31 agosto 2005

LOS TOROS DE PACO RODRIGUEZ

Paco Rodriguez es un artista que atiende la llamada de la naturaleza. Paseando oye su voz y en forma de tropiezo ve las figuras que les muestro de entre las más de 500 que ya posee. Ve lo que nadie puede ver y además no están manipuladas. Las piedras le hablan y se muestran tal y como son. La piedra, ella misma es la que le sugiere la figura que representa y Paco Rodriguez sólo se ocupa de ponerle peana, cuernos y divisas. No solo las piedras le hablan de toros sino que también le sugieren otras formas. Las figuras se pueden visitar en la exposición permanente que tiene en un pueblecito de Málaga, cerca de Marbella, llamado Ojén. Si quieren visitarlo pueden hacerlo contactando con el telefono: 659340485.






UN ILUSTRE FARINATO

UN ILUSTRE "FARINATO".-
Homenaje a Alfonso Navalón
Por José García Sánchez

El farinato es un apreciado embutido salmantino -y más concretamente de Ciudad Rodrigo-, compuesto –creo- por una sabia mezcla de pimentón extremeño, pan o harina y grasa de cerdo.- El farinato encuentra su expresión más excelsa cuando, una vez frito, se mezcla con un par de huevos preparados de igual guisa.-
Plato tan honrado y sabroso como contundente -sabio y tonificador, humilde por su coste y elaboración pero riquísimo y aristocrático por sus goces y bondades-, encuentra su mejor maridaje y ayuntamiento con una buena hogaza del castellano pan candeal y un recio tinto de la misma tierra.-
El farinato es compendio de las virtudes de un pueblo culto, obligado a estrecharse el cinturón y a hacer virtud de la necesidad sin renunciar por ello al placer egregio de recompensar a estómago y paladar.-
El farinato es rojo, fuerte, veraz, contundente y apasionado.-
Y rojo –pero rojo de verdad-, fuerte, veraz, contundente y apasionado era Don Alfonso Navalón Grande.-
Grande.- Demasiado grande para el cretinismo imperante, demasiado fuerte, contundente y desgarrado para el ambiente grisáceo y lleno de medianías que nos rodea; exageradamente honesto –hasta para equivocarse- como para no contrastar con la constelación de golfos, ganapanes y lameculos que pululan por el taurino planeta.-
Y es que, para quienes lo ignoren, Don Alfonso Navalón Grande era el crítico taurino más deslenguado, montaraz y versado que tuvo la segunda mitad del pasado siglo, un fustigador incansable de la mediocridad, estafa y pillaje que supone la degradación y desnaturalización de la Fiesta, un aparente ogro que escondía el alma de un romántico y bohemio soñador, obsesionado sólo por la grandeza y autenticidad del toro; un empecatado y empecinado luchador que repartía golpes y mandobles a diestro y siniestro contra la caterva de pícaros y bribones que empañan la gloria y esplendor del toreo.-
A los oriundos de Ciudad Rodrigo –no sé si con cierta sorna- se les conoce también como "farinatos", y Navalón –onubense accidental y salmantino hasta la médula- se encontraba muy ligado a la vieja Miróbriga y a la cercana Fuentes de Oñoro, ya en la raya de Portugal.-
Odiado, temido y admirado a un tiempo, embozalado y hecho desaparecer -hace más de veinte años- de la prensa diaria por sus enemigos, nada ni nadie consiguió destruir el aguijón de su pluma viva e hiriente, activa hasta el último día, ese 27 de agosto víspera de la cogida mortal de Manolete por un toro -según cuentan- afeitado por dos veces.-
Ningún crítico o escritor tan leído por sus enemigos -a hurtadillas y de vergonzante forma- como esta gran "mosca cojonera"; nadie gozó de más predicamento y audiencia que este periodista sin periódico; nunca se admiró más la deletérea mezcla de osadía, discernimiento y calidad literaria; jamás se acopió tanto talento sin talante -¡qué temeridad y desfachatez en estos tiempos!-; nada más indigesto y revulsivo para marrulleros y tunantes que este ilustre "farinato" fuertemente especiado.-
Luchó siempre por el toro íntegro y encastado, fustigó el "sobre" de sus compañeros corruptos y corruptores, atacó el destoreo y la vulgaridad, defendió la honradez y la verdad, abogó por los desprotegidos y agraviados, zahirió y alanceó sin piedad a empresarios prepotentes, toreritos engreídos, periodistas venales, aficionados cursis y afectados, políticos vacuos y hambrientos de foto....... y murió tan desnudo como vivió, ligero de equipaje y sin prebendas ni honores.-
Es más, aun muerto, ha sido objeto del silencio avergonzado de muchos enemigos y de la simulada e hipócrita alabanza ambivalente de otros.-
Todo un ejemplo para seguir.... o para evitar, vaya usted a saber lo honrado o necio y golfo que sea el personal.-
Don Alfonso Navalón Grande.- Demasiado grande para un mundo tan pequeño.-

