18 agosto 2012

TORO AL CORRAL


Mansada de Alcurrucén en La Malagueta
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Málaga, 17 de agosto: PERERA CORTA UNA OREJA BERBENERA Y PONCE REAPARECE TRISTEMENTE.

A veces ya se sabe que no hay Dios. O al menos eso pensamos los mortales cuando las cosas se nos tuercen de tal manera que pareciera juntarse el cielo con la tierra. Quizás eso debió sentir Salvador Vega esta tarde pues vio como la presidenta le sacaba los tres pañuelos en el quinto toro y a punto estuvo de sacárselos también en el segundo. No ha sido la tarde del malagueño en cuanto a los aceros. Deberá castigarse y cumplir penitencia de práctica indefinida con las espadas. No se pueden fallar las dos faenas más intensas y más enjutas de la tarde de esa manera. Lo que debieron ser faenas de oreja, se tornaron en silencio y bronca. Pero ¡qué intensa e interesante fue la del manso segundo en los medios hasta que se rajó!. Pero ¡qué trasteo para aficionados nos brindó en el quinto al que le arrancó los muletazos propiamente del hocico!. Largo trasteo si, y ese fue su sino, pues al final esta profesión se sigue llamando la de matador de toros. El devuelto al corral fue cacheteado al final por Victoriano Cañas en la misma puerta grande.

Fue el triunfador de la tarde Perera, si triunfar se puede llamar a cortar una oreja al toro más potable del encierro, el tercero, sin ver prácticamente nada por el pitón izquierdo y rayando el suficiente en el toreo en redondo que como ya es habitual en este torero tiene defectos en el cite y en la colocación. La emoción la pone colocado en las palas de los pitones y para más INRI le propina una estoca caída, lo avisan, y el toro termina con una agonía innecesaria que el sabio Mundo Feliz de La Malagueta, confunde con muerte de bravo y aplaude.

El reglamento debería modificarse en este sentido pues esas agonías de muerte son injustificadas y crueles, como crueles son los múltiples descabellos a los que son sometidos los toros sin ninguna impudicia por matarifes (que no matadores) de toros. Este es, así lo reconocemos los aficionados, un espectáculo cruento pues hay muerte en él, pero nunca debe ejercerse con el toro una violencia innecesaria, y llegados los casos que hoy denunciamos, nunca se debe ser cruel con el animal.

No hubo historia que contar en el sexto al que el extremeño pasaportó de pinchazo, media y descabello.

Que aplaudieran a un toro en agonía confundiéndolo con uno bravo no fue la única lección de sabiduría taurina del público malagueño en esta tarde. Se atrevieron, en un arrojo de clarividencia, (que viene de la palabra inglesa clever), aplaudir en el arrastre al segundo y al tercero que fueron respectivamente toros mansos en los dos primeros tercios y rajado el segundo.

Sin embargo esta tarde fue triste para el poncismo que esperaban ver de su maestro una reaparición de ensueño. No le gustó a Ponce el pitón izquierdo del primer toro y por el derecho anduvo hecho un mecano, repetitivo, simple, en el mismo corte de toda su carrera, sin un aliento de vida nueva. Y el maestro de la poncina, que no practicó hoy, veremos a ver mañana, después de pasaportarlo de pinchazo hondo, estocada corta y aviso, se permitió despreciar la toro muerto como diciendo “anda ya prenda”. Gesto feo para una figura del toreo. Con el cuarto no quiso hacer el esfuerzo de someterlo. Eso es para principiantes que él ya está muy mayor.

La corrida de Alcurrucén correcta de presentación, bajaron el primer toro, terciado, y el cuarto feo por mal hecho. Toda descastada. Primero manejable sin clase y sin humillar. Segundo manso rajado. Tercero manejable. Cuarto de media arrancada y parado. Quinto mirón quedándose debajo del engaño. Sexto sin clase.

Se guardó un minuto de silencio al inicio por la muerte de Cayetano Utrera Rabasa, aficionado contrastado y ex alcalde de Málaga.

¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Verbenera!!!!