29 mayo 2006

DAME PAN Y DIME TONTO

DAME PAN Y DIME TONTO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

He de reconocer que no me gustó la presentación del sobrero de Ana María Bohórquez, un toro anovillado que sin embargo me convenció en el conjunto de su lidia: Dos varas empleándose en bravo, un tercio de banderillas con embestidas claras y humilladas por ambos pitones y dos pitones de ensueño para la faena de muleta. Hasta el momento el toro más completo de la feria. Pero los toros en ocasiones no tienen suerte en el sorteo y les tocan toreros más arrebatados que técnicos, más ofuscados que limpios de ideas y más ratoneros que perfectos. Madrid se rindió sin merecimiento al Juli que con este toro bravo no estuvo bien, pero tampoco estuvo mal. Verán, el toro se dejaba torear, iba y venia con casta y se colocaba después de un muletazo mejor que lo dejaba el torero que no toreaba, que solo acompañaba y que demeritó la virtud de ligar las series con ser estas muy despegadas, sin mostrar apreturas y abusando del pico de la muleta toreando por ambos lados. El Juli eléctrico y destemplado no terminó de cuajarlo correctamente. Este toro, Novelero, bravo y encastado mereció mejor faena. Dame pan y dime tonto. Mientras el publico en pie ovacionaba al Juli, este decía públicamente que esta no había sido su mejor faena. ¡Toma ya Madrid!
Hace unas fechas escribía que Madrid había perdido el norte y ahora veo que también pierde las bragas por las esquinas. Y lo malo es el ejemplo que se da para las plazas de provincias. Dame pan y dime tonto fue lo que dijo también para sí El Cid pues Madrid le dio un pan por la faena a un toro encastado a más, con un pitón izquierdo de escándalo de bueno con el que el Cid estuvo mal y bien. Bien porque en el conjunto de la faena llegó a comunicar con el respetable y mal porque no se apretó en ningún muletazo. Puso más intención que resultado obtuvo. Con el sexto un Alcurrucen con genio que embestía a oleadas, se enfibró (terminología moderna) el sevillano, para ganarle la batalla. Este pan si estuvo bien ganado.
Siempre he defendido en contra de algunos periodistas "sobrecogidos" la necesidad del rigor de Madrid aun cuando a veces las injusticias son evidentes. Por ejemplo no se sabe equilibrar el nivel de exigencia de unas faenas a otras y de unas tardes a otras con unos toreros y otros. Pero no me gustaría ver a su afición cual puta por rastrojos con las bragas en la mano, y no porque sea indigna la profesión, sino porque quien la convierten en esto son los usuarios del Tontódromo más grande de Europa, que dice mi amiga y sin embrago compañera Mariví Romero.
Que la cara de Rincón fuera todo un poema se justifica no solo porque no tuviera suerte con el lote, (el primero violento y peligroso buscando el bulto en todo momento, y el cuarto aunque nobleton y demasiado chochón fue un descastado de categoría que nunca quiso ayudar al colombiano a ser toreado), sino que además se estaría acordando de su amigo José María Manzanares, retirado de la profesión por discutir en Sevilla con sus apoderados y ganaderos de Alcurrucen, los Lozano, porque le habían largado dos infumables toros. Pues igual pero con la diferencia de que mientras Madrid daba pan por muy tontos que hubiesen sido llamados Juli y Cid, a Cesar nunca le regalaron los panes en Madrid y nadie se atrevió a llamarlo tonto. Sin embargo Rincón debe cumplir la penitencia este año, aunque aún le queda la Beneficencia, porque siempre se derrama en Madrid pero en provincias se despachurra.