José García Sánchez es articulista,
conferenciante y ex presidente de la
plaza de toros de Almería.

28 agosto 2005

ORACION POR UN ALMA BUENA

ORACION POR UN ALMA BUENA
En la muerte de Alfonso Navalón.
Por Agustin Hervás

Padre nuestro Alfonso Navalón que estas en los cielos a pesar de los fachas de este país, santificado sea tu nombre por el miedo que transmitió a quien pudiera dolerle cuando a sus oídos llegó. Venga a nosotros tu obra porque de ella aprenderán las ceporras y adornadas cabezas en las que no entra el toreo. Hágase tu certera voluntad aquí en la tierra; porque el arte que significaste y defendiste con vehemencia volvería a su sitio que fue siempre el de parar, templar y mandar; como en el cielo donde seguro convencerás a Dios con el que yo sé que te llevabas en la intimidad para que este valle de lágrimas sea socialmente más justo. Gracias por el pan nuestro de cada día que recibimos de tu obra llena en lo taurino de verdad y picante como los toros bravos; y en lo literario llena de adornada cultura, verbo ágil y redacción exacta, como alarde y elevación de la lengua española que tan bien dominaste. Perdona las deudas con la tauromaquia a los que nunca supieron aceptar que la verdad duele y que la esencia de ser torero pasa por la faja, la entrepierna y la magia de un buen natural. Perdónanos así como nosotros perdamos a nuestros deudores que son los malos empresarios, los ganaderos ganaduros y los toreros milongos. No nos dejes caer en la tentación del afeitado, del alivio y del destoreo, mas líbranos del mal de encontrarnos con un toro bravo que nos descubra. Amen.


Yo sé porque te conocí a mi lado trabajando, que en realidad era lo que te gustaba aunque tu presumieras de que no por aquello de parecerte a los señoritos y amos que criticabas, que tenias un alma buena, cuando los demás sólo decían que veían tus tripas negras. Yo sé porque a tu lado me emborraché que tus noches de bohemia no fueron más que protestas contra el tiempo que te tocó vivir imbuido de la esencia de un tal marqués de Bradomín y sé porque miré tus acuosos ojos y leí tus labios de pana que tu cercenero látigo no era más que una agria respuesta al fin de los días que machacases entre la luz de la gloria cuando en vilo tenías a la torería, la tranquilidad del Berrocal donde siempre te encontrabas contigo mismo y el añorado recuerdo de las cosas que siempre quisimos que fueran y nunca llegaron a ser.

Una noche soñé que me encerraba contigo en el paraíso declamado de tu finca y que escribía orgulloso tu dictado de la vida a la que ahora le has dado “un sereno adiós”. Ahora que no te alcancé, envidio a tus más próximos porque a mi no me dio tiempo a disfrutar “del vino y del amigo” como sí lo han hecho ellos. Sé que llegué tarde a ti y aún así me quede con lo mejor de tu alma, lugar donde muy pocos pudieron entrar.

