27 septiembre 2006

EL BURRO DE SANCHO

Nos trae hoy Pepe García, aunque firmado en el 2001, la respuesta a dos de las interrogantes más problemáticas de la tauromaquia, (trapío y bravura) aunque con el paso del tiempo se ve que los aficionados y derecho habientes seguimos empeñándonos en descubrir quien de los dos tropezaba más, sí el burro o Sancho.


EL BURRO DE SANCHO.-

"El burro de Sancho tropezó dos veces".- Con intención o sin ella, artera o inocentemente, por imprecisión o por maldad, es lo cierto que, en la tarea de comunicarnos unos con otros, confundimos y nos confunden, nos enredamos y enmarañamos en vericuetos y nebulosas, nos perdemos en vaguedades y penumbras, y de esta guisa caemos en la maldita babel de la confusión, de la confusión que siempre beneficia a unos pocos y empobrece a la mayoría.-
Confundir, como vemos, constituye empresa fácil y, a veces, hasta rentable, mientras que la comunicación veraz y exacta -el saber lo que se dice y el decir lo que se sabe- se nos antoja cada vez más ardua y difícil, y no digamos si de lo que queremos hablar es del toro, del toro bravo.-
Descartando el dolo o intención directa de confundir, que es mucho descartar porque más de uno se mueve en esa dirección, basta con que pateemos la sintaxis o la semántica para conseguir por necedad lo que otros logran por maldad.-
"El burro de Sancho tropezó dos veces". – Dicho así, no sabemos si Sancho tiene un burro tropezón, o si los trompicones son obra del mismo Sancho que, además, se adorna con el calificativo de asno.- Por tanto, sólo podemos colegir el siguiente dilema: El asnino Sancho o su rucho pecan de torpeza en el caminar.- Resultado final: nos quedamos sin conocer si es zote o pollino el andarín.-
Pues con el toro, con el toro bravo, el panorama es peor.- Después de ver y oír variopintas opiniones y expresiones, o descripciones, calificativos y definiciones más o menos exóticas y demenciadas; tras contemplar esquizoides clasificaciones toristas o toreristas, asqueado y empalagado por las rudas simplificaciones de unos y por el feble lirismo de otros, no puedo por menos que preguntar y preguntarme algo evidente: ¿cómo ha de ser el toro de lidia?; ¿qué es la bravura?.-
La primera pregunta tiene, desde hace mucho tiempo, una respuesta paradigmática: "¿Qué es un toro grande?.- ¿Qué es un toro chico?.- ¿Qué es un toro bravo?.- Estas tres interrogantes se resumen en una: ¿Qué es un toro de lidia?.- En estas preguntas se encierra la discordia del toreo.- No hay época que no las discuta.- Ni hay conclusión que se sostenga.- Hasta nosotros llega la disputa, agravada con el recelo de probados abusos, que merman el toro.-
No hay toros grandes, ni toros chicos, sino toros; toros o novillos.- El toro se caracteriza, primero, por su edad, y en seguida, por el trapío de su raza; por estar en el tipo de los individuos de la ganadería a que pertenece; por ser limpio de cuerna y piel, por ser sano, por ser fuerte, sin ningún defecto físico que le incluya en el desecho de cerrado, ni tara de mansedumbre vista que le deseche en la tienta, de la que debe salir con nota de toro.- Parecerá grande o parecerá chico; dará más o menos peso, pero si es toro, yo no le pido más en el encerradero; en la plaza, ya le pediré la bravura.-"
Como en tantas otras ocasiones, el decir claro y el pensamiento clarividente vienen de la mano de don Gregorio Corrochano.- Tras su comentario, huelga cualquier glosa o apostilla adicional.-
Nos queda, por tanto, responder a la segunda de las cuestiones: ¿qué es la bravura?; ¿cómo se comporta el toro bravo?.-
Si el toreo consiste en un desafío del torero al toro, utilizando las reglas de la Tauromaquia para salir airoso e indemne del trance, la bravura no puede ser más que la respuesta ofensiva del animal, que no permite que nadie se atreva a retarle.- Es la bravura, por tanto, un instinto ofensivo del toro, que sólo aparece cuando se siente desafiado.-
Su grado e intensidad se medirá en función de la entrega más o menos absoluta del cornúpeta a la pugna, manteniendo su acometividad y agresividad hasta el final, a pesar del castigo y la dureza de la lidia.- El toro bravo acomete hasta el limite de sus fuerzas; el toro manso huye, se duele al castigo y rehuye la contienda.- Así de simple.-
Es más, el toro bravo, por su agresividad sin reservas, siempre es noble, pues se entrega sin cautelas ni artimañas, pero noble no quiere decir tonto, suave ni pajuno.- El toro bravo no va y viene como si de un aburrido oficinista se tratase; la bravura puede ser extremadamente incómoda –infinitamente más que la mansedumbre- si la pericia del lidiador es escasa o nula; las acometidas del bravo destacan por su codicia, alegría, prontitud y largueza; las del manso, por todo lo contrario.-
Lo bronco, geniudo, reservón, tardo y probón; las embestidas cansinas y al paso, las tarascadas defensivas, no son propias del toro bravo, sino de las reses situadas en la escala que va del bravucón al manso de solemnidad, pasando por mansibravos, mansitos, mansurrones y mansones.- A elegir.-
El toro, el toro de lidia ha de ser, por tanto, fuerte y poderoso, con trapio fiel a su origen y encaste, sin aparatosidades ni desmesuras impropias del fenotipo de su ganadería.- En la lidia será bravo o manso, pero nunca cansino y bobalicón.- Si es bravo, la nobleza, que no la tontuna, la tendrá por añadidura; el ganadero que lo críe y seleccione gozará del aplauso y reconocimiento de todos, el torero que lo lidie –si puede con él- expresará su mejor toreo, y el público se emocionará y enardecerá, porque no hay nada tan torista, torerista y comercial como el toro bravo.-
Todo lo demás son ganas de seguir confundiendo a Sancho con su jumento.-
Almería, 20 de junio de 2001
José García Sánchez.-