25 mayo 2006

UN PASTOR ENTRE NOSOTROS

UN PASTOR ENTRE NOSOTROS
Por Agustín Hervás

Está loco. Loco por lo que habla y loco por lo que dice en el ruedo. Aunque la virtud de los lideres es precisamente esta que en otros mundos se paga con el manicomio. Que nos gusta, si, que nos ilusiona, si, pero sobre todo nos emociona. Ese, en los tiempos que corremos, es el mejor verbo, el más grande: EMOCIONAR.
Desde el pueblo, desde lo bajo del todo, desde donde el alimento es el queso, el vestido la lana y el techo, el cielo, pero nunca por ello menos importante y arrebatador nos ha llegado este nuevo pastor del toreo que aunque no sabe matar, (los pastores salvan a sus ovejas, no las matan, de ahí su poca convicción en la suerte), nos ha dejado una ilusión que entronca con la base de esta locura: el valor y la estética.
Yo no sé quien de los dos está más loco, si Corbacho que oficia de maestro, o Talavante, que hace las veces de alumno. Claro que también Tomás fue su alumno. Bueno, quizás sea cuestión de doctrina y de seguidores.
No me recuerda en nada este chaval al de Galapagar. Porque el valor no tiene parangones, ni la estética, ni la técnica. Lo que si es comparable es la añoranza porque a veces vemos en alguien el reflejo de tiempos y hechos mejores. Por ejemplo a mí, David Mora, me recordó a Manolo Cortés.
Corbacho es un teórico de la tauromaquia y un filosofo de la vida aunque a veces en su mirada y su discurso haya algo de guasa. Algo así como que se está quedando con nosotros. Nació de lo bajo y en su doctrina aplica los cánones básicos de la torería que proyecta en sus lecciones, y según parece, las ha asimilado este extremeño que dice que viene a mandar.
Es cosa buena que un pastor entre tanto hijo de papá torero, venga a poner las cosas en su sitio, si puede o lo dejan, pues soy de los que opinan que a Tomás no lo dejaron y consecuentemente perdió la ilusión.
Este joven de labio superior rugoso y descamado, de evidentes signos de pubertad en su rostro, de habla tierna y pasota y de palabras que rayan la locura nos ha dado una tarde de ilusión. Bienvenida la doctrina de un pastor que quiere luchar contra el lobo, que es lo que hay alrededor del toreo, y pegarle pases buenos al miedo que es el toro.
La novillada del Ventorrillo muy buena, los dos novillos del lote de Esteve, con los que se estrelló, descastados y reservones, confirmaron la regla. Mora aunque dio muletazos buenos no dijo nada porque no se arrebató con ellos, es decir, no toreó, acompañó. Y este nuevo pastor se quedó muy quieto, imprimió temple a sus faenas, puso sello de clasicismo y ortodoxia y nos esperanzó tanto que bien merecerá seguir su doctrina, hasta ver a donde llega porque en este mundo de fariseos ¿no creen que habrá tiempo de crucificarlo?

22 mayo 2006

REVISION DE FERRERA Y ELOGIO DE CRUZ

REVISION DE FERRERA Y ELOGIO DE CRUZ
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