Soñé que soñaba lo que ya no puedo soñar al irte de soslayo y sin avisar, paladín de tauros, corregidor de toreadores, sibarita de yantares, degustador de caldos, conocedor del arte que Castilla da. Y para final, amante de tus amantes, déjame el honor de ponerte en los ojos las monedas que el barquero cobrará.

23 agosto 2005

POR DIGNIDAD

POR DIGNIDAD
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

La empresa de Málaga que esta feria había confeccionado unos desiguales carteles, lejos, muy lejos de los mejor rematados de la pasada, ha tenido mucha suerte con los llenos a pesar de que todos sabemos que esta empresa, que regenta “El Marqués de Fuengirola” o sea Martín Lorca y su yernísimo José Carlos Escribano, carece de manga ancha calificativo que yo no he acuñado sino que lo ha hecho el presidente de la Diputación, dueña de la plaza, Señor Pendón.
Los toreros, todos los toreros andan quejándose de que en este mundo de los toros, del que viven, no se les tiene respeto, cosa que en realidad se vuelve contra ellos cuando ellos son, en ocasiones, los primeros en no respetar ni al toro, ni al sufrido aficionado. Lo sucedido en Málaga en esta feria tiene esa doble lectura y por dignidad, la misma que Ponce, Cid y Perera, esgrimieron para irse de La Malagueta el día 17, yo debo explicar tal y como a mi me han llegado las noticias una de las controversias más indignas que haya vivido esta plaza en más de 160 años de existencia.
El día 16 en el cartel se anunciaban toros de Daniel Ruiz para Rivera Ordoñez, Morante y El Juli. La autoridad a cuya cabeza estaba un muy respetado, ecuánime y considerado funcionario del cuerpo de la policía autonómica andaluza Santiago Dueñas y la extraordinaria aficionada y mejor veterinaria Carmen Añón, rechazaron los toros de Daniel Ruiz; ganadería que imponía el Juli y que ha sido el origen del conflicto entre los Choperitas, Ponce y Juli en Albacete y que ha deparado en el resultado conocido de la no inclusión en esta feria y las de Valladolid y Salamanca del torero de Chiva. El rechazo de los toros vino determinado por falta de sustancias corneas, cojeras y diferentes heridas en los animales. La empresa presentó una corrida de Parladé que cuando vieron las cuadrillas las espabiladeras de los bichos no la quisieron y ya in extremis, justificando el no presentar más toros en ese día por el asunto de la Lengua Azul, el empresario dio la opción de la corrida de Parladé que se iba a lidiar el 17 por Ponce, El Cid y Pera. La autoridad aceptó haciéndole firmar al empresario un documento echándose toda la responsabilidad de la decisión. Los toreros también aceptaron llegándose al consenso sobre todo porque la televisión autonómica televisaba el festejo y políticos de altas instancias presionaron para que el festejo no se suspendiera. El error de los empresarios fue no avisar a la terna que encabezaba Ponce de que la corrida contratada por ellos se la quitaba para lidiarla el día de antes.