22 septiembre 2006

DIARIO DE LA RESISTENCIA: El Paíto

DIARIO DE LA RESISTENCIA: El Paíto
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Se pasa la frontera de la feria de Agosto y el tiempo se echa encima. Se pasa tan deprisa que empezando las corridas cuando se sale se ve, cuando terminan, a la salida de los toros ya no se ve. Es el aviso del otoño que en guardando calor y pasando la Goyesca se van acortando tanto los días que el sol se opaca más aunque quema igual. En estas fechas, llegando al veranillo del membrillo la resistencia acude a la cita, al final nada ha cambiado, casi todo igual. Bueno en realidad algunos se acordaron de Manolito, Manuel Martín Gálvez, el anterior empresario al Marqués de Fuengirola. Le gustaba más el fútbol que los toros pero era único para cuadrar los carteles de las ferias. Todos los resistentes han vuelto a coincidir en que los de esta feria eran malos. Igual que los toreros que se tienen miedo. Miedo a las competencias en quites. Piensan que les perjudica y por eso no quieren hacerlos. La verdad, algunos son excesivamente fulleros.
La resistencia sabe que en Andalucía no se ha enviado a analizar ni un pitón aunque había muchos, muchos sospechosos de afeitado. Soriano lo confirmó en Almería donde fue visto en una corrida de toros. También sabe la resistencia que echarle toda la responsabilidad a los ganaderos del afeitado quizás no sea tan justo como el nuevo reglamento andaluz pone.
Ha estado bien lo de los dos puyazos a los toros. Se les ha exigido más a los ganaderos en este sentido y las dos orejas en un mismo toro para la puerta grande ha evitado que la feria fuera una reala de galgos tras la presa.
Los servicios de espionaje están confirmando la posibilidad de que para la próxima temporada Málaga tenga dos mujeres en la presidencia: Ana María Romero y Carmen Añón. La primera empleada de la Diputación y la segunda veterinaria con peso.
Da igual quien se suba al palco lo importante es que lo haga bien. Sin embargo la resistencia lamenta que por las damas tenga que caer del palco Santiago Dueñas. Sacrificar un buen presidente por dos inexpertas es un riesgo que no se debería permitir en una plaza, dicen que de primera. La resistencia estudia acciones encaminadas a esclarecer los datos que los espías vayan aportando al Estado Mayor.
Uno de los toreros que más ha impactado en los resistentes ha sido Castella que junto con Salvador Cortés y Ponce han sido los que han pitado. No obstante por un técnico resistente se hace una observación sobre el encimismo porque puede llegar a ser un truco bien explicado por el resistente veterinario:
.- La visión del toro es muy diferente de la de otros mamíferos. Ve de lejos y al hilo del pitón y entre los pitones no ve nada y además con retardo al localizar el objeto. Por eso algunos toreros se atreven a pegarse el arrimón o a practicar el toreo encimista.
La tarde bulle y un resistente entrado en años, no activista, pero perteneciente al Consejo de Estado, recuerda al paíto. Al papaíto de Pacurrón.
.- ¡Cómo ensalzaba las ferias malagueñas! ¡Cuanta literatura barata! ¡Qué engaño!
El ayer de esta plaza está muy presente ahora que se producen tantos cambios en su fachada. Por eso preocupaba aquello que dice el reglamento andaluz del respeto a las tradiciones y la idiosincrasia de las plazas porque la historia está detrás de las orejas. Recuerda el resistente que por agosto del 72 Mariano Tudela en El Ruedo escribía algo así de que en Málaga alegraba mucho – y alegra – el triunfo de un torero de la tierra. Y que Juan de Málaga (el paíto) por aquellas fechas publicó un comentario que tituló: "Insistimos: nuestra Feria, la mejor". Comparaba con gran atrevimiento las de Sevilla, Madrid y Málaga. Tudela escribió con ironía: "El revistero, a más de fino y brillante escritor se nos parece consumado optimista... nosotros fuimos testigos de lo requetebién que se lo pasó el publico... pero a nuestro entender no quiere decir nada... ya que los encierros de Sevilla y Madrid no fueron los mismos que se corrieron aquí, donde el toro toro, salvo en la tarde de Pablo Romero brilló por su absoluta ausencia". Y remató: "los optimismos desenfrenados hacen, a veces, ver las cosas como no son, querido compañero".
Los resistentes se acuerdan de inmediato de su hijo que aunque esta feria se la ha pasado en un hospital, no ha perdido puntada. Y se acuerdan porque el hijo, como el padre, es muy dado a estos brillos, defendiendo a veces lo indefendible.
Un resistente de la vieja guardia trae a colación un artículo de José Antonio Donaire que circuló por Madrid que viene a cuento del proteccionismo de algunos periodistas para con toreros o ganaderías, cosa que pasa, curiosamente con la ganadería del Marqués de Fuengirola, es decir la de Martín Lorca.
Se trataba de una corrida de toros que daba la TVE en La Coruña. Se ve que allí los taurinitos quisieron aprovecharse de que, en su pensamiento, los gallegos no saben de toros y por lo tanto podrían lidiar burras. El ganado de Martín Lorca, los toreros Manuel Díaz "El Cordobés", Vicente Barrera y El Califa. El comentarista anunció, antes de salir el toro, que el primero no era muy ofensivo por delante. Luego se vio que es que no tenia pitones. Del segundo comentó el comentarista que estaba bien hecho y luego se vio que era una birria. En realidad era una corrida sin fuerzas, inválidos para la lidia. El tercero aguantó un poco más. El cuarto tuvo bondad, el quinto no podía con el rabo, todos sin pitones, el sexto fue devuelto, ¡claro! por invalido. El primer sobrero un poco mejor presentado estaba derrengado de los cuartos traseros. Lo echaron al corral y cuando salen los cabestros el toro se acuesta y dice el comentarista que los toros tienen la costumbre de acostarse cuando están en el campo entre los cabestros. La resistencia rompe en carcajadas. Se levanta el toro – prosigue el guerrillero – entra en la manga y se acuesta otra vez allí mismo. Pasa tanto tiempo que han de soltar el segundo sobrero que debe de pasar pisando al que está acostado en la manga y curiosamente pasa como si eso ya hubiera sido ensayado y sin lo previsible que era una cornada entre ambos. El comentarista dijo que este tenia una cornadita. Otro invalido. ¡Vaya saldo! El guerrillero comenta que José Antonio Donaire terminó aquel articulo de una forma graciosa aludiendo a los atributos del Espartero y a los pocos que en la entre pierna tienen hoy en día la torería andante.
La resistencia asintió.
Un resistente da cuenta de los contactos que se están estableciendo con ciudadanos que sienten inquietudes por lo que se lee en los diarios de la resistencia, y de que hay grupúsculos de opinión intentando resucitar las viejas tertulias taurinas de Málaga sin chovinismo.
La resistencia ve con buenos ojos que el esfuerzo de las trincheras vaya teniendo fruto.