Hasta el día que escribo el articulo lo más destacable que he visto en San Isidro ha sido a Fernando Cruz cortar la oreja más importante por una faena importante con mucho mérito de torero bueno y valiente. Siempre toreó "palante", nunca le negó el terreno al toro dándole su sitio y sus ventajas. Cruz tomó su lugar en el ruedo en una faena basada en la verdad del toreo que no es otra que la de torear con el corazón y la razón sin olvidar una racioncita de estómago. Por eso es necesario valorar y elogiar su actuación por encima de la de los chavales Encabo, Jiménez y Gallo que cortaron "otras" orejas el día de los de Victoriano cuando en realidad Madrid solo debió permitir sendas vueltas al ruedo. Las comparaciones son odiosas pero las limitaciones de lo humano las hacen necesarias. En conciencia Cruz ha puesto sobre la arena de las Ventas la verdad del toreo y los otros y figuras como Finito, que está "pa irse" y Juli que pierde por segundos su vitola de figura incluido el caché, se han quedado con el culo al aire. Pues dicho esto es preocupante la segunda actuación de Cruz con los Guardiolas. Se justificó su inoperancia por las condiciones del sexto, un toro bravo en los dos primeros tercios que se apagó fulminantemente en la muleta pero donde devolvió la oreja fue en el tercero de la tarde un Guardiola encastado al que el madrileño no le cogió el tono de la embestida. Quizás fueran los 20 contratos que le firmó Choperita después de su gesta.
Otro de los toreros que me han gustado aunque como saben mis lectores no es de mi preferencia ha sido Ferrera por eso quiero hacer una revisión de su tauromaquia que aunque no ha ganado tampoco ha perdido y sin embargo le ha puesto un salpimentón agradable.
A Ferrera lo lanzó Luis Álvarez tras haberse jugado la vida curiosamente también con un toro de Carriquiri en la misma plaza. Luego rompió con él para irse con Corbelle al que dejó diciendo de él que era un torero conflictivo. Casas lo ha rescatado y en sus manos lo hemos visto con otros esfuerzos atléticos que tapan carencias artísticas pero no tomó el olivo en ninguno de los pares que puso, excelentes los del quinto toro. Un primero de poder a poder. Un segundo citando de espaldas quebrándolo, cuadrándolo y clavando con emoción y un tercero por dentro al quiebro, recortando y saliendo airoso con los brazos en alto cual baile de sevillanas. Ha pasado de la incapacidad técnica a la capacidad emotiva que debe tener un torero que llega al publico, además fue capaz de someter a un complicado toro de el yernísimo que no es otro que el yerno de Martín Lorca al que saben ustedes le dicen El Marqués de Fuengirola, a base de jugársela y matarlo de una buena estocada.
Creo que ahora Ferrera debe dejar de ser un torero conflictivo. Hacer las paces con el Fandi que le va a dar más que le va a quitar. Debe ir perfilando su personalidad para hacer el toreo que él sienta. Que en vez de gritarle a los toros los acaricie con la voz, si el miedo lo deja, y en vez de dar espectaculares saltos cuando pone banderillas, les ande por la cara cual Vito o Bienvenida. Que no tome el olivo que por hacerlo a Antonio Ordoñez un toro le arrancó una falange. Quizás con esta revisión Ferrera no se aburra en las faenas de muleta y aún, el tiempo lo dirá, queda la incógnita de saber si lo que hace lo hace por afición. ¿Porqué me pregunto esto? Porque el concepto de la bravura lo tiene equivocado como tantos otros chavales que pululan por los ruedos. Ferrera que ha sido codicioso, ambicioso sin medida y éticamente imperfecto, debe llegar al publico, más por la verdad del torero con oficio que por la vulgaridad.

15 mayo 2006

REVISION DE CAYETANO

REVISION DE CAYETANO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

Estamos a más de un año del debut de Cayetano y recuerdo haber escrito algo sobre este novillero en la línea de no estar de acuerdo conque matara novillos a puerta cerrada para obtener el permiso para debutar con caballos cuando otros chavales pagan al 33 su llegada a este escalafón. Dije y digo que Cayetano empezó como torero por donde otros toreros acabaron: desde las revistas del corazón.
Sabemos que su apoderado Curro Vázquez, lo ha cuidado al máximo decidiendo los compañeros de cartel, el ganado y el dinero que gana, porque este novillero cobra y no paga por torear. Curro Vázquez ha decidido plantear el primer año de novillero con caballos sobre la base de un ganado cómodo y de garantías, que le dicen los taurinos a los que embiste y sobre la base de unos compañeros que en el 80 % han sido matadores de toros o rejoneadores en festejos mixtos con el objetivo de que llevando ellos el ganado elegidito se libraban de sortear. El ejemplo condensado de lo que digo han sido sus dos actuaciones de Sevilla, la primera preparadita con Hermoso y Manzanares, con dos novillos de Zalduendo a modo y en la que el tiro le salió por la culata debido al corte de coleta del manzanas y la segunda de la que les hablaré más abajo en terna normalita de novillada que aunque de garantía en el ganado, el de Torrealta, las cosas ya no fueron lo mismo.
Es pues llegado el momento de hacer una revisión de lo que Cayetano es para la tauromaquia. He dicho y mantengo que este Cayetano tiene hechuras de torero antiguo, se mueve como los toreros antiguos y mueve los trastos como aquellos sufridos espadas que compartieron cartel con El Niño de la Palma. A lo largo de la temporada ha ido evolucionando en ese tranco que aún le quedaba por aprender. Ahora adelanta los engaños y lo que pudiera ser una virtud en el cite de lejos se convierte en muchas ocasiones en llevar el lance hecho. Tapa mejor los huecos pero como es tanta su obsesión por el temple y la ligación a veces se queda a merced del novillo. Embarca tendiendo a los remates con donosura y algunos de ellos estéticamente buenos. Su posición hierática y su flema, le atribuyen empaque pero aún y esto no debería ser disculpa de su personalidad, solo deja pasar los toros, no los lleva toreados.
En su repetición en Sevilla, ya en una terna novilleril como Dios manda, anduvo dando la talla pero su toreo fue ligado y despegado, le faltó un pasito para dar la sensación de dominio y dos trancos para fajarse con, sobre todo, el segundo novillo de la tarde, el quinto resultó ser un inválido.
En esa tarde del día 7 de mayo en su repetición y en la presentación de Julio Benítez y Oliva Soto, el triunfador fue el chaval de Camas que aunque con mucho miedo y algunas maneras de torero fino arrancó la oreja del sexto en La Maestranza. Lo de Julio Benítez muy mal. En el primer Torrealta anduvo con muchas dudas viéndosele muy inseguro y en el cuarto aún me estoy interrogando si lo que le vi al hijo de El Cordobés fue miedo escénico o torpeza. Diez días antes el padre Manuel Benítez Pérez con quien tuve la suerte de coincidir en un burladero de la plaza de Marbella, me justificó con ese arte tan especial que él tiene para justificar las cosas: "e que hay que teneencuenta que seetá probando, seetá probando"