En realidad lo que el inexperto empresario hizo fue trasladar el problema para el siguiente día y confirmar que los taurinos se meriendan entre ellos cual si caníbales fueran aludiendo a aquello de la dignidad. Es lo que tiene ser empresario chico: chico de honor, de profesionalidad y de billete y es lo que tiene ser empresario grande: grande de respeto, de consideración y de billete con lo que a buen entendedor... se verificará que La Malagueta se concedió irregularmente a empresarios del compadreo y de la falta de seriedad. También para la corrida del encierro de Javier Conde con seis toros del ganadero y empresario Martín Lorca hubo problemas. El ganadero otra vez sin consultar lidió toros de los reseñados por el padre del torero, Curro Conde, en Osuna y en Oviedo por lo que Simón Casas, apoderado del malagueño también apeló a la dignidad del matador en contra de la poca profesionalidad demostrada por los empresarios. Esa misma dignidad a la que apelaba una persona próxima al Cid que me llegó a espetar que ¡quien era el Juli para quitarles a ellos la corrida! (A ellos se refería a los tres matadores). Lo que más les dolió a los representantes de El Cid y de Perera, el mismo Simón Casas, es lo de no avisarles pero con respecto a Ponce ya llovía sobre mojado contra El Juli por aquello de la corrida de Daniel en Albacete.
La dignidad de los toreros y no otra fue la causa de que Ponce, Cid y Perera se fueran de Málaga. Se les ofreció la corrida de Parladé en puntas y los matadores dijeron que no, la autoridad ofreció una corrida de Gavira y también dijeron que no y la empresa que ya había tenido tiempo de maniobrar la noche anterior, decidió cambiar la terna por Dávila Miura, Salvador Cortés y David Galán. Luego esa tarde debió soportar cuatro formidables broncas del público que llenó los tendidos porque mal informados la mayoría no devolvieron las entradas.
Quiero decir que la empresa piensa pagarles los honorarios sin haber toreado y no emprender acciones legales contra los toreros que podría, pero quien si debe proponerlos para sanción es la autoridad ya que, que yo sepa, aún no se registran en los contratos entre toreros y empresas los números de los toros que se van a lidiar, solo se especifica la ganadería, y por tanto aunque los toros propuestos a Ponce, Cid y Perera no eran los reseñados, si lo era la ganadería anunciada.
El enfado general fue tal que unos chavales decidieron mostrar una pancarta en la zona de la puerta de autoridades de La Malagueta llamando a los empresarios sinvergüenzas.
Este hecho jamás acontecido en una plaza de toros pasará a la historia y debería tener consecuencias administrativas como la no renovación de la prorroga del contrato que la Diputación mantiene con este empresario al que algunos llaman por su soberbia, El Marqués de Fuengirola.
Al margen de lo artístico cuyo tono ha sido inferior al de otros años hay que dar cuenta de un capitulo de incongruencias y tonterías:

INCONGRUENCIAS: Que esta plaza vaya a ser de primera cuando tiene todos los aditamentos de ser de tercera siendo de segunda. Que haya tres presidentes que no unifican criterios: uno muy bueno Santiago Dueñas que pertenece a la policía autonómica de Andalucía, otro un enchufado y mantenido por las hordas políticas, Rafael Porras por más señas ex comisario de policía, y un tercero advenedizo e incomprensiblemente incompatible porque es presidente del colegio de veterinarios y preside el palco de la plaza de toros, Enrique Moya. Ambos últimos que juegan a favor de la empresa y del taurinismo manipulador.

TONTERIAS: Dos de Javier Conde en su fracasada encerrona: la primera que sacó un capote de seda de raso con los vueltos blancos aunque esto en realidad puede pasar si no tenemos en cuenta que el sol o la luz artificial al hacer brillar el raso puede desorientar al toro en su embestida; La segunda tontería y más importante fue la de sacar una muleta blanca para la faena del sexto. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!

16 agosto 2005

ALEGACION TERCERA

ALEGACION TERCERA
Por Agustín Hervás
Onda Cero
Tribuna de Salamanca

El director general de espectáculos públicos de los andaluces, José Antonio Soriano, ha dicho en un foro nutrido de buenos aficionados que ni este reglamento ni ningún otro sirven para nada si no es el sentido común el que domine para regir y ordenar este espectáculo de masas a menos (esto lo digo yo), por conceptuarse en los últimos tiempos como elitista y nada popular como otrora lo fue véanse las entradas de sol.
Hemos de tener cuidado con el sentido común porque en todos los ordenes en los que se aplica la experiencia dice que es el más común de los sentidos y por lo tanto nada infalible. Si es el sentido común el que debe imperar en la fiesta también lo podría ser en el código de la circulación o en la Constitución Española, y sin embargo no, nada debe dejarse al sentido común sino que debe ser reglamentado con cabeza buscando sólo la defensa de dos sectores mal posicionados en este nuevo proyecto: El del toro y el del aficionado y después el sentido común.
Pudiera parecer que pensando en el toro se llevó a cabo la experiencia sevillana de que los presidentes con sus equipos veterinarios reseñaran los toros de la pasada feria, en el campo, para evitar trasiegos de camiones. Pero sin embargo la verdad es que el favor se lo llevan los empresarios ya que si este reglamento entra en vigor como así se pretende, serán los presidentes de los festejos los que les elijan los toros. No es competencia del presidente escoger las reses en el campo, es el empresario quien presenta las reses. Si el empresario presenta toros inapropiados para la plaza el presidente debe rechazarlos con lo que el trasiego de camiones es solo responsabilidad del organizador. Los taurinitos han convencido a la administración regional (y ojo con las otras autonomías, ejemplo la de Aragón), para que se pringue en un negocio que en realidad sólo compete a quien se juega los cuartos. Mala será la hora en la que la administración pase a defender intereses privados en detrimento de los del publico.
Lo he defendido siempre y hasta ahora mismo no he encontrado razones por las que se tengan que echar a los policías del palco. Sé que no corren buenos tiempos para los defensores de la ley y del orden, personas cuya principal actividad es proteger a los ciudadanos y no son buenos tiempos porque el poder instituido ha oído las voces de los taurinos diciendo que ellos no son delincuentes y que no tienen porqué estar supeditados a una autoridad policial. Ya tengo manida mi tesis y no pienso aburrir más, sólo sé lo que dicta la experiencia de la historia y lo que significa estar o no, revestido de autoridad para que ningún mangante de los que suelen circular por estos pagos se le suba a las barbas a un presidente. Para el presidente laico no es suficiente la autoridad que le da el reglamento si no que además sería necesaria la que le da su profesión porque la aumentaría ante la sociedad y ante un juez si llega a ser el caso. Un ejemplo reciente es lo ocurrido en el caso Roquetas que por ser Guardias Civiles tienen doble responsabilidad en la muerte del ciudadano.
Se me ocurre que teniendo a un presidente laico en el palco pudiera suponer un conflicto entre el delegado, que sí será policía y experto en seguridad u otras cuestiones relativas al orden publico, y el presidente al que no se le supone ser necesariamente una persona ecuánime ni con sentido común, por lo que entiendo y esta es la base de mi tesis, que el presidente laico está revestido de menos autoridad que si fuera otro revestido por cargo y profesión de la innata a los defensores de lo público.
La aplicación del actual reglamento nacional y las agresiones a las que ha sido sometido por falta de sentido común, pero sobre todo por falta de criterio, nos está diciendo que el nombramiento de los presidentes suele recaer en amigos de la autoridad, de los alcaldes o de los profesionales más o menos retirados o alejados de este negocio. No conozco en ninguna plaza española a nadie totalmente aséptico capaz de hacer valer su autoridad por encima de los interés del negocio taurino y en verdadera defensa del aficionado. En los corrales se cuecen tales artimañas para echar "palante" un festejo que de enterarse el gran publico otro gallo le cantaría e esta fiesta. Por eso sólo una autoridad revestida de poder por cargo o profesión, como la policía o la Guardia Civil, puede defender el interés del aficionado tantas veces excluido en este proyecto. La experiencia ha dicho que los delegados no se mojan por un presidente laico, cuanto mucho salvan su propia responsabilidad en el callejón y eso supondrá tarde o temprano un conflicto de intereses.

10 agosto 2005

EL COMPLOT DE LOS VETERINARIOS

EL COMPLOT DE LOS VETERINARIOS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
La Tribuna de Salamanca

