente cada vez que sale el sol...Han jugado demasiadas veces con mis sentimientos. Ahora me cubro mi corazoncito con una coraza. Y eso no me hace un hipócrita...don Luis Álvarez y yo no tenemos contrato, porque no lo necesitamos. Un papel se puede romper, pero no el amor que nos tenemos...Puedo presumir de matar más toros en puntas que nadie. Mi apoderado no afeita porque se pasa las 24 horas del día conmigo. Y yo, Dios me libre no hago nada ilícito...Me la juego como si no tuviera ni un solo contrato. Lo cómodo sería cubrir el expediente, pero me siento incapaz de estafar al público...Me duele el alma que la gente me llame indio o sudaca. Aunque me resigno...No quiero hablar del asunto de Juan Montiel. Es un gran profesional y punto...

 

EL RUEDO. 123

 En Arles tuvo que medirse con un toro bronco de Domingo Hernández, al que sometía con una gran faena basada en la mano izquierda.

 En Madrid Feria de otoño..revalida su título ...vino a por todas y aunque no pudo salir a hombros dejó patente la marca de la casa. En una tarde en la que el coprotagonista fue el aire, el colombiano sacó su temple y casta.

En la feria de san Isidro madrileña se juega la vida el día 7 de junio con un encierro de Baltasar Ibán y un remiendo de dos de Victoriano del Rio. Con el segundo de la tarde un toro encastado que no renunciaba a la batalla en los tres tercios y que le trajo en jaque consiguió el colombiano remontar la pelea y tras ser empujado, revolcado y magullado, en lucha cuerpo a cuerpo, toro y torero pudo dar fin a la pelea entrando a matar, casi en trance de desesperación, y tras introducir el estoque en el animal rodar ambos en la arena de las ventas, muerto el toro, herido el torero.

Alternaron con él aquella TARDE Emilio Muñoz y Juan Mora que nada quisieron hacer.

 El día 4 de marzo se viste de goyesco en la plaza de Medellín (Colombia), para matar en solitario seis toros. Cortar tres orejas. Se celebraba el 50 aniversario de esta plaza.

 En el 95 revalida su liderazgo de rey en las plazas francesas de Dax, Beziers y Bayona.

 1996

Para Rincón fue nefasto, todos los tuertos del planeta le miraron y tuvo una difícil temporada. No lo pusieron en Castellón ni en Valencia. En Arles pese a no fracasar no triunfó a lo grande con seis toros. En Sevilla no le rodaron bien las cosas y a Madrid no pudo acudir porque entrenando en casa de los Lozano sufrió un accidente en una rodilla que le fastidió toda la temporada.

 1997

 Medellín, lunes 24 de febrero de 1997

 César Rincón, triunfador de la Feria.

 El diestro colombiano César Rincón fue declarado triunfador de la Sexta Feria Taurina de La Macarena al ganar el trofeo Página de Plata de EL COLOMBIANO, galardón oficial de la temporada taurina de Medellín.

 La siguiente es el acta del jurado que premió al matador colombiano César Rincón como el triunfador oficial de la Sexta Feria Taurina de La Macarena:

"El jurado que tuvieron a bien nombrar las honorables directivas del Periódico EL COLOMBIANO, para elegir la mejor faena durante la Sexta Feria Taurina de La Macarena, de la ciudad de Medellín, se reunió el día 23 de febrero de 1997.

 Fueron analizadas las actuaciones más destacadas de los distintos matadores y, finalmente, concluyeron por mayoría escoger como la mejor faena de la Feria, para otorgarle el trofeo Página de Plata, a la ejecutada por el diestro colombiano César Rincón, realizada el día 22 de febrero de 1997, en la sexta de abono, quinto toro de la tarde, de nombre Chucero, marcado con el número 16, que pesó 494 kilogramos, perteneciente a la ganadería española de Torrestrella.

Rincón hizo una magistral labor, durante toda la lidia, tanto de capa como de muleta, colofonada por una gran estocada.

Resaltamos el éxito general de la Feria, pletórica de grandes faenas, destacándose, fuera de la ganadora, las ejecutadas por el diestro español Enrique Ponce. También, los excelentes encierros españoles y las destacadas actuaciones en el tercio de varas, especialmente las del picador Anderson Murillo.

El jurado agradece al Periódico EL COLOMBIANO por el honor y la confianza depositada para tan importante misión.

 Firmado,

 Silvia Peláez de Restrepo. Rodrigo Villa Galvis. Humberto Vázquez Uribe. Alberto Mesa Vallejo. Tulio Gámez Tapias"

 

Medellín, lunes 24 de febrero de 1997

 EL COLOMBIANO

Toros

 

Cierre feliz por Rincón y Torrestrella Interesante y encastado encierro español

Por J. Vega Bustamante

 Muy contenta salió la gente que llenó La Macarena en la última de feria. Vitorean al ídolo Rincón al que sacaron por la puerta grande y aplaudían al ganadero español Álvaro Domécq quien envió un encierro de lo mejor presentado que se ha visto en Medellin.

Y es que cuando aflora la presencia y la casta del toro, se suscita la atención de principio a fin. El comportamiento del encierro español fue variado e interesante. Hablamos de casta, porque cumplieron bien con los caballos, incluso algunos como el primero excesivamente castigado, por lo cual se paró pronto. Destacados los corridos en 4, 5 y 6 lugares, o sea segundo y tercero de Barrera y el tercero de Rincón. Y fue que el español se llevó el mejor lote, puesto que su primero en el que no se confió, requería meterse más con él.

 

En el lote de Rincón, excepto el buen quinto mencionado, muy complicado su segundo, el berrendo castaño, que desarrolló sentido: lástima que su primero que muy bravo con el caballo, fue en exceso castigado, con el agravante de que en un derrote se estrelló contra el maderamen dio una vuelta que representaba un puyazo más. En síntesis, sin la bondad de los de Zalduendo, y aunque la gente esperaba más, la corrida de Torrestrella muy interesante para el aficionado que ve la corrida a través de la lupa del toro.