12 mayo 2006

LAS VENTAS PIERDE EL NORTE

LAS VENTAS PIERDE EL NORTE
Por Agustín Hervás

A los toros de Victoriano, bien presentados pero sin excesos, les faltaba remate por detrás. Cumplieron en varas sin alardes de bravura y pasaron el tramite del segundo tercio sin alharacas para llegar a la muleta: el primero como un regalito, el segundo que no tenia mal son se fue apagando hasta llegar a no interesar, el tercero que no tenía fuerzas rayaba la invalidez, el cuarto se dejo en bueno, el quinto no rompió y el sexto encastado tuvo buenas embestidas aunque nunca se entregó. Decir que del Río echó una buena corrida de toros es perder el norte en el análisis que debe hacerse de la plaza más importante del mundo. Decir esto no es demeritar la ganadería debido a que otros mulos más importantes se han visto en Madrid pero sí lanzar una advertencia sobre lo que el aficionado pide de los toros. Por suerte o por desgracias este año ya ha puesto el listón muy alto Adolfo Martín de lo que debe ser un toro bravo en las Ventas.
Que en la segunda de la feria Isidril hubiera una puerta grande y dos orejitas más, me parece una pasada de campeonato por cuenta del publico venteño que ha perdido el norte de lo que debe ser la exigencia en la plaza número uno. Creo firmemente que en otra época las cuatro faenas premiadas hubieran sido merecedoras de sendas vueltas al ruedo con mucha fuerza igual que creo que las orejas fueron pedidas más por el efecto de las estocadas que en sí por lo realizado.
Los méritos de los chavales fueron más por la voluntad de estar que de hacer porque aunque hicieron no lo hicieron con la rotundidad que debe exigirse en la plaza que en teoría debe valorar y premiar excepciones, consentir normalidades y despreciar vulgaridades.
Encabo estrelló su voluntad en el primero contra el viento y estuvo bien en el cuarto donde dio una dimensión distinta a lo que nos tiene acostumbrados. El toro no era el toro bravo de Adolfo, que se le fue en la Feria de la comunidad debido a la afectación sicológica de torear estos toros y por lo tanto pudimos verlo casi como en un tentadero.
La virtud de Jiménez fue la de matar bien a sus dos toros lo demás no fue para triunfo aunque sí para reconocimiento. A Jiménez le ayuda más el ser el protegido de un hijo de la comunidad, como es Pepito Arroyo, que su propia concepción del toreo, que aunque en periodo de transición aún no ha encontrado su norte. No cuajó el segundo toro que no tenia mal son, o por el toro o por el torero y en el quinto se la jugó con ganas y a pesar de esto que es lo menos que un matador de toros puede hacer delante de un astado, no es, en mi criterio, suficiente para que se le pida una oreja y se le conceda. Si el listón se baja tanto en la primera plaza del mundo figúrense lo que ocurrirá en las plazas de tercera. Por eso no entiendo tampoco la oreja de Gallo que si me apuran fue la más justamente conseguida porque la faena al sexto fue buena, resolviendo y buscando el ritmo y el tono del Gallo que todos esperamos. Con el tercero apuntó queriendo disparar siempre pero no tuvo pieza.