19 septiembre 2006

FOMENTO Y RECREO DE LA AFICION

Con esta reflexión nos acerca José García al capitulo de la inversión en el fomento de la fiesta brava. Todo parece indicar que todos los estamentos maman de la vaca pero ninguno la alimenta. Esto que ya se denunciaba hace cinco años sigue sin remediarse.
¡Pasen y lean!


FOMENTO Y RECREO DE LA AFICION

Con este expresivo epígrafe se recoge en una Orden del Ministerio del Interior la suelta de vaquillas en espectáculos menores, para deleite de los mozos y aficionados que se atreven a ponerse ante ellas.-
Fomento y recreo.- ¿Cómo se fomenta la afición, qué se hace para su recreo y satisfacción?.- A veces, mucho, a veces, poco.- A veces, incluso, nada de nada.-
El recreo no es más que una mera consecuencia del buen fomento, de ese apoyo que tanto echamos de menos en muchas ocasiones y lugares.- ¿Quién debe hacerlo?.- La respuesta es sencilla: La Fiesta de los Toros deben fomentarla quienes de ella se benefician, que no son otros que las distintas Administraciones, sobre todo autonómicas y locales, y los diversos estamentos taurinos con intereses económicos directos en liza.- Intereses económicos directos, es decir, ganaderos, empresarios y toreros.- Esta aclaración es necesaria, puesto que alrededor de estos agentes directos existen otros que también, aunque de forma indirecta, viven del espectáculo taurino, especialmente la prensa especializada, merecedora de un tratamiento monográfico que dejaremos para mejor y futura ocasión.-
Para constatar este planteamiento no hay más que reparar en un hecho tan simple como éste: cuando se abren las puertas de una plaza de toros para que entre el público –afición incluida-, el dinero se lo reparten, en desigual forma, todos los que actúan en el espectáculo.- Bueno, todos no: El presidente, el delegado gubernativo y el toro no cobran, si bien los dos primeros no son muertos a estoque.-
Bromas aparte, lo cierto y real es que el público paga y todos los demás cobran: matadores, cuadrillas, empresario, ganadero, empleados de la plaza, alguacilillos, veterinarios, monosabios, músicos, etc., etc.- ¡Ah!, también lo hace la Administración (Central, Autonómica o Local) por la vía de impuestos, sin contar que Comunidades Autonómicas, Diputaciones o Ayuntamientos hay que son propietarios de las propias plazas de toros.-
Y a veces, muchas veces, no fomentan la afición y se limitan a ordeñarla.- Y se podrían hacer otras cosas que, a lo mejor, también ayudarían a que las ubres a exprimir se mantengan plenas para su mejor estrujadura.-
Porque, no nos engañemos, no se fomenta la afición cuando la Administración no contempla exenciones o reducciones de impuestos para determinados festejos como las novilladas, o cuando algún Ayuntamiento o Diputación cede en arrendamiento su plaza de toros imponiendo unas condiciones leoninas en el contrato con el sólo afán de recaudar cuantos más millones mejor, lo que obliga a la empresa arrendataria a caminar siempre por el filo de la navaja y con escaso margen para invertir en buenas contrataciones de toros y toreros.- Sin embargo, se olvidan de incluir en los pliegos de condiciones que esas empresas se comprometan a organizar un número determinado de festejos para promocionar a los toreros que empiezan.- Tampoco fomentan la afición esas Administraciones que se limitan a otorgar limosnas testimoniales a las Escuelas taurinas que patrocinan oficialmente, estando más presentes a la hora de la foto que a la de firmar los cheques.-
No quieren fomentar la afición esas figuras del toreo que vetan a éste o al otro, o se vetan entre sí, lidiando más en los despachos que en la plaza y frente el toro; no pueden fomentar la afición esas empresas que olvidan los intereses del público y que ellas pueden y deben ser el fiel de la balanza frente a las exigencias de torero y ganadero, ganadero que tampoco piensa en fomentar la afición cuando se muestra dúctil y acomodaticio con las exigencias de los toreros, seleccionando sus reses sin buscar la auténtica bravura y sí la dulzura y nobleza bobalicona de las mismas.-
Son contrarios a fomentar la afición ese grupo de desaprensivos que mercadean y se aprovechan de la ilusión de los toreros noveles y les sacan el dinero de mala manera.-
Nos olvidamos de fomentar la afición esos aficionados que formamos peñas, triángulos, círculos mágicos o cofradías de variopinta denominación, cuando sólo nos dedicamos a ofrecernos festivales gastronómicos o a perseguir fotos junto a figuras o figuritas toreras.-
Fomento de la afición.- Unos porque no pueden, otros porque no quieren, otros porque no saben, otros porque se olvidan, porque nos olvidamos. -
Saber, poder y querer fomentar la afición.- Su recreo no hace falta buscarlo: vendrá por añadidura si conseguimos lo primero.-

Almería, 12 de enero de 2001. -
JOSE GARCIA SANCHEZ

13 septiembre 2006

POTEMKISMO

Nos trae Pepe García esta reflexión a causa de la verdad y lo que fue escrito ayer hoy tiene plena vigencia, y me place editarlo en el día de hoy debido a que, bien leído, quizás haya alguna punta que sacarle por aquello de los dos indultos de Murcia.
¡Pasen y lean!