 TRES TOROS, TRES ESTOCADAS

 Este título resume la seguridad con que anda el colombiano con la espada. Sus toros fueron despachados de sendos estoconazos que los hicieron rodar sin puntilla. Su primero fue un toro que salió con mucho gas y se revolvía muy rápido con el capote. Tal vez por esto se le aplicó tan fuerte castigo, lo que en la faena de muleta influyó para que se aplomara pronto. César saludó del tercio y la verdad es que no se acopló muy bien con el animal.

 Su segundo, el berrendo castaño, con las dificultades del toro con genio. Se vencía por el lado derecho, por lo que prefirió torear por la izquierda. Al final, faena de aliño al pesado toro que se quedaba corto y calamocheaba. Volvió a saludar del tercio tras soberbio volapié.

 Pero en el quinto, el buen número 16, desde las siete y media verónicas con que le saludó se insinuó que algo grande estaba por llegar. Inicia su quehacer muleteril muy quieto y sereno al hilo de las tablas, para luego muy centrado buscarle la distancia precisa y deleitarnos con hermosas series de naturales dando el pecho. Se refugió del viento toreándole en el tercio del tendido nueve. Logró allí templadas tandas con la derecha en redondo y se adornó con temerario desplante. Más toreo por naturales que fue lo mejor de su faena. La plaza era un manicomio cuando se perfiló para matar dejando la estocada hasta la bola, para que al grito de torero, torero, y con las banderas de Colombia y Antioquia, diera varias vueltas triunfales al anillo de la plaza que vibraba casi en el paroxismo. Al final, con el ruedo entapetado de claveles, besaba la arena de este coso que le ha aclamado como al que más en su condición de mandón del toreo, quién sabe por cuánto tiempo aun. Dos orejas fue el premio de la presidencia y buena parte del público pidió el rabo para Don César del toreo.

BARRERA, INFERIOR A SUS TOROS

 Puede sonar duro este subtítulo, pero de acuerdo a la reseña de los toros que le correspondieron, ha sido la realidad. En su primero saludó del tercio tras estocada y descabello y haber realizado una faena fría de muleta en la que casi nunca se confió. En su segundo, no se quedó quieto en la faena de capa y con la muleta en los medios entendió que tenía un gran toro enfrente estando mejor que en anterior; lástima que no adelanta la muleta en la iniciación del pase, lo que de por sí es una ventaja. Pero es su estilo. Se prodigó por naturales que fueron musicados y luego adornos por manoletinas a un gran toro que se fue con muchos muletazos. Pinchazo, estocada y descabellos, para recibir aviso y dar la vuelta con exceso de generosidad de la gente.

 Al sexto, un señor toro, quizá el mejor para los de a pie, lo recibió atropellado con la capa. La faena de muleta fue variada, iniciando por estatuarios, cuando lo más indicado era hacerlo por bajo, a un toro con embestida alta. Después, faena sin mucha concatenación, eso sí muy variada, pues intercaló molinetes, pases de pecho, rodilla en tierra y sus peculiares pases de pie junto con gran frialdad que empero gustan a la gente. Dos pinchazos y media lagartijera, para que hubiera leve petición de oreja. Hasta vuelta para el toro pidieron, la que no se dio por no haber estado bien en el caballo. Pero de todos modos el que colofonó el buen lote de Torrestrella, merecía una muy superior faena.

 Ya habrá oportunidad en crónicas posteriores, de analizar en especial el comportamiento de los encierros de la feria, algunos indignos de una plaza de primera, como el corrido en la nocturna del viernes, más para una novillada de provincia.

 Medellín, lunes 24 de febrero de 1997

  EL COLOMBIANO

 Se sobró César, se sobró!

 Crónica sobre el quinto de la última tarde de feria.

 Por Reinaldo Spitaletta

 A esa hora de la tarde, ya César había lidiado dos toros y el abogado Vicente Barrera, otros dos. Y más bien todo transcurría en medio de tacañas emociones y la esperanza de que en el próximo se desbordaran los olés y se subiera la presión por una faena de esas que se recuerdan más allá del cierre de temporada.

 Porque en los toros nada está previsto: el azar puede traer en su equipaje o la apoteosis o la aburrición. O a algún pájaro perdido en un ruedo, como ese que se vio, con sus alas disminuidas, el sábado en La Macarena. Sin más preámbulos, para el quinto astado de la tarde estaba reservada la memoria, y para Rincón toda la gloria.

 Y el quinto, Chucero de nombre, de 494 kilos, buscó la luz, corneó los burladeros, se astilló el pitón izquierdo, dio varias vueltas al ruedo hasta que el capote de Rincón lo atrapó con un hechizo de verónicas, que los tendidos vitorearon. "Este será el toro de la tarde", presagió alguien. Y Rincón notó sus bondades y lo ofreció al público. Algo importante iba a pasar. La feria no podía acabarse sin la edición de una faena memorable. Rincón la inició con pases por alto, los pies muy juntos, el toro pasando y repitiendo la embestida, la gente alegrándose y luego aplaudiendo el remate de la primera tanda.

 Algo importante ya estaba pasando cuando Rincón  abrió una nueva serie con un molinete, continuó con un derechazo, pero el toro tenía una embestida cortica, a la cual el matador colombiano también le sacó partido. Vinieron más derechazos y entonces la plaza se fue calentando, y la temperatura siguió subiendo cuando Rincón toreó por naturales y la música silenciosa de la faena y la otra, la de los músicos, se regó por el ruedo.

Rincón volvió a citar al animal, tras dejarle tomar un reposo. La música del toreo que el diestro dirigía con su muleta, seguía sonando. Arriba, la trompeta que decía un pasodoble; abajo, la del torero. Y la del toro. Los dos acompasados, los dos reyes de un espectáculo que los tendidos premiaban con ovaciones.