EL EDICTO DE LOS TORPES

EL EDICTO DE LOS TORPES
Por Agustín Hervás

El poder político, muy deteriorado desde los últimos años de la democracia por demostrar ser ciudadanos elegidos por el pueblo pero alejados del pueblo, ha hincado el diente en la tauromaquia por dos motivos fundamentales: para arreglarle la vida a los taurinitos que con sus gestiones desprestigian a la fiesta (ejemplo, asunto del afeitado generalizado, fundas en los pitones, etc); y por obtener publicidad traducida en votos de los amantes de la tauromaquia que se dejan embaucar por la palabrería hueca de estos oficiantes de lo publico. Así ha sido en el reglamento andaluz y así parece a los ojos de nuestra independencia.
Pero a menos de un mes de la entrada en vigor de este reglamento ya se ha visto que no se cumple, sedimentando, más allá de la pasión por la dignidad de una fiesta caduca, la teoría de la torpeza del edil en la regulación; y no se cumple por los oficiantes sino también y he ahí la gravedad, por la autoridad que debe velar por el cumplimiento de la norma, porque en una plaza de primera como es la de Málaga, (se admite guasa a los que nunca creyeron que esta plaza debía ser de primera), se acaba de indultar un novillo de Jandilla, afeitado reglamentariamente por haberse lidiado en un festival. Al margen de que el novillo hubiera sido bravo hay que tener en cuenta la norma escrita que prohibe este tipo de indultos en toda la comunidad, sobretodo si reconocemos, como lo he venido haciendo en mis escritos y exposiciones, que los defensores del indulto han esgrimido la idea de hacer norma lo que venia sucediendo en esas plazas de Dios por interpretación popular.
La Malagueta ha sido la primera plaza de cierta, ¡ejem! (esto significa guasa) importancia en la que se ha dado un palo al reciente reglamento poniendo en duda la confianza en el. Este indulto antirreglamentario ha puesto en solfa: la categoría de la plaza, porque el publico jaranero pidió un indulto azuzado por el matador que fue El Cid; La incompetencia de un presidente, Enrique Moya, no solo porque se saltó la norma a la torera, sino que además se sienta en el palco siendo también presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga planteando así una cuestión de idoneidad, pues ya se ha dado el caso de que como presidente de una corrida de toros ha tenido que desmentir a sus colegas veterinarios a la hora de rechazar o aceptar toros por impresentables para la plaza.
Sin embargo convendría llamar la atención sobre el silencio de las asociaciones taurinas, mediatizadas en diferentes formas por el Marqués de Fuengirola, que no han denunciado públicamente este palo al recién nacido reglamento ni han pedido, tal y como la norma explicita, la recusación del presidente por incompetente y falto, en cualquier caso, de idoneidad para ejercer el cargo.
Pero en realidad lo sucedido en La Malagueta en el festival taurino a beneficio del Monaguillo afecta directamente a la credibilidad de los padres de la norma, Evangelina Naranjo, consejera de Gobernación, y José Antonio Soriano, responsable de Juegos y Espectáculos de la Junta de Andalucía, ya que como veníamos denunciando por futuro, los taurinitos les iban a meter un gol al gobierno andaluz y a la clase política, vendiéndoles, como lo han hecho, unas motos insostenibles demostrando que la credibilidad de algunos profesionales de estos asuntos del mundo del toro, no es tan fiable como ellos proclaman a voces.
En justicia procedería que la Delegación de Gobernación de la Junta de Andalucía en Málaga, expedientara al Cid por alimentar el contubernio del indulto al novillo de Jandilla, a la empresa por no advertir, se me ocurre, por megafonía, la irresponsabilidad en la que se incurría, y al presidente por no garantizar el cumplimiento de la norma y en consecuencia apartarlo del palco.
Un amigo policía, que de esto sabe un rato, me decía a modo de ejemplo cuando se estaba gestado la norma andaluza, que no tendría sentido sentar a legislar a los delincuentes. Porque no tendría sentido que el Código Civil fuera redactado por los chorizos. ¡Ea! Pues siembra vientos y recogerás tempestades Evangelina, o lo que es lo mismo, si a este edicto de torpes no se le pone autoridad ¡que Dios nos pille confesados!