POTEMKISMO

Potemkismo era, mire usted por donde, lo que el malogrado Rafael Sánchez, "Pipo", realizaba para aupar a la fama al Cordobés en el ya lejano año de 1961; potemkismo era también lo que hacían los mentores del infeliz "Platanito" pocos años después, a quien paseaban por toda España a bordo de un ostentoso automóvil – un "haiga", como se decía entonces- para hacernos creer que sus patochadas en la Plaza le deparaban incontables beneficios; en el mismo potemkismo incurren e incurrían críticos y gacetilleros –"sobrecogedoramente engrasados" previamente, como es natural-, cuando sus crónicas y reseñas se nos antojan preñadas de afectadas alabanzas y elogios, de piropos y lisonjas destinadas a mediocres toreritos; potemkismo, y de la peor calaña, el que profesan ciertos ganaderos, empeñados en convencernos de las bondades del toro manso y bobalicón, ése que se deja hacer tantas cosas sin molestar al torero, ése que a duras penas se tiene en pie pero, a cambio, hace gala de una extremada dulzura y docilidad; potemkismo avieso e infame el de esos taurinos que, aunque sea "sotto voce", claman por la vuelta del utrero a la Plaza, con la falacia de que con el novillo se recuperará emoción y movilidad; ¿y qué decir del potemkismo delincuente de los que ejecutan y promueven el "afeitado" de los toros y, encima, cual consumados maestros de la anfibología, denominan "arreglo" a tan fraudulenta maniobra?.-
Sin embargo, el peor de todos los potemkismos lo practican quienes califican de derrotistas y agoreros a todos los que se atrevan a señalar y denunciar tanta mentira y corruptela.- Y así nos luce el pelo, claro.-
En 1787, con motivo del viaje que la zarina Catalina la Grande realizó a Crimea, su ex amante, el conde y mariscal Potemkin, hizo construir pueblos ficticios a lo largo de la ruta, enmascarando así una realidad desagradable mediante tan ilusoria apariencia.-
El término potemkismo aparece, pues, en el diccionario para definir y designar esa clase de falsedad consistente en disfrazar la cruda realidad y proporcionarle otra cara tan quimérica como amable.-
Atribuirle al político ruso la paternidad de la ficción como engaño me parece -además de inexacto- pretencioso e injusto, pues muchos son los que antes de él aplicaron tácticas falaces para ocultar la verdad, como muchos son los que, sin necesidad de tal padrinazgo, lo han hecho y continuarán haciéndolo en el futuro.-
Y conste que me refiero a la verdad entendida como veracidad, como conformidad entre lo que se piensa con lo que se hace y dice, y no a la búsqueda del conocimiento auténtico del ser y del existir.- Esto es cuestión de honradez y no de ontología, que ya sabemos que alcanzar el genuino discernimiento de la realidad está sólo al alcance del imposible paradigma platónico, que aunaba en el filósofo las figuras del sabio, el místico y el político
Desde los dioses paganos -tan aficionados ellos a tomar formas y trazas variopintas para juguetear con los mortales-, pasando por las estratagemas bélicas como el Caballo de Troya, hasta el simple repaso a las hemerotecas para patentizar la incongruencia de las manifestaciones de políticos que afirmaban en la oposición lo opuesto de lo que expresan desde el poder, todo, o casi todo, es enmascaramiento de la verdad, cuando no un escarnio cínico y absoluto de la misma.-
No creo que exista un valor moral tan ensalzado ni afrentado al mismo tiempo y, en contra de San Pablo, que proclamaba que ella nos haría libres, estoy persuadido de que nada hay tan molesto, conturbador y agresivo como la dichosa verdad, y pobre del imbécil que se empecine en viajar con ella, puesto que en todas partes le harán el vacío y le tildarán de incordio, importuno y cargante.-
Por todo ello, me parece injusto y exagerado cargarle al pobre Potemkin el muerto de la astucia e hipocresía humana, y más en una época como la nuestra, que alardea de haber descubierto la realidad virtual, o sea, la realidad que no existe.-
Además, en lo concerniente a la falsía en el mundo, nadie se expresó mejor que el poeta: "Al hombre lo han mecido en la cuna de todos los cuentos". –
Almería, 7 de diciembre de 2001. –
José García Sánchez.-

11 septiembre 2006

OREJAS BARATAS

FERIA DE PEDRO ROMERO DE RONDA 2006. REJONES
OREJAS BARATAS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El primer éxito de la feria ha sido la cantidad de publico que asistió a la plaza. La Goyesca y los rejones con no hay billetes. La novillada sin caballos con una grandísima entrada. Debe ser, pues, la buena gestión, y Ronda. La ciudad romántica del sur de Europa. El romanticismo de Andalucía.
Los toros de Benítez Cubero desiguales de presentación y de juego y excesivamente desmochados. La corrida anunciada en homenaje a Alvaro Domecq Díez no tuvo una faena de relumbrón. El clasicismo de Fermín Bohórquez se emborronó en su segunda actuación. Los caballazos y la bastedad del jiennense no tienen arreglo salvo que Javier Buendía le enseñe bien. Y el arrebato del hispano portugués Ventura tampoco tuvo efectos impresionables en la concurrencia. Esto al margen de las orejas cortadas que como ya saben tanto para Curro, como para mí son despojos que tienen pulgas.
FERMIN BOHORQUEZ, cortó la oreja del primero tras colocar al bien presentado Cubero dos rejones de castigo excesivos de los que se paró el toro que era bueno. Luego todo el interés lo tuvo el hacerle las cosas por los adentros ya que el animal le ayudaba más en esos terrenos.
En el cuarto cortó otra oreja tras descordar al terciado burel. Puso un rejón de castigo con la yegua isabela. Con corrección puso tres banderillas con Libanés habiendo fallado una con estrépito. Poner las banderillas a dos manos le costó un mundo y con las cortas no estuvo acertado.
ALVARO MONTES, recibió las dos orejas del segundo al que le colocó dos rejones de castigo. Dos banderillas citando a la corveta (el caballo pega un salto sobre las cuatro patas, como en el oeste), dos al violín o lo que se haya convertido ya esa suerte. Cortas y rosas por doquier.
También se llevó las dos orejas del quinto después de dos rejones de castigo, dos quiebros, dos violines fallando uno y tres cortas al violín o lo que sea. Pinchazo y rejón.
DIEGO VENTURA, no cortó nada porque el puntillero le levantó el toro infinidad de veces haciendo enfriar a la gente, tras una labor a un novillo engordado que consistió en un rejón de castigo, dos palos buenos, otros dos al quiebro, el segundo no muy estético, cortas y tres pinchazos y uno entero.
En el sexto tardó en clavar uno de castigo a un toro bien presentado, en el que se cayeron dos, uno enhebrado. Con el caballo albino en bayo dos palos buenos al estribo, sobrio con ortodoxia de los que el toro sale rajándose. Voluntad, rosas, rejón de muerte por las tablas. Dos orejas baratas, como todas.
La corrida del homenaje a don Alvaro no pasará a la historia del toreo de Ronda.
Aquí paz y allí gloria.