Rincón le mostraba el pecho al toro, lo citaba de frente, le bordaba nuevos pases, lo iba dominando con su poder, en medio de la locura colectiva. Ahí estaba Rincón enseñándole al astado y este se dejaba llevar, obedecía al don de mando del torero.

 Tras una nueva serie, Rincón soltó la muleta y se plantó junto al toro, como diciéndole: "demuestra tu nobleza", y el animal, quieto, lo miraba, mientras la algarabía de los tendidos opacaba el solo de trompeta. Rincón fue hacia las tablas, se lavó las manos y cambió el estoque. La trompeta seguía sonando.

Volvió a torear por naturales y en los tendidos se desplegaron banderas de Colombia y Antioquia. La música cesó, un breve silencio envolvió la plaza, que se hizo añicos cuando Rincón dejó hasta el fondo el estoque. Chucero, de fina estampa, se desmadejó a los pies del torero, que lo señalaba con aire de triunfo. Se levantó de nuevo, un segundo, quizá dos segundos, y luego se desparramó en la arena.

 -Torero, Torero!, decía la unánime multitud.

Rincón , con las dos orejas del astado de Torrestrella, se llenaba de flores. Y de ovaciones. Y de collares de arepas. Y de gritos anchos de ¡torero, torero, torero!.

 Cuando Rincón fue a despedirse en la mitad del ruedo, con una bandera de Colombia y otra de Antioquia en las manos, la plaza cantaba: "Se sobró, César, se sobró!". Era la apoteosis. En efecto, algo importante había sucedido en la clausura de la feria de La Macarena.

 

22 febrero 2023

PROTAGONISTAS DEL TOREO: César Rincón 3

 


: (por Espinosa J.) -- No es cierto que se haya exiliado Rincón

 miércoles 15 de abril de 1998 16:38 p.m.

Gonzalo Rincón,  padre del torero colombiano César Rincón, declaró esta madrugada a la cadena de noticias "Caracol", que no es cierto que su hijo y su familia se hayan exiliado en Europa, para garantizar su seguridad, tal como lo declaró el torero a la revista francesa "Tendido".

Aclaró que Colombia está pasando por un mal momento, igual que otros paises, pero en ningún momento han declarado exilarse en ningún país.

Añadió que que hace una semana estuvo acá en Colombia de paso para México, donde debía cumplir  dos actuaciones.

Agregó que una hermana suya fué secuestrada hace algún tiempo, pero que ya recobró su libertad y se abstuvo de dar mas detalles

información por gentileza de nuestro amigo/socio en Bogotá, Germán Espinosa Jiménez


Asunto: (por_Espinosa_J.) Fecha: martes 29 de diciembre de 1998 14:19 p.m.

Con pezuñas rotas debutó la ganadería de César Rincón en Cali.

CALI - Colombia. Domingo, diciembre 27 de 1.999:  1ª de Feria.


Toros de la ganadería "Las Ventas del Espíritu Santo" de Julio César Rincón Ramírez, (encaste Domecq), divisa Amarillo, Azul y Rojo,  de buena presentación, sin fuerza, mansos (salvo primero y quinto), con promedio de 504 kilos de peso. Presentaron problemas de pezuñas partidas los toros lidiados en primero, segundo y cuarto lugar. 

Estuvieron presentes entre muchos otros, el ganadero Victorino Martín, los apoderados Luis Alvarez  y Victoriano Valencia,  los toreros españoles Julían López "El Juli", Miguel Abellán, Manuel Díaz "El Cordobés" con su esposa y el lusitano "Pedrito de Portugal".

Es el día de la alternativa de Alejandro Gaviria Cárdenas, bogotano, nacido el 23 de Octubre de 1.975, habiendo hecho su primera presentación en Enero de 1.995 y con caballos en la plaza de toros "La Santamaría" de Bogotá en septiembre del mismo año. Se convierte hoy en el torero número 112 del listado nacional.

Igualmente es el debut en la plaza de toros "Cañaveralejo" de de la ganadería "Las Ventas del Espíritu Santo" de propiedad de Julio César Rincón Ramírez, que pasta en Albán (Cundinamarca).   

Alejandro Gaviria Cárdenas, (primera comunión y plata): palmas y silencio.  Manuel Caballero (tabaco y oro): ovación y silencio. José Antonio "Morante de la Puebla" (celeste y oro): palmas y vuelta al ruedo.  

La plaza tuvo un lleno total (18.000 espectadores), en tarde nublada al principio y lluvia al final.

Reseña de los toros:

1) # 517 con 474 kg. "Fosforito",  castaño oscuro, bocinero, cornidelantero. 

2) # 405 con 510 kg. "Dominante", negro zaíno, cornidelantero, alto de agujas. 

3) # 500 con 486 kg. "Clavel", negro zaíno, bragado, aleonado, cornidelantero, cornicorto. 

4) # 508 con 500 Kg. "Cocinero", castaño oscuro, cornivuelto, astifino, bizco del pitón derecho. Se partiró la pezuña izquierda y fué cambiado. 

4 bis) # 318 con 570 Kg. "Viajero", castaño oscuro, chorreado en verdugo, cornivuelto, alto de agujas. 

5) # 407 con 490 kg. "Lulada", negro zaíno, corniplayero, bizco del pitón izquierdo. 

6) # 510 con 504 kg. "Afortunado", castaño, ojo de perdíz, bocinero, astiblanco, alto de agujas. El mejor presentado del encierro.