¡La fiesta pa vosotros!. Eso parecen decir los veterinarios a los taurinos. Tanta lucha por fijar y unificar criterios en defensa de la sanidad y de la mejor presentación de las corridas de toros, tanta critica al cuerpo veterinario de los que nunca quisieron tenerlos como oposición sana para su negocio y ahora sólo con funciones exclusivamente sanitarias por vinculantes, han venido en deparar una actitud poco comprometida y casi rayana en la irresponsabilidad. La postura que no deja de ser un órdago a los presidentes y a los empresarios tiene lecturas variadas. Verán. En los reconocimientos previos en los corrales de algunas plazas de toros y si no hay causas sanitarias que lo impidan se está procediendo a dar por útiles a todos los toros presentados a una corrida, de tal manera que como manda el reglamento, sea el presidente el que tome la última palabra en decidir qué toros entran en la corrida. Como quiera que algunos ganaderos presentan además del sobrero algún otro toro para ver si cuela, a poco que el presidente, como vengo denunciando amigo de los políticos o de la empresa, no tenga un criterio formado y firme sobre qué es lo que se quiere para la plaza en la que se lidian, consultará con el empresario que decidirá qué toros deben entrar y este como quiere que todo salga bien y no haya conflictos para su negocio preguntará a los representantes de los toreros que con certeza preferirán los toros más chicos y los más cómodos de pitones, con lo que una vez más sale perdiendo el espectador mantenedor del espectáculo.
Es triste que hayamos llegado a estos términos, la afición desprotegida, el espectador engañado y los toreros a hombros sin merecerlo, pero parece ser que esta es la fiesta que queremos y parece que los políticos se han dado cuenta de ello y van diciendo por las esquinas que los gustos del publico han cambiado y que en el siglo veintiuno no admitimos tanta puya y tanta sangre que la fiesta es diversión y no un problema.
Los tiempos en los que los veterinarios emitían informes vinculantes y los presidentes respetaban sus criterios han terminado. El veterinario nos dice si el toro está cojo, ciego o resfriado y no se mete en si tiene o no trapío o es digno para lidiar en Madrid o Cuenca.
El pasado fin de semana estuve en la plaza de Marbella, me atrajo ver el mano a mano entre Rivera Ordoñez y Morante de la Puebla con ganado de Buenavista. Una escalera en la presentación, bien construidos, pero desiguales. Allí es dónde me enteré del sucedido. El empresario tuvo que decidir, por dignidad, que el toro 111, un toro bonito pero chico, no entraba en la corrida. Los veterinarios actuantes pensaron que entre rechazarlos todos y aceptarlos deberían aceptarlos, de esa manera no se echaban el conflicto encima y tendría que ser el presidente el que decidiera. Esto que los veterinarios vistieron como una jugada a favor de obra y que en Marbella salió bien, repito por la dignidad que el empresario dejó patente, en el resto de plazas de tercera y muchas de segunda se puede volver en contra y entonces colarse ese toro – novillo. Sin embargo la fiesta es grande a pesar de estas cosas que la mediatizan. Vengo diciendo y escribiendo que las plazas de tercera son las grandes olvidadas en la defensa de los intereses de los aficionados y es en estas plazas donde se cumple la doble premisa, a saber: son plazas tanto para lo malo como para lo bueno. Es decir que podemos ver en ellas la pillería taurina, pero también momentos inolvidables que nos ofrecen los toreros, quizás porque acudan a ellas menos presionados, relajados y con la mente despierta, sin las presiones de plazas de responsabilidad. Por eso tengo que decir que aunque los toros resultaron justos de fuerzas fueron nobles y Rivera estuvo bien en una tanda de naturales y otra en redondo en el tercer toro y con el quinto se le vio más animoso que lo habitual en los últimos tiempos y que Morante dejó destellos con capote y muleta en el segundo y sexto porque el cuarto se lo cargó el picador. Pero lo destacable de la tarde fueron los cuatro pares de banderillas que puso Rivera al quinto, dos de ellos de buena factura, tercero al quiebro y cuarto de dentro hacia fuera y lo inmenso que estuvo Morante de la Puebla haciendo lo propio con tres pares impresionantes el tercero al violín de una factura irreprochable, mejor que los que pone el Fandi. Le saldría de churro pero un servidor se puso en pie y le aplaudió.