EL TOREO ELEGANTE

FERIA DE PEDRO ROMERO 2006. LA GOYESCA
EL TOREO ELEGANTE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

No fueron los toros de Zalduendo ni el cartel compuesto por los hijos de Paquirri, o los nietos de Ordóñez, Francisco y Cayetano que tomaba la alternativa. Fue la corrida goyesca la que puso el cartel de no hay billetes porque lleva ya 52 años celebrándose, aunque 50 seguidos, la que amotinó gentío en las calles, congregó televisiones del todo el mundo y mucha gente guapa en los tendidos. Bueno, la goyesca y los niños guapos de la Carmina Ordóñez q.e.p.d.
En esto a la Asociación de la Prensa de Málaga a cuya cabeza está el señor Maldonado no se le ocurre otra cosa que denunciar que hay fotógrafos que no van a ser atendidos por la empresa, que regenta Francisco Rivera, para echar fotografías. A lo que yo sé, como miembro de esa asociación de la prensa de Málaga que soy, es que la empresa acreditó a los medios taurinos de la provincia, de la región y de la nación, que iban a tratar el tema taurino y a los que no, se les puso una agencia a su disposición para elegir la foto que quisieran. Además en el parque que dista a tan sólo cien metros de la plaza de toros se instaló una pantalla gigante para que todos los ciudadanos, en estimación de cinco mil personas, pudieran ver la corrida con imágenes servidas por la televisión local de Ronda. Si hay otro empresario que haya hecho las cosas mejor en eventos tan importantes como este, que lo diga.
Cuando aparecieron los hermanos por la puerta del patio de cuadrillas el gentío les pegó una ovación. Lila y azabache el vestido de Francisco. Azul cielo el de Cayetano. Feos los dos, como feos son en general los vestidos goyescos. Después la gente fría. Las ovaciones solo por méritos según la concurrencia y una que se esperaba al romper el paseíllo se la hurtaron.
El toro de la alternativa se llamó Juicioso lo marcaron al nacer en la ganadería de Zalduendo con el número 46. Fue bien presentado pero un tanto atacado de kilos. Invalido porque tenía una diarrea que no se tenia en pie, tomó una vara por los pechos del caballo y le colocaron dos pares de banderillas.
Dios me ha dado vida para presenciar muchas alternativas y en esta plaza histórica también. Dios ha querido que viera esta y no he visto otra más sentida. No sabremos qué le dijo Francisco a Cayetano, no, pero sí del abrazo de hermanos más sentido que jamás se haya dado en una alternativa. Allí iba una profunda carga de sentimiento, de historia y de responsabilidad. Allí iba el sentimiento de una familia torera. Pero si emotivo fue ese abrazo el del brindis de Cayetano a Francisco tuvo también su carga, porque el reciente matador de estirpe torera tiene un futuro por delante tan brillante que ojalá mis ojos lleguen a verlo retirarse.
Luego el toro se rajaba y en el tercio del seis le cuajó una tanda buena de naturales y dos más, despacio. A este toro histórico lo mató de una trasera y caída que le dio para dos orejas.
EL 119, el cuarto, tomó una vara con genio, galopó en banderillas y nada más que abrir la faena ya fue una explosión de elegancia, con pases ajustados. Al comenzar el trasteo por el izquierdo estuvo a punto de ser cogido, entonces se encorajinó sacando la casta que lleva su sangre y nos deleitó con una serie de muletazos llenos de quietud y emoción. A partir de ahí se sucedieron los momentos de elegancia y plasticidad por ambos pitones, más en el toreo superficial que en el fundamental pero que nos pusieron a todos en el camino de la dimensión de este Rivera Ordóñez llamado Cayetano. Por degollar al toro la gente fría solo le pidió una oreja.
Curiosamente en el que cerraba plaza fue donde dio Cayetano la dimensión de un torero recién alternativado. Es decir donde se le vieron las lagunas. No es que lo anterior pese a la emoción fuera un conjunto armónico y bien orquestado, no, fueron momentos de elegancia, y al burraco le enjaretó suaves lances de capote a un toro que cumplió en los dos primeros tercios y que brindó a su abuelo Antonio que está enterrado enfrente de la puerta de Toriles a dónde se fue a ponerse de rodillas. Las buenas condiciones del animal se le escaparon al entendimiento del toricantano al que no pudo tomarle bien las distancias. Aún así nadie le va a quitar la presunción de llegar a ser un torero importante y además elegante.
Francisco Rivera Ordóñez banderilleó a dos toros con soltura, en unos pares ajustándose más y en otros menos, pero siendo más completo el tercio al tercero, toro en el que se volvía al orden de antigüedad. El segundo toro de la tarde, uno alto y largo, que fue violento por el derecho pero bueno por el izquierdo, le pesó no estando a su altura. Con el tercero de la tarde estuvo pesado el chaval haciéndole todo lo que le hizo con vulgaridad. Aún así el público muy agradecido le entregó las dos orejas. Y para el sopor un viejo camión de bomberos refrescó la arena tocando la sirena y la campana como si se tratara de un cochecito de feria. Con el quinto estuvo bien a la verónica en el recibo capotero, con cuatro, una media y la larga. Y la faena como todas, vulgar, de donde se entresacan tres magistrales pases de pecho, mató mal y no se llevó orejas. De todas formas con todas las cortadas, (creo que siete u ocho, no es algo que me importe en una corrida de toros) ninguna de importancia, ya tuvieron los dos hermanos par un guisado.
Aquí paz y allí gloria.