En la ceremonia de la alternativa, Alejandro Gaviria se las vió con un toro noble, falto de fuerza, al que recibió con serie de verónicas lentas rematando con media verónica.  Sufrío un resbalón cuando ejecutaba los lances. El toro se arranca de lejos al picador, pero no recarga. No tiene fuerza. El toricantano ejecuta cuatro chicuelinas ceñidas y remata con media verónica. El toro da vuelta de campana. Manuel Caballero le entrega los trastos de muerte con la presencia de "Morante de la Puebla" y se estrechan las manos. Brinda a su hermano en el tendido. Inicia faena de muleta con doblones y pases por alto. Serie de derechazos largos que remata con pase de pecho. El toro  se lesiona la pezuña izquierda y se vé obligado a matar, colocando una estocada completa en buen sitio y algo tendida. Dobla al segundo descabello, después de un intento. Aplausos del público.

Su segundo,  el sexto de la tarde, es recibido con lances a dos manos, verónicas lentas bajando los brazos, rematando con media vferónica. Recibe una vara prolongada. Brinda al público e inicia faena con buenos muletazos por alto, pases en redondo cuidando el animal para que no doble las manos. Ejecuta naturales ayudados y un molinete. Se adorna con manoletinas que el respetable aplaude. Le falta más alegría al torero, es muy serio. Mata de tres cuartos de espada tendida, después de tres pinchazos. 

Manuel Caballero en su primero, se las vió con un toro falto de fuerza que doblaba las manos. Le recibe con cuatro verónicas rematando con media verónica. Anderson Murillo coloca una buena vara que es ovacionada, obligando a destocarse. Le lleva a los medios con pases a media altura, le lidia con cuidado y mimo pues el toro se cae. Realiza una faena muy técnica ejecutando serie de naturales y derechazos muy suaves. Mata de una estocada hasta la empuñadura, en buen sitio, terminando con el descabello al primer intento. Su segundo, el cuarto de la tarde un toro manso que rehuye de los capotes. Le recibe con cinco verónicas suaves rematando con media verónica.

 El toro dobla las manos. Va al caballo y allí también vuelve a doblar las manos. Se inutiliza la pezuña izquierda y es cambiado. El cuarto bis, un toro distraído, le recibe con lances de tanteo suaves. Recibe una vara en buen sitio y persigue a los rehileteros. La faena de muleta la inicia con pases por alto, serie de naturales ayudados suaves y templados rematando con pase de pecho. Mata de estocada hasta la empeñadura algo tendida, seguida de cuatro intentos de descabello. 

José Antonio "Morante de la Puebla", debutante en "Cañaveralejo", se las entendió con un toro con un ejemplar falto de fuerza al que le ejecutó dos verónicas y lances de tanteo. No recarga al caballo y dobla las manos. El toro se lesiona la pezuña izquierda y se vé obligado a despachar con una estocada hasta la empuñadora que hace doblar inmediatamente al animal. Su segundo, el quinto de la tarde, lo lidia en medio de la lluvia que a esa hora arrecia. Recibe con verónicas de "pellizco" sevillano. El toro dobla las manos al salir del caballo. Brinda su ejemplar al público e inicia faena con pases por alto, coreados, llevandole al centro del ruedo.  Ejecuta molinete, derechazos inspirados re remata con pase de pecho.  Aplausos por su voluntad y se ordena la música. 

Mucha voluntad del torero al ejecutar ayudados por alto. El toro se para y entra a matar colocando tres cuartos de espada, algo caída y perpendícular que hace doblar al toro. Hay petición no mayoritaria de trofeos. Da la vuelta al ruedo. 

El mal de la pezuña:

Curiosamete tres ejemplares presentaron problemas en laz pezuñas, igual que sucedió en la tarde de ayer. Se especuló que puede ser un problema por el piso de la plaza u hongos. Preguntado el ganadero César Rincón, manifestó que le parece muy extraño y atribuye ese hecho al fuerte invierno que soportado el país, durante ocho meses. Los cascos de los animales se ablandan en medio del agua y no se fortalecen. Los veterinarios investigarán este problema.

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Anteayer, sábado 23 de Mayo/98, el diestro colombiano César Rincón resultó volteado al torear con la muleta su segundo toro en la plaza de toros deOviedo (España), en la cual alternaba con David Luguillano y Manuel Díaz"El Cordobés", con toros de Puerto de San Lorenzo.

Sufrió graves contusiones en el hombro y rodilla derecha, siendo trasladado al hospital general para un reconocimiento médico.

Posteriormente fué trasladado a la ciudad de Madrid para un tratamiento más delicado dada la gravedad de las lesiones y a la hepatitis que actualmente padece.

El doctor Juan de la Cerda intervendrá hoy Lunes por la mañana, en la clínica madrileña de La Milagrosa a César Rincón, como consecuencia de la voltereta que recibió anteayer en Oviedo. El hombro derecho del torero colombiano sufrió una fractura y una luxación. «La perspectiva de la
recuperación es de seis a ocho semanas», dijo ayer el cirujano.

Rincón no podrá torear el próximo 8 de junio en la corrida de Madrid, aplazada del pasado viernes 22 de mayo, en la que alternaba con José Miguel Arroyo "Joselito" y José Tomás.

Eugenio de Mora se perfila como candidato para la sustitución de este festejo aplazado.

Esta es la tercera vez consecutiva que el maestro César Rincón, se vé obligado a apartarse de los ruedos en la temporada española por causa de lesiones recibidas en desarrollo de su profesión.

Deseamos votos por su pronta y exitosa recuperación.


Germán Espinosa Jiménez  por Mundo Taurino


 


21 febrero 2023

PROTAGONISTAS DEL TOREO. César Rincón 2

 


 El País Digital. Lunes 16 junio 1997 - Nº 409

CULTURA. BARCELONA.

Rincón, un pedazo de torero

Núñez / Rincón, Ponce, Pedrito 

Seis toros: 1º y 5º de Joaquín Núñez del Cuvillo (deslucidos), 2º y 3º de Juan Pedro Domecq (excelentes) y 4º y 6º de los Herederos de Atanasio Fernández (mansurrones y violentos). César Rincón, silencio y oreja. Enrique Ponce, oreja y ovación. Pedrito de Portugal, vuelta al ruedo y aviso con aplausos. Plaza Monumental, 15 de junio. 

