COMO SI LLEVARA 50

Fortes. Como si llevara 50

Por Agustín Hervás

Onda Cero Radio

Málaga, 18 de agosto. CON UNA IMPRESENTABLE CORRIDA DE EL PILAR, PITA FORTES, MORANTE SE ADORNA Y PONCE SE CABREA.

No parece de figura del toreo que Ponce se enfadara porque el presidente no le concediera la oreja del cuarto de la tarde. Llevaba razón el presidente. Igual que no parece de figura del toreo que el toro se le arrimara a la barriga y el se mirara la mancha de sangre como diciendo ¡cuanto me he arrimao! Pero esto pasa en la decadencia de un torero. Ve cosas que nadie ve, habla cosas que nadie cree, y da explicaciones que nadie entiende porque eso si, torear no toreará pero saludar en el callejón, saluda más que la jaca de Peralta. Debe ser que cuando uno se hace mayor le ocurren estas cosas, y debe ser, como le pasa a la gran mayoría de los toreros viejos, que no saben cuando se tienen que retirar porque, como es el caso de Ponce, no tiene la medida de la faena, es decir del tiempo que tiene que durar en activo… y seguramente se irá cuando no le den el dinero que pide. Trasteo al primero fácilmente pero con una sosería pasmosa. Y trasteó al cuarto con dos mil muletazos sin decir nada. Solo de capote en este toro estuvo bien. Pobre balance para cuatro toros en la feria.

Morante. Aire fresco entre tanta vulgaridad

No quiso ver Morante al quinto de la tarde, remiendo como el cuarto de Juan Pedro Domecq, la verdad es que pese a los pitos, el sevillano llevaba razón. El toro no valía un pimiento por descastado. Pero vimos al estético Morante en el segundo. Gusto, gotas de arte. Exquisitez, que por fortuna nos refrescaron de tanta vulgaridad como llevamos vista en esta feria.

Fortes dando la vuelta con la oreja del tercero

La tarde fue, no solo por el trofeo cortado, sino por la disposición, la entrega y el temple, del malagueño Jiménez Fortes. Salió en el primer toro de Morante a hacer un quite de cuatro chicuelinas templadas, y le replicó Morante con cuatro también, dos de ellas feas y las otras dos borraron las otras cuatro del de Málaga. Pero ya dijo “aquí estoy yo”. Después en el tercero del encierro, templó, midió bien las tandas, y planteó la faena en los exactos terrenos del torito y cobró una estoca a ley que por si sola valía la oreja. Pareció que el chaval tenía toreadas 50 corridas de toros, parecía que se quería comer a los pedazos de toreros que tenía junto a él, y lo consiguió, hasta le sobraron migajas para dárselas de comer al manso sobrero corrido en sexto lugar, que cuando las probó se rajó sine die. La dimensión de Fortes esta tarde en su plaza ha sido de tal calado que sorprendió a propios y a extraños, que le auguraban, si nadie lo estropea, un feliz futuro.

 Primero de El Pilar

 Segundo

Tercero de El Pilar

La corrida de El Pilar remendada con dos juanpedros, mal presentada y descastada. Pitado al arrastre el primero, un toro anovillado por escurrido, descastado que se echó dos