09 septiembre 2006

EL APERITIVO DE LA GOYESCA

FERIA DE PEDRO ROMERO 2006. NOVILLADA ECONÓMICA
EL APERITIVO DE LA GOYESCA
Por Agustín Hervás

Los ganaderos reunidos en familia en el palco de La Maestranza de Ronda pedían las orejas para los chavales, Carlos vociferaba, pareciendo que en ello le iba la vida, para inquirir del presidente una oreja más, y es que según como anda ahora la ganadería de Núñez todos los esfuerzos son pocos aunque pareciera que pretendían salvarla en la plaza y no en los tentaderos. A otros no sé, a mi me pareció un espectáculo bochornoso e inmodesto. Luego en realidad los herederos del otrora magnífico ganadero trajeron seis erales bien presentados para la ocasión pero de un juego variado. El primero bronco, el burraco segundo se dejó más, el tercero tardo, el cuarto inválido, el quinto y el sexto buenos y nobles.
GINÉS LOPEZ de Granada se preocupaba más de buscar las posturitas para quedar bonito y de hacer las tonterías que un día Pepito Arroyo les enseñara, que de torear y entender al chorreado eral. La tontería fue la de tirar el estaquillador y ponerse a torear con la derecha a la manera de naturales que fueron desairados. Mató mal.
MARIO DIEGUEZ de Coria se equivocó en el planteamiento de la faena, - natural es un chaval que empieza – le acortó las distancias cuando el burraco no quería nada en esos terrenos y cuando vino a darse cuenta ya se había acabado el novillo. Otro que mata muy mal.
JUAN CARLOS CABELLO de Fuengirola se presentó en Ronda con dos verónicas, un farol y una revolera del gusto de la concurrencia. Luego en la muleta otro que se equivocó en las distancias. Corta la primera oreja de la tarde después de un pinchazo porque resbaló el estoque en un arponcillo de la banderilla. Estocada. Aviso y dos descabellos.
EDUARDO REYES de Ronda se ponía muy afectado cuando iba a interpretar lo que a el le han dicho que es el toreo, cosa que le salvó la invalidez del listón, con todo hubo algunos muletazos buenos recibiendo otra oreja después de matar de media tendida, un pinchazo y una estocada. Pues no de mejor manera que los dos primeros novilleros mataron, pero el paisanaje es así y pidieron la oreja.
En realidad esta novillada sin caballos, aperitivo de la feria, me interesaba por ver al chaval de Fuengirola del que me habían hablado bien, y lo que son las cosas me encontré con uno que se llama JONATHAN LOPEZ y que también es de Ronda, pero verán para empezar es un chaval enjuto y pequeño, que tiene los pies planos y se peina con raya, yo dije, este va a ser, y efectivamente fue el que me emocionó porque estuvo en novillero. Lo desarmó el mejor novillo de la tarde, cinco veces, no importa, ya agarrará bien la muleta. Pero tiene unas ganas y un pundonor que ilusionan, por eso me gusto, al margen de que ligó algunas buenas series de muletazos. Mató mal, mal y le dieron otra oreja.
MIGUEL ANGEL DELGADO de Ecija acudía a Ronda con el beneplácito de ser un chaval a tener en cuenta y aunque cortó orejas, para mi no estuvo bien. Con el capote pegó tres trapazos de verónicas y con la muleta no se acopló dando la sensación de vulgar. Es el más joven de los seis y habrá que volverlo a ver. En su favor que fue el que mejor mató, de una estocada.
Aquí paz y allí gloria.

07 septiembre 2006

EL NIÑO DEL CHÉ. O la decadencia de Barcelona.

EL NIÑO DEL CHÉ. O la decadencia de Barcelona
Por Agustín Hervás.

Arsenio es un vejete al que le cuesta articular palabra y sin embargo musita. La barba le crece rápido y la de ahora tiene tres días. Es grisácea. Fuma Celtas Cortos y confieso que no creía que este tabaco lo vendieran aún. El labio inferior lo tiene amarillo, o morado, o yo que sé. De ese color raro que produce la nicotina en semejante lugar encallecido. El pitillo cuelga de el. Cuando articula o abre la boca, y cada vez que junta palabras, apenas audibles, por milagro, no se le desprende de los labios. Lo que sí se desprende es la ceniza que le pone perdido el pantalón. De vez en cuando se lo quita de entre los labios y con el dedo Meñique, que también lo tiene amarillo, hace desprenderla. Los ojos acuosos. No es de nada, es de la vejez. La mirada fija y el gesto contento porque tiene delante un vaso de vino que bebe con tiento para que le dure. Casi toda su vida de ayuda de mozo de espadas. Ningún oficio mejor en el mundo.
.- ¡Qué no han visto mis ojos! –mueve la cabeza de arriba abajo –
La expresión de su gesto con ese movimiento es una enciclopedia. Aunque con retranca Arsenio habla de lo taurina que era Barcelona, a la que conoció brillante y esplendorosa. Casa de toreros y tierra donde se decía la verdad en sus plazas. Así tenía que ser por historia.
.- Nadie mentía. Todos eran puros. Toreaban más bien que Dios. Pero en el otro siglo fueron mejores tiempos.
El viejo se refiere al siglo XIX, su padre le contaba maravillas de la Barcelona taurina por excelencia. Con varias plazas de toros activas a la vez. Barcelona se hace taurina por causa de la industrialización. En la Ciudad habitaban los obreros que habían llegado de diferentes partes del país y de la propia región y con ellos: tradiciones, costumbres y fiestas, y la de los toros arraigó profundamente.
Arsenio es hijo de emigrante. El sexto de la familia. Por delante de él cinco hermanas, por detrás otro varón que murió en el bombardeo de la horchatería del Tío Ché.
.- ¿Durante la guerra? - le pregunto –
.- Yo tenía 10 años - me responde –
Supongo que fue en los días de los primeros bombardeos de Barcelona.
.- Mis padres, y todos en el barrio vivíamos en condiciones pésimas – se le zarandeó el cigarrillo al pronunciar pésimas, pensé que se le caía, hábilmente lo sujetó con el labio superior – mis hermanas apretaban y mi padre no sabía qué era una cama. Trabajaba todo el rato. Se trabajaba sí, pero no se vivía. Hoy se vive y no se trabaja. ¡Mester ver!
Eran aquellas unas gentes frustradas pero también guardaban en el interior de sus corazones su hálito de esperanza.