PAU NADAL , Barcelona 

César Rincón estuvo ayer hecho lo que se dice un pedazo de torero. Pasemos de puntillas por su primero, un toro mansurrón y con buen tranco, pero inválido y que aparentaba una descoordinación de sus funciones locomotoras. En el cuarto se tenía que ser muy torero para jugarse la vida con torería e inteligencia ante una res difícil, mansurrona y violenta, que medía al torero y se arrancaba impensadamente, y no precisamente con buenas intenciones. Pero ahí estuvo el Rincón de sus mejores y más heroicos días.

Citó de lejos, se quedó quieto, aguantó, mandó y ligó. En resumen, el toreo. Casi toda la faena tuvo que ser por el pitón derecho, pero el colombiano se puso también por el izquierdo, y hasta consiguió algún muletazo. De verdad, heroico y no habitual. Una estocada. ¿Una oreja solamente? Da lo mismo, la faena ahí queda. Tuvo que dar dos vueltas al ruedo.

Enrique Ponce estuvo pulcro, elegante y estético con su primero, y redondeó una bonita faena. No obstante, hay que decir que el toro de Juan Pedro Domecq era realmente extraordinario, aunque se apagase un poco al final de la faena. El toro galopó con alegría y se empleó mucho y bravamente en los engaños. Por ello extrañó que una figura como Ponce, que ve en seguida los toros y sabe lo que hay que hacerles con meridiana inteligencia, no se rompiese más con ese espléndido ejemplar, de nombre Lucido, que fue justamente ovacionado en el arrastre. En el quinto, después de lo de Rincón, lo tenía difícil. El ejemplar de Núñez del Cuvillo se empleó largo rato en una fuerte vara y luego se quedó muy corto y apagado en la muleta. Pero lo intentó; estuvo aseado y probó todo lo posible. Sin embargo, lo posible era poco: muestras aisladas de su buen gusto y brevedad con la espada.

Pedrito de Portugal, que sólo había toreado en Barcelona una novillada hace cuatro años, tuvo una presentación discreta como matador. Su primero, aunque se doliese en banderillas, también fue una máquina de embestir, pero había que someterlo y bajarle la mano, cosa que no hizo Pedrito, que se limitó a intentar un torero preciosista, que sólo pudo conseguir en algunos momentos. Sin embargo, su lancear y su inicio de faena, pasándose el toro por la espalda, en los medios, fueron muy vistosos. Al sexto, realmente deslucido, le hizo un buen quite por chicuelinas, y los inicios del muleteo, por bajo, tuvieron enjundia. Después, poca cosa. 


 6 TOROS 6 / Nº 176


CESAR RINCON. EN BUSCA DE SI MISMO 


Una figura en crisis, que se busca a sí mismo, que anda en el empeño de reencontrarse con su mejor versión, con el César Rincón que arrolló a primeros de la década. Han pasado desde entonces muchas cosas en la vida del colombiano. Pero sobre todo ha pasado el tiempo y han pasado otros toreros que le han relegado de su puesto de primera figura. 

También César ha pasado mucho: enfermedades, lesiones, la ruptura con Luis Alvarez y hasta problemas económicos. Las circunstancias en las que el colombiano afrontaba la temporada del 97 no eran, desde luego, las mismas que cuando rompió el toreo en el 91. Ni su situación personal, ni su situación taurina. Al maleficio de su temporada pasada, cuando todo se le volvieron pulgas, reaccionó César con un cambio de apoderamiento poco esperado. Y dejó a su "inseparable" Luis Alvarez para entrar en la supuesta comodidad de la casa Lozano. Pero en el toreo no hay sitio para el relax, ni más privilegios que los que los toreros se ganan día a día en el ruedo, ante el toro. 

El colombiano no ha faltado, lógicamente, a las grandes citas de la temporada, pero los resultados no han sido especialmente brillantes. Incluso Madrid, "su" plaza de Madrid, le trató bronca y ásperamente el día de su mala tarde del 2 de mayo, en el mano a mano con Ponce. Fue una cruel comparación y un cruel trato del que puede ser que derivaran todos los males de la temporada del torero de Bogotá, al que aquella tarde afectó sobre manera. 

Pero no por eso se pudo dar a César por vencido. Una figura del toreo tiene siempre, al menos, el recurso del oficio y de su pundonor para salvar los muebles en el sitio menos esperado. Y así, a los pocos días del fiasco madrileño, reaccionó en Floirac y en Nîmes, donde les cortó tres orejas a los "samueles". Y en Granada con la de Juan Pedro. Y hasta en el mismo San Isidro, donde no se reconoció como merecía su esfuerzo con un violento toro de Valdefresno. Pero con todo, aunque a su temporada no le faltaran contratos, sí que se le echaron en falta triunfos llamativos que dieran cuenta de la esperada noticia de que volvía por sus fueros. Y sólo en Francia tuvo el amparo suficiente para seguir sintiéndose figura. Al final, incluso, una cornada testicular en Talavera de la Reina le puso un tinte de sangre a una temporada dura por la lucha interior que mantuvo un torero en busca de sí mismo. El invierno y Colombia pueden ser su mejor brújula. 

Una tarde de matadores. Un Rincón es un Rincón 

 El País

Había que ver para creer. Era un Rincón legítimo. De esos que se cotizan alto en las bolsas de arte de Madrid y Bayona. Era un Rincón para colgar en la galería de lo que no se borra. En el extremo derecho inferior del cuadro se podía leer: 'César, enero del 98'. Por supuesto que era legítimo. 