08 mayo 2006

VALVERDE Y UN MIURA

VALVERDE Y UN MIURA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

Tercero de la tarde del domingo de farolillos en Sevilla, Miura, Capotero de 601 kilos, lo recibe Valverde con cuatro verónicas y una media buenas, que le dicen a la gente que este salmantino quiere ser gente en esto. Después de la primera vara le hace un quite por talaveranas y el toro se lo echa a los lomos. Unos vecinos de localidad en la grada del dos se emocionan. Tras la segunda vara el Fundi le hace un quite por chicuelinas zarrapastrosas.
Al comenzar la faena el de Zahariche quiere rajarse cuando toma la muleta por el izquierdo y por el derecho va a su aire. Nunca se entrega ni va metido en la muleta pese a los esfuerzos de Javier que puso muchas ganas, buena dosis de oficio y un inmenso corazón en su entrega. No rompe hacia delante. El burel terminó parándose. Luego de un pinchazo de extraordinaria ejecución vino una estocada entregándose y colgándose del pitón que le valió una cornada y una oreja. Una vecina de localidad rompe a llorar. A pesar de tener el músculo herido no dejó pasar la ocasión de su triunfo paseando la oreja por el ruedo, rendido a sus pies el publico sevillano. La chica que seca las lágrimas que adornan sus mejillas sonríe levemente cuando pasa frente a ella.
En realidad la gesta de Valverde fue más allá debido a que puso la escuela para las siguientes actuaciones de Fundi y Padilla que bajo la presión sicológica de estar delante de unos Miuras olvidaron que la nobleza también existe en esta cabaña y que es necesario arriesgar para ganar como así lo hicieron en el resto de la corrida que ya no pudo torear Valverde.
Y otra cosa más aportó el de Salamanca a esta terna, la clase, porque ante tanta vulgaridad, con mis respetos a la profesión, de los compañeros de terna, Valverde demostró que se puede torear bien a un Miura.
Por la mañana de ese domingo se dio un maratón de rejoneadores que resultó una parada de caballos. Antonio Domecq estuvo muy torpe, Rui Fernandes mató un caballo por cortar dos orejas, a Cartagena se le subieron los caballos encima cortando así otras dos orejas, Ventura que estuvo más centrado cortó otras dos, y estos tres rejoneadores no pudieron salir por la puerta del Príncipe en estricto cumplimiento del actual reglamento andaluz aunque lo intentaron casi pasando por encima de la autoridad que al final pudo reducirles. Moura Caetano tardó en centrarse. Moura hijo templó bien pero falló con los aceros de muerte y Leonardo Hernández hijo me gustó en conjunto más que me ha gustado nunca el padre pero hay que esperarlo.
El sábado de farolillos los de Valdefresno pasaron desapercibidos por unos motivos u otros con una terna de la que solo destacó Antonio Barrera. El primero descastado y rajado, el segundo bueno, rompió en la muleta después de una primera vara manseando y una segunda romaneando. El tercero que acudió al caballo con alegría, siendo picado muy bien por Ismael Halcón, terminó rajándose. El cuarto queriéndose ir de las suertes fue noble de condición pero soso. El quinto un toro impresentable, sin rematar fue devuelto por torpear de las extremidades y el sexto de buena condición en la embestida pero a su aire no fue entendido por Bolívar.
La triunfal corrida mixta que cerró la feria sevillana, no lo fue por lo que hizo Pablo Hermoso de Mendoza que casi fue desmontado en la lidia de su primero y en el cuarto, Chenel le protestó dos veces, y Merlín, el caballo isabelo, le dio problemas para colocar un palo. Ni tampoco fue triunfal, aunque la cosa estaba preparada para ello, por el debut de Cayetano, que estando bien, pudo haber estado mejor debido a los dos novillos de Zalduendo bravos, cortó una orejita en cada. La corrida triunfal fue por Manzanares al que su hijo le cortó la coleta sin que nadie lo esperáramos. No quiso ver a su primer Alcurrucen y bronca con guasa sevillana. Al quinto, uno con genio y sin clase lo tanteó con gusto pero insuficientemente. Después de un pinchazo y media trasera y atravesada sonaron unos aplausos, salió al tercio, entonces vino la división, mando llamar a su hijo que estaba entre barreras y le cortó la coleta, la división se torno en ovación cerrada y algunos lloraron, entre ellos el propio matador que dio la vuelta al ruedo más triunfal de su vida. Al finalizar la corrida, Padilla, El Cid, Morante, el hijo, y en realidad todo el toreo que estaba en La Maestranza, lo sacó a hombros, pese al reglamento, por la Puerta del Príncipe.