.- ¡Mester ver! - repitió - convivía entre todos nosotros la realidad mísera y el sueño de gloría. Por eso quise ser torero para salir de la miseria y ayudar a mi padre con los caprichos de las hermanas.

En esta sociedad de miseria y sueños arraigaron los espectáculos de toros. A través de la valentía, con rapidez, llegar a la gloria, a la dignificación de la vida.
Es la filosofía de Felix Grande, aquella que da explicación a la irracionalidad de la tauromaquia, la que emerge en esta triste sociedad barcelonesa. El torero, que representa al pueblo empobrecido, vence al mal que es el toro negro de la vida y que diariamente significa la insatisfacción que le rodea. El pueblo aplaude el triunfo del torero y lo abronca en el fracaso. Es la constante dualidad humana.
.- Mi vida no era más que una eterna insatisfacción. Quise alcanzar lo que no tenía, pero no llegué. Una vaca me quitó mi destino.
Arsenio suele decir que aquella vaca maña, con un pitón le quitó su vida, con otro le dio el pan, porque de allí vivió el mundo del toro como quizás ningún otro personaje del toreo lo viva. Pasando los mismos miedos que los toreros pero sin ponerse delante y las mismas alegrías en conjuntas celebraciones.
.- Cuando el mataor triunfaba todos habíamos cortado orejas. Cuando le pegaban una bronca era a el sólo a quien se la habían pegado. Eso es así. No se cambia.

Dice Arsenio que su padre había conoció a un vecino, anciano ya, que estuvo presente en los disturbios del 35 – del anterior siglo – cuando la gente se echó a la calle después de ver lidiar seis mansos en la plaza del Toril. Pero que lo que recuerda con más cariño de todas las tardes que en Barcelona sirvió espadas fue la despedida del niño de Bienvenida, de Antoñito.
Antonio Bienvenida se despidió del toreo en Barcelona el 18 de septiembre de 1966. La corrida fue de Alipio Pérez y en el cartel estuvieron Miguelín y El Pireo.
.- El niño toreó más de cincuenta corridas en Barcelona. La mayoría con gran éxito, porque Barcelona era una plaza que daba mucho ¿sabe usted? – y le pega un trago al vino –
Continúa en balado en su recuerdo con la mirada puesta en un punto fijo de la habitación donde hacemos la entrevista.

.- En el toro se aprende mucho de la vida, lo dijo Antoñito, porque el toro es violencia. Es bondad. En el toreo hay templanza, hay maldad, hay dolor. El toro significa triunfo y fracaso. – hace pausa y suspira – Y todo esto es la vida.

Arsenio murió a la edad de 80 años, pocos meses después de hacerle la entrevista.
No pudo terminar de contarme las cosas que sabía sobre el plumilla Ventura Bagües. Y las anécdotas con todas las figuras que hicieron el paseíllo en la plaza de Barcelona. De Manolete al que una tarde antes de hacer el paseíllo un pájaro se le cagó en la Montera. De Ordoñez que se encaró con un picador porque el caballo, desbocado le pegó un arreón y a poco lo tira al suelo. Que Finito, me dijo, era mejor de novillero que de matador. Que Antonio Barrera es un chaval a tener en cuenta, que se pone muy de verdad y le han pegado mucho y mal los toros. Que el Marín perdió el paso cuando hace unos años quisieron apoderarlo los Camará y él no quiso. Y que jamás olvidará a Puerta, Camino y el Viti. Del Cordobés me tenía que haber hablado mucho, pero no sé si bien o mal.
A Arsenio se la "traía floja", así me dijo, el congreso organizado por los subordinados de los taurinos, "esos de la plataforma". También que según se dice hubiera 700.000 aficionados a los toros en Cataluña, el 11% de los catalanes. Que cuatro de cada 10 prohibirían las corridas. Arsenio opina que eso son pachorradas. Que los políticos pueden prohibir y que nosotros podemos votar y que lo que el pueblo sienta se hará. Que le parecía una putada lo de los menores que no pudieran ir a los toros. Y que los periódicos son todos unos vendidos a quien les paga.
Me dijo:
.- Yo amo Poblenou porque es mío y porque así lo siento. Lo viví, lo lloré. Jamás he sentido el toreo como lo he sentido en esa plaza de toros. Si me quieren arrancar la vida que me la arranquen, lo hicieron con mi hermano en el 37. Pero lo que no me arrancarán es la honra de haber sido y sentirme torero. ¡Torero de Barcelona!.