Un Rincón puro se conoce por varias cosas. Primero, cita con la muleta adelante. No importa que, como en este lunes del Señor de Los Vientos, el aire haga del trapo una vela de navegar. O que, en principio, el toro parezca que sí o parezca que no, como el cuarto de ayer. 

El Rincón de los que hay en Las Ventas de Madrid o en la Monumental de Barcelona, o en Cañaveralejo, le puede a todo. De pronto carga al lado del crucifijo del corbatín la máxima aquella del Libertador: "y si la naturaleza se interpone...". La recuerdan. 

Y después de parar al viento, a parar y mandar al toro. Con muletazos de esencia, como los que pegó en esa serie con la derecha, la segunda. La marca de las zapatillas quedó ahí y habrá que traer un bulldózer para removerlas, son huellas eternas. 

Otras de las señales para distinguir un Rincón sin reparos, es que el tipo de la pintura está feliz. Mira hacia el tendido y le pregunta con los ojos si quiere más. La gente, que suele caer y recaer en la gula, le pidió otro trazo y el hombre les devuelve un tríptico.

Con naturales, uno de ellos espléndido, como el sol de los toros que tanta falta nos hará hasta el otro año. Y con circulares hechos al compás de su poder.

Un Rincón es un Rincón. También para matar. Y para cobrar las dos orejas que dizque le dio por pensar a la Presidencia. Ah, y un Rincón tiene a los pies tantos sombreros que uno no puede imaginar de dónde salen tantas cabezas. 

Santo Tomás, en estos tiempos hay que ver para creer. Y hay que ver con los ojos bien abiertos a José Tomás y entender los secretos de jugarse entero y no salir medio. 

Desde la chicuelina a su primero, un lance que parecía dos tallas menores por lo apretado que le resultó, hasta el volapié para intentar matar al último de la corrida; José Tomás se dedicó a dos cosas: a tallar piedras finas y a estar lo más cerca de la obra.

Quienes le auguran futuro, mienten. Lo que José Tomás tiene es presente de indicativo. Es una figura. Imberbe, paliducho, con la mirada joven de quien sale a ganarse la vida por primera vez. Pero es una figura. 

Dio cuatro pases en el tercero, su primero, para chuparse los dedos y pedir una tanda más. Y a veces vale la pena no mirar ni su muleta, ni mirarlo a él, ni mirar al toro. Mejor es fijarse en el norte de sus zapatillas mientras el toro anda casi 180 grados al frente. No se mueve un grano de arena. 

También venció al tornado que se vino sobre la plaza en el sexto. Mientras la libreta de apuntes se volvía una mariposa de papel de las que disfrutan los niños, José Tomás hacía magia para mantener planchada la muleta en medio de la ventisca. ¿Un truco de Copperfield?

Las orejas de los toros de Joselito no merecían irse en su envase original. Le sacó los pocos muletazos que tenía el segundo y lo hizo con la fuerza de su convicción torera. Un espadazo, de los excelentes que supo dar en esta Feria, puso el punto y aparte.

En el quinto, animal que saltó al callejón, el maestro de Madrid recibió los sabios consejos de Job para aguantar con tanta paciencia al tardo. Hubo faena y la esencia cayó a cuentagotas. La ovación fue la mejor despedida. No hubo vuelta al ruedo porque no gusta de darlas sin las orejas en la mano. Mejor, no sabe darlas así. 

¿Y los toros? Los murube de El Capea no tuvieron una buena tarde. Algunos flojearon, como el primero y segundo. Otros se fueron arriba, tercero y especialmente el cuarto. El quinto se apagó después de jugar al salto con obstáculos en las tablas y el sexto pidió que, por clemencia, le dejaran el trapo en la cara para saber por dónde debía ir. 

Fue una tarde de toreros. Con mayores o menores premios. El público se supo llevar los suyos: un Rincón legítimo, un Tomás que torea tan cerca como los santos que exigían ver para creer, y un Joselito a gusto consigo mismo, la esencia espiritual del artista. 

Copyright © EL PAIS. Cali. Colombia. 1996. 


Sábado 21 de noviembre de 1998 14:14 p.m.

César Rincón se probará en Sogamoso el 22 de Noviembre/98.

El torero colombiano César Rincón, indicó que reaparecerá antes de lo previsto, para torear  en un festival benéfico que se  realizarará en la ciudad colombiana de Sogamoso (Boyacá). 

En el festival actuarán Enrique Calvo 'El Cali', Jorge Herrera (quien ha reaparecido en los ruedos), César Rincón, César Camacho, Pepe Manrique y el novillero Paquito Perlaza, con ejemplares de la ganadería "Las Ventas del Espiritu Santo" . 

Este festival había sido suspendido el día 25 de octubre de 1.998, por no encontrarse el torero en plenas facultades . Manifestó que los médicos que le tratan después de su fractura en una pierna en la ciudad de Bilbao, indicaron que es aconsejable probarse y así lo hará, tomando la decisión si se presentará en la plaza de Quito.

El Torero espera reaparecer en plenas facultades en la feria taurina de Quito (Ecuador) actuando el día 30 de Noviembre de 1.998, alternando con Miguel Abellán y el ecuatoriano José Luis Cobo, con toros de la ganadería de Carlos Manuel Cobos. 