05 agosto 2005

ALEGACION SEGUNDA

ALEGACIÓN SEGUNDA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
La Tribuna de Salamanca

Ser crítico con la fiesta no es estar contra ella es advertir de sus impurezas para poderla hacer mejor. Las alegaciones que se me ocurren a esta futura norma autonómica las hago desde el cariño y en contra de lo que pudiera parecer desde mi amor y defensa de lo que estimo es una fiesta llena de auténticos valores.
No puedo sustraerme a la idea de volver a reclamar, ya lo hice cuando apareció el actual reglamento, que se permita a que en la parte seria de los espectáculos cómicos se maten los novillos. Posiblemente la gran mayoría de los aficionados actuales nos hayamos enganchado a la fiesta viendo El Empastre o El Bombero Torero porque nos llevaron nuestros padres o nuestros abuelos. Con seguridad la mayoría de nosotros no hemos sido de adultos personas violentas e insensibles. Sólo nos mostraron la lidia de un novillo y su muerte a estoque como una consecuencia de la fiereza y la bravura del animal, como primera enseñanza, luego, todos los demás componentes de orgullo, valentía, torería, arte, majeza y rito que guarda la fiesta. Nunca he creído bueno que al niño se le oculte la realidad de lo que a su alrededor acontezca aunque como complemento a su educación he considerado necesario explicarle esa realidad para educarlo en valores. La fiesta brava española es un valor con contrapuntos educacionales importantes que hay que saber hacerle llegar a los niños, ocultárselos es posiblemente iniciar, como ya lo hizo el reglamento nacional, una educación sensiblera y carente de sentido que sólo llevaría a las juventudes españolas a la asimilación de culturas de otras latitudes que saben criticarnos por nuestra "supuesta" barbarie. Consideré entonces con la Ley Taurina y ahora con este nuevo reglamento que de no corregirse esto de no matar a los novillos lidiados en los espectáculo cómicos, que sería el primer escalón para acabar con la fiesta de los toros que pese a lo que se nos quiera decir ahora, ha dado sentido a la valentía del hombre y a la bravura del toro.
Una de las cuestiones cambiantes en este nuevo proyecto es que se prescinde en el palco de la autoridad por definición propia, que recaía en algunas plazas en la policía, y que a partir del próximo año podrá ser cualquier persona. Al prescindir por norma de los policías en el palco prescindimos de una persona que regule el espectáculo revestido de autentica autoridad cuya responsabilidad vaya más haya del reglamento que lo ampara. La autoridad de la policía en los toros se ha convertido en un elemento discordante que se relega solo al paripé de vigilancia del orden publico, y ni siquiera eso pues hoy en día son empresas privadas de seguridad las que copan la mayor cuota de esta actividad.
La historia nos ha dicho que no es fácil encontrar aficionados a la fiesta para ejercer de presidentes que no tengan intereses en la misma y que puedan pasar por incorruptos, porque por lo general han venido, incluidos algunos policías, siendo amigos o conocidos de los políticos. Hay pues un punto que admite la sospecha de que no habiendo una escuela de presidentes se nombre a personas afines a ciertos intereses del entorno de los taurinos por lo que para evitar suspicacias, se podría proponer su elección de entre una terna elegida por las asociaciones de aficionados, que son con el toro bravo y las plazas de tercera, los grandes olvidados del nuevo proyecto. La propuesta debería ser válida para todas las plazas ya que uno de los males mayores, por lo que constituye de coladero de los que practican la sinvergonzonería, son las plazas de tercera de tal punto que sobre ellas emanan sospechas de que coincidan intereses en los nombramientos presidenciales de las delegaciones de fiestas de los ayuntamientos y de los empresarios.
En los pueblos parece necesario que todo salga bien y ello conlleva el divertimento máximo de los asistentes al festejo taurino. La experiencia me dice, que los presidentes elegidos por el ayuntamiento tienen que ver con la empresa ya que en muchas ocasiones esta le proporciona entradas al consistorio que reparte gratis. Entiendo que por ese motivo, así lo admite la norma, se podría recusar a un presidente aunque para eso sería necesario que los aficionados supiéramos con suficiente antelación a quien le ha correspondido la presidencia.
No es pues esto de las presidencias una cuestión baladí ya que de ellas depende la regulación del espectáculo por eso los elegidos deben ser investidos de una autoridad suficiente y responsable.