Todo aquello que el Niño del Ché (apodo torero en honor del lugar donde murió su hermano) había definido como la vida se lo llevó litro y medio de gasoil que se bebió en una cuneta. El forense me dijo que esa muerte es horrorosa. Que te quema el estomago y derrite los pulmones.
¡El toreo es grandeza! ¡Que viva el toreo Ché!
Quizás lo ultimo en toreo que vieran sus ojos fue el festival taurino del 8 de abril de este año. Lo que sus ojos no hubieran querido ver es el deterioro al que, los hijos del gran Balañá, sometidos al poder político y a la humanización de la sociedad catalana, han llevado la plaza de Barcelona. La aberración de aquellos que pagan la plataforma defensora para salvarse ellos mismos. Es decir los taurinos para salvarse entre ellos, no para salvar la integridad y la pureza de la fiesta.
Arsenio, El Niño del Ché, aun con respeto no hubiera querido ver carteles en la plaza que le hizo más feliz, con toreros secundones y de última fila. Yo sé que Arsenio, de tener poder, ¡pobre mío! hubiera hecho lo posible taurinamente hablando porque hoy día no tuviera sentido la Ley de Protección Animal, cuando aún nos matamos entre nosotros esgrimiendo éticas diferentes. La nueva ley de protección de los animales. Y tampoco hubiera consentido La Corrida Moderna de Távora.
.- ¿Que Távora ganó un pleito al ayuntamiento? – me preguntó –
.- Sí lo ganó – le contesté – porque como había un rejoneador en su espectáculo lo prohibieron y lo indemnizaron luego.
.- Ese chico del teatro no hace más que poner lo que ve en España.

Y a lo mejor llevaba razón. Que las sociedades ceden valores en beneficio de otros valores. Lo que ocurre es que para muchos, esos que nos quieren imponer, ya no son valores... quizás suicidios lentos.
¡En tu gloria Ché, en tu gloria!

04 septiembre 2006

ARREOS A LA VAQUERA

Estos de la izquierda son distintos cabezales vaqueros con varias embocaduras según la sensibilidad del caballo en la boca.


Esta de abajo es la montura vaquera, la parte delantera solo es una perilla, la sujeción hay que hacerla sobre las rodillas para guardar bien el equilibrio no tiene ventajas sobre la mixta.
Esta es la montura mixta. La parte delantera es como se ve de forma corrida lo que posibilita encajar las piernas y sujetarse para guardar el equilibrio mejor, tiene más ventajas para el jinete.







Nota: las fotografias son tomadas de la web domavaqueradigital.com

MONTAR A LA VAQUERA

MONTAR A LA VAQUERA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El niño de Leonardo, Leonardo Hernández no usa zahones cuando torea a caballo y eso es como ir medio desnudo. Es como si el torero por ir más cómodo no usara la chaquetilla. El hijo de Leonardo atenta contra el decoro en el arte de torear a caballo y rejonear. Además el niño de Leonardo usa los bocados según los introdujo Pablo Hermoso a quien sustituyó en Palencia. Con Camas (par de patas del bocado) más o menos largas según la boca del caballo y sin lunetas (parte en forma de luna que une las Camas del bocado). Además Leonardo hijo, como casi todos los jóvenes rejoneadores, usa por sistema la montura vaquera mixta que les da más protección y más ajuste con el único motivo de caballear más y templar menos, así se evitan que se caigan del caballo cuando andan dando caballazos por esas plazas. Leonardo hijo, con 17 añitos, debería ir teniendo claro si quiere ir de feria o a faenar. Es decir si quiere ir de feria puede ir sin zahones, pero si va a faenar con monturas destacadas en plazas destacadas debe llevarlos. Es determinar si quiere llevar traje corto, o traje campero llamado vaquero. Otra cosa que "er niño hase" imitando al navarro, es echar pie a tierra sin haber doblado el toro con lo que se ve desairado en múltiples ocasiones. "Ar niño" en Palencia le regalaron las dos orejas por una entonada actuación en el sexto y de vacío en el tercero por pinchar al toro de Sánchez Cobaleda después de una actuación inconscientemente arriesgada en las piruetas y medias vueltas en la cara del toro que tocó nada más, a Dios gracias, al caballo en varias ocasiones.
Los toros de Sánchez Cobaleda, exageradamente desmochados, no dieron buen juego en general. Los rejoneadores tuvieron que arriesgar sus caballos, a veces inútilmente ante animales tan poco propicios para el arte ecuestre. Por ejemplo a los caballos de Diego Ventura en el segundo de la tarde en actuación más precipitada siendo la del quinto una faena más centrada y mejor urdida. Recibió dos orejas baratas en el segundo y deberá cuidar de impedir que Guaraní cocee a los toros cuando estos le besan las nalgas. Claro que Ventura lo que deberá hacer es emplear la técnica propia del temple para que ningún toro tope a sus caballos. En su descargo que el toro segundo embestía a arreones.
Montar a la vaquera que es estilo principal de la monta en Andalucía y por extensión en España es lo que hace Fermín Bohórquez. Se monta a la manera andaluza y se monta a la manera portuguesa o a la mejicana o a la vaquera americana, léase la de los chicos de vacas americanos. También se puede montar de otras formas, pero el hecho de la monta conlleva la doma del caballo. A la manera andaluza vaquera para arrear el ganado bravo, al estilo portugués, señorial y elegante que se deriva de los estilos ecuestres que llaman a la Federica. Y a las formas americanas. Montar a la inglesa es otra cosa debido a que es una forma más propia de paseo que de manejo de ganado.
Fermín Bohórquez se viste con traje corto completo incluidos sus zahones. Viste a la forma campera de la tierra. Usa monturas vaqueras que necesitan de más pericia y sujeción de parte del jinete y emplea en sus caballos bocados vaqueros que no ofrecen comodidad al manejo de la mano del caballero cuando la emplea sobre la boca del animal. Es ahora este rejoneador jerezano el más puro en sus formas, tanto en la presentación como en el toreo en sí. ¡Quién lo diría! Hemos conocido la juventud de este rejoneador dando caballazos por doquier para abrirse paso en este mundo. Ahora para general satisfacción del aficionado al toreo a caballo emplea más la pureza pese a que en Palencia no cortara nada más que una oreja del cuarto en cuya faena usó muchos caballos para intentar hacer algo con el toro excesivamente quedo, entre ellos una yegua de capa Isabela que no reunía lo suficiente para guardar estética y manejarla bien.