Germán Espinosa Jiménez  Mundo Taurino






20 febrero 2023

PROTAGONISTAS DEL TORERO: César Rincón I

 


CÉSAR RINCÓN 

Julio César Rincón- Bogotá (Colombia), 5.9.65 

Alternativa: Bogotá, 8.12.82. Padrino: Antoñete. Testigo: José María Manzanares

Confirmación: 2.9.84. Padrino: Manili. Testigo: Pepe Luis Vargas 

Temporada 1995: 66 corridas, 59 orejas 

Temporada 1996: 44 corridas, 35 orejas 

Apoderado: Casa Lozano


Rincón no estaba ahí 

Por: ANTONIO CABALLERO (Especial para El Espectador) 

No tuvo César Rincón su tarde el 2 de mayo en Madrid, en su mano a mano con Enrique Ponce. Y no la tuvo desde el primer momento, desde que le cambiaron, por blandito, a un bello toro mansón de Juan Pedro Domecq para sustituirlo por uno de Alcurrucén, muy distraído, que pegaba violentos tornillazos en busca de la cara del torero con sus impresionantes pitones de color caramelo. Malo fue ese toro de Rincón, y malo el siguiente, un “victorino” rápido en aprender que se volvió una alimaña, y malo también el quinto, un manso distraído de Samuel Flores que muy pronto se fue a dar coces en la querencia de toriles. Pero tampoco se ayudó Rincón a sí mismo cambiando su suerte a fuerza de decisión y de bravura, como lo ha hecho otras veces. No parecía Rincón. O, mejor, parecía que Rincón no estuviera en la plaza. Claro que el público –ese público de Madrid que lo llevó a la gloria– estuvo duro con él, desde que lo vio a la defensiva frente al incierto victorino. Pero es porque el torero no era el Rincón de verdad: el que conoce el camino de la gloria. 

Como de disfraces 

La corrida era goyesca. Es decir, con los matadores y sus cuadrillas disfrazados de arlequines retratados por Goya, con una media rematada en una borla embutida en la cabeza y unos vestidos absurdos de colores pastel, que en nada se parecen a la ropa que de verdad usaba la gente en los tiempos de Goya: es ropa, visiblemente, de tienda de disfraces. Y uno pensaría, en defensa de Rincón, que así no se puede torear, si no fuera porque Enrique Ponce también estaba disfrazado de majo goyesco y él sí toreó espléndidamente. Sus toros fueron mejores, en particular el encastado y nervioso victorino que cerró la tarde, y –algo menos– el mansote de Juan Pedro. A cada uno le cortó Ponce una oreja. Y si no pudo cortársela también al cuarto de la tarde, un manso de Samuel Flores que quiso huir saltando la barrera, no fue por falta de ganas. Ganas: tal vez fue eso lo que, más que la suerte en el sorteo de los toros, distinguió a los dos toreros del cartel del viernes: Ponce rebosaba de ellas, y Rincón no las tenía. Sin embargo, como sabemos ya, como sabe de sobra el mismo tornadizo y voluble público de Madrid, Rincón es Rincón. Un torero capaz de voltear las cosas cuando decide sacarse el corazón del pecho. Y en la larga feria de San Isidro tiene todavía otras dos tardes para hacerlo. 


Un festival para aplaudir 

Por: ANTONIO CABALLERO (Especial para El Espectador) 


En vísperas de la feria madrileña de San Isidro, se anuncia Rafael de Paula en un festival en Cubas de la Sagra, a un paso de Madrid, con novillos de Alcurrucén. Uno se ilusiona, claro: ver a Paula otra vez, aunque no haga nada. Pero el realismo advierte: Se caerá del cartel. 

Efectivamente, la víspera del festival, Paula se cae del cartel. Habrá que esperar a verlo en la feria de Jerez, si es que no se cae también. Pero entre tanto, en el festival torean Antoñete, Manzanares, Rincón, Julio Aparicio, Vicente Barrera y el novillero Eduardo Dávila Miura, nieto del ganadero de los toros terribles. (Se anunciaba también Pepe Luis Vásquez, hijo, tan fino, tan elegante, tan frágil de corazón: se cayó del cartel). De manera que uno va a verlos. 

Para todo el mundo 

Va todo el taurinismo de Madrid, y la placita portátil de chapa colorada está llena hasta las banderas. En el estrecho callejón no cabe un alma. Y salen los toreros, magníficos, de traje corto y sombrero de ala ancha: y el juego de los sombreros redondos con su gradación de tonos que van del negro catafalco al gris clarito, pasando por el verde, el pardo y el acero. Antoñete y Aparicio, que son toreros resueltamente urbanos, van de terciopelo negro con camisa de chorreras, como si fueran a torear vestidos de frac. Los otros parecen más camperos. Y Dávila Miura, que debe ser el más rico de todos, es el que va vestido con más pobreza: una chaquetilla que le queda estrecha, abotonada en el cuello para ocultar que su camisa no tiene una chorrera, ni una alforza; unos pantalones que le quedan anchos y le cuelgan en deslucidos pliegues, como si cada prenda se la hubiera prestado un vaquero distinto de su finca. Las polainas de cuero, en cambio, son de viejo y suave cuero inglés, flexibles como un guante: herencia de su abuelo, sin duda. Todos aplaudimos. A un festival se va a aplaudir. 

Y a repartir orejas. Una de su novillo colorao para el viejo maestro Antoñete, que torea muy molestado por el vendaval. A la antigua usanza, pide “¡botijo!”, para que le echen agua en su muleta. Pero, a la nueva usanza, su mozo de estoques no lleva el agua en un fresco y redondo botijo de barro, sino en un botellón de plástico, recalentado al sol. Oreja y vuelta al ruedo, mientras la banda de música toca entusiasmada sus grandes trombones, sus saxos y sus clarinetes, y el director la dirige con la espalda vuelta al ruedo pero el cuello torsionado para admirar a su paso las canas venerables del maestro. 

Para Manzanares, dos orejas. Se nota que no está “puesto”, y le cuesta torear, a él, que es la gracia misma. Pero mata de una muy buena estocada (él, que suele matar tan mal), y se gana dos orejas. ¿Por qué no? Sus peones las piden, riendo. El público las pide, aplaudiendo. El presidente las concede, dócil. Los festivales son para eso. 

Y dos más para César Rincón, que torea muy decidido, muy “en Rincón”, a cuatro días de su esperado mano a mano con Enrique Ponce en Las Ventas. Su novillo, casi un toro, es colorao, agresivo, y lo pican muy poco y llega crudo a la muleta, pero con buena embestida. Rincón torea como lo haría en Madrid, y mata de un estoconazo hasta la bola. Dos orejas. 