05 mayo 2006

DICTADORES DEL TOREO

DICTADORES DEL TOREO
Por Agustín Hervás

Hay acontecimientos a los que el destino te conduce inexorablemente y a mí me llevó en cumplimiento de mis obligaciones periodísticas a Sevilla el día uno de mayo.
El uno de mayo está cargado en España de recuerdos imborrables desde que se celebraba San José Obrero, esa manía del nacional catolicismo de sellar con nombres de santos lo que los paganos denominaban Solsticio de Invierno o de verano, o la fiesta del trabajo que es la que nos ocupa.
En Sevilla el día primero de mayo tiene además una carga emotiva mucho más fuerte porque este día en La Maestranza un toro salmantino le partió el corazón a Manolo Montoliú que actuaba a las ordenes de Manzanares y catorce años después, a José María Manzanares le cortaba la coleta su hijo.
Que los tiempos han cambiado o están cambiando es para todos uno de los aforismos más usuales cuando en nuestro alrededor y un poquito más allá se suceden hechos a los que no deberíamos ponerles nombre, quizás por guardar la compostura o la buena educación, eso que ahora escasea tanto.
Un año presencie en este mismo ruedo una monumental bronca de Joselito (perdón amigo Navalón, Pepito Arroyo), a Martín Recio porque este le había descubierto con una lidia impecable, un toro que el madrileño no había visto. Bronca que derivó en rabieta ya que Martín Arranz también recibió Mojama como aquello de y ahora... "¿porqué no sales tú a matarlo?"... y le largó la espada y la muleta.
De mala educación me parece a mí y a más, más, siendo el sevillano un publico tan sensible, que Manzanares le largara en el callejón de La Maestranza una sarta de palabrería mal sonante de la que lo más bonito que escuchó Lozano, fue aquello de Perro Judío. Sin embargo apartando los modos me parece a mí que el manzanas tenia su justificación.
Él ha declarado públicamente que le obligaron a tomar esa decisión, la de cortarse la coleta, porque no hay derecho...
Una de las razones discutibles, del nuevo reglamento andaluz, es la de dignificar a los profesionales del toreo y yo siempre he sostenido que son los propios interesados en dignificarse delante de la cara de los toros, porque después eso también se transmite al publico y a los despachos.
Con todos mis respetos a Manzanares y a su trayectoria profesional, llena por otra parte de grandes lagunas y algunas memorables tardes, ha sido él mismo el que se ha dejado perder el respeto por algunos y aquí no meto al publico sevillano que tan cariñosamente lo ha tratado sin apenas hacer méritos sonados para ello, pues ha sido uno de los toreros que en gustando en Sevilla nunca salió por la Puerta del Príncipe, salvo el día uno, de forma antirreglamentaria, aupado por sus compañeros. Salida que yo como aficionado no discutiré.
Pero en la rabieta Manzanares lleva razón a medias. Como consecuencia de la bronca que le echó a Lozano se cortó la coleta y además su hijo se ha quedado sin apoderado pues Luis Manuel le comunicó hace unos días que rompían relaciones y ante la petición de arreglo del chaval, sin más ni más explicaciones, se cerró la puerta para siempre.
Verán, es cierto que el lote de Alcurrucen que eligió el propio torero para Sevilla fue infumable, y es cierto que los Lozano, convertidos desde su paso por las Ventas en dictadores del toreo, han colocado lotes de sus propios toreros y ganadería en las plazas a donde han sido llamados. Y esta es la verdad del cabreo de Manzanares. Lo de la razón a medias se sustenta en que en vez de cabrearse después se podría haber cabreado antes y exigir la misma ganadería que pidió Cayetano, la de Zalduendo, cuyos novillos aún están embistiendo.
Decía Manzanares que no hay derecho y se refería a este trágala que los Lozano en el ejercicio dictatorial que ejercen sobre el toreo les imponen a sus toreros, torear todas las camadas de su ganadería que como saben es la de Alcurrucen y Hermanos Lozano.
Es así como está el toreo, ¡ellos sabrán!, he sostenido y sostengo que el mal de la fiesta está dentro de ella, no fuera, que aquel que pida dignidad debe ganársela.
Que los Lozano sean hoy día unos dictadores es porque a lo mejor el toreo le ha dado pie para ello, pero a veces el toreo y en este caso el manzanas con toda su veteranía... manda güevos, manda.

02 mayo 2006

EL INDULTO UN MAL PARA LA FIESTA

EL INDULTO UN MAL PARA LA FIESTA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

En la redacción de los avisos han metido los letrados del Reglamento andaluz una sopa de letras que hace casi imposible su compresión pero lo más importante es que si un matador esta bien con el toro y no entra a matar, los avisos y la retirada al corral siguen igual que ahora, pero en el caso de que un matador no vea claro al toro y quiera quitárselo de en medio pronto o que entre a matar a partir del séptimo minuto del inicio de la faena, el primer aviso será pasados tres minutos de la primera entrada a matar y luego de otros tres, el segundo y de otros dos el tercero.
El reglamento sancionará a los mulilleros si esperan a enganchar a la res para con este motivo y ante una petición de oreja, echarle encima el público al presidente. Todos hemos sabido de sobornos a mulilleros para aguantar a la concesión de la oreja antes de arrastrar al animal.
Sin lugar a dudas el indulto se ha vendido por la propaganda del reglamento como un logro importantísimo para la tauromaquia siendo para mi entender lo más nefasto del reglamento. El indulto se ha generalizado en todas las plazas y se le ha dado carta de naturaleza a lo que ya venía haciéndose en todas las plazas hasta con becerros. Para aguantar el marrón, Soriano ha visto conveniente justificarlo con un preámbulo que no se lo cree ni él, y es que no se entiende como se hace cuestión reglamentaria preservar "la raza y la casta", no estando estas amenazadas como por razones obvias pudiera estar en América, y aunque se matiza que en especial se tendrá en cuenta para el indulto el comportamiento del animal en la suerte de varas, al publico que es de donde parten los abusos, no le interesa la suerte de varas entre otras cosas porque nadie se ha encargado de explicar bien al neófito lo necesaria que es, de manera que la masa lo pedirá solo por la buena faena. Que lo solicite el torero no es justo pues es parte interesada en el beneficio, por pura propaganda, y que lo pida el ganadero será un problema porque lo que va a ganar en publicidad lo va a perder en dinero pues ha de devolverle al empresario lo que pagó por el toro ahora indultado. De manera que se prevé otro conflicto de intereses entre ganaderos y empresarios debido a que a estos últimos les interesa más que a nadie que se indulten toros. En realidad esto del indulto es un fiasco al propio ganadero porque no justifica el hecho la publicidad adquirida con la mediocridad que se le supondrá cuando se indulten toruchos en plazas de tercera. Si un ganadero necesita de ese tipo de indultos en plazas de tercera mal ganadero será pues todos sabemos con qué trapío se lidian esos toros en estas plazas.
En lo concerniente a las devoluciones, el reglamento andaluz nos hurta la lidia del toro manso porque el espada se justificará con el articulado que alude al estado de toreado de los toros para solicitar al presidente su devolución y aunque se especifica en la norma que la mansedumbre no será condición para devolver, habrá que saber antes quien es el doctor que determina la mansedumbre de un toro, más si cabe, en estos tiempos en los que el publico no entendiendo nada más que de sacarle rentabilidad y satisfacción a su dinero protesta esta condición.
Lo hice cuando la ley Corcuera y lo vuelvo a hacer ahora, protestar por la prohibición de ocultarle al niño la verdad de nuestro espectáculo, que no es otra sino la de la muerte del toro, y que se impide en los espectáculos cómicos, por donde paradójicamente comienza la afición. Si hurtamos la verdad de la tauromaquia, cultivamos engaños y una fiesta adulterada que luego no es la que verá de mayor, y además, transformará en fiesta delicada y sensible hasta el punto, como ya ocurre en ciertos sectores, incluso en medios de comunicación del aparato, que piden que al toro no se le mate.