El que menos... 

Una sola se lleva Aparicio, tan indeciso y cauto como estuvo hace quince días en su corrida de Sevilla. Y el torito es incierto y cabeceador. Pero el torero hace algunas bonitas cosas sueltas, con el capote primero –una preciosa media verónica, una larga cordobesa para cerrar el quite– y luego con la muleta, ligando a veces, y a veces sin ligar. Oreja, qué caramba. 

Luego Barrera, inmóvil, como siempre. A su novillo casi lo mata el picador: una fuente de sangre. Pero es encastado y noble, y se crece en los medios muletazos inmóviles que Barrera le pega en todo el platillo del ruedo. Medios, pero magníficos muletazos, girando apenas sobre los talones como el pincho de un compás. Y hondos los pases de pecho, que son los únicos que Barrera da enteros. Una buena media honda tumba al novillo de rodillas. Aguanta, aguanta, y se vuelca de un golpe con las cuatro patas arriba. Dos orejas y rabo. 

Por la espada... 

Una sola, por matar mal, se llevó Dávila Miura, que sin embargo había toreado muy bien a su novillo grandote y cornalón, templándole con buen pulso las cortas embestidas que le quedaron después de una voltereta completa sobre los pitones. Si le bajaba la mano, se caía. Dávila insistía en bajársela, y se caía. Pero era un buen novillo, como lo fueron casi todos, con casta y con nobleza. También a ellos los aplaudimos mucho en el arrastre. Y otra vez a los toreros, cuando se retiraron. Y a los músicos. A un festival se va a aplaudir. 


 El País Digital. Lunes 19 mayo 1997 - Nº 381

CULTURA: CÉSAR RINCÓN • MATADOR DE TOROS

«Me pitan porque soy extranjero»

MIGUEL MORA , Madrid 

Tras 15 años de alternativa y seis de triunfal carrera española, César Rincón, el torero de Madrid, siente que su plaza empieza a tratarle injustamente. Su última aparición en Las Ventas, en la corrida goyesca del 2 de mayo, se saldó con los primeros pitos en una decena de actuaciones, y eso parece haber dolido profundamente al héroe que salió cuatro veces seguidas por la puerta grande y cortó siete orejas en ocho tardes de San Isidro.

Rincón toreará hoy los toros de Valdefresno y pasado mañana los de Samuel Flores, y dice que ha entrenado muy fuerte para su regreso a la plaza que lo encumbró a la gloria y la opulencia -«Toqué un trocito de cielo», dijo entonces- en 1991.

En tono entre crispado y cáustico, muy a la defensiva, pero entrando a todos los quites, el colombiano, de 31 años, deja claro que no se ha acomodado, que sigue exponiendo lo mismo de siempre y que muchos de los que le pitan «no entienden nada» o les influye el hecho de que es «rico y de otro país».

Hay gente que dice que se ha aburguesado usted, que ya no es el mismo.

Ah, ¿sí? ¿Y quién dice eso? Es verdad que en la goyesca no estuve bien, pero fue simplemente porque un toro no me embistió y el victorino era una alimaña. Humillaba, sí, ¿pero adónde? A los pies. Fue la primera vez que me pitaron en Madrid, y a nadie le gusta eso. Menos a mí, que me he dejado el alma y el cuerpo en esa plaza.

Ésa es precisamente la queja de sus partidarios, que no saca partido a toros parecidos a los que antes hacía faenas memorables...

¿Acaso se me ha ido a mí algún toro sin torear? Ni uno. Y a un torero acomodado, si le sale Bastonito (el sensacional toro de Ibán al que Rincón cortó una oreja en 1994 tras faena intensísima y tremendo palizón), le da dos muletazos y ya no lo ve más. Yo he triunfado mucho aquí y con toros muy distintos y difíciles, y me gustaría seguir triunfando, triunfar sin cesar. Pero ¿a cuántos toreros pitan en Madrid? A muchos. ¿Y por qué a esos nadie les busca las vueltas?

¿Cree que Madrid quita menos de lo que da?

Sí, creo que da más.

¿Y qué espera que le dé en las dos tardes de esta feria?

Voy muy ilusionado, muy preparado, supermotivado, con muchos deseos de triunfo y de que los toros ayuden un poco. Si ayudan como han ayudado en Francia...

¿Y si no ayudan?

Lo que no voy a hacer, desde luego, es decirle al toro 'déme usted una cornada y máteme para que la gente de Madrid se quede satisfecha con Rincón'. Aún no ha llegado el momento de cortarme las venas. Si sale un toro que quiere cogerme, y yo lo veo -y siempre procuro estudiar bien los toros cuando salen-, suicidarme no me voy a suicidar. No voy a ser yo el primo que haga esa tontería.

¿Sigue exponiendo lo mismo que antes?

Yo siempre he expuesto igual, hombre. Mi toreo es ése, exponer. Lo que pasa es que los enemigos son gratis. Y aunque uno crea que no hace nada para disgustar a nadie, hay mucha gente que te envidia, por ejemplo gente en el paro que dice 'mira ése, que es de otro país, lo rico que es y la finca y el coche que se ha comprado'. Y entonces pitan.

¿Cree de verdad que influye su nacionalidad?

Todo influye, hombre, todo influye. El país, el dinero, la envidia... Cuando haces las cosas bien y el toro embiste, Madrid es una delicia, pero no todo el mundo sabe de toros en Madrid.

¿Quiere decir que la gente que le pitó es la que no entendía?

Eso lo dice usted. No ponga en mi boca cosas que no digo. 

19 febrero 2023

LA POESÍA EN LOS TOROS: Torero de Antonio Cercós Esteve.

Poema publicado en periódico Grana Costa, Proyecto Global de Cultura, número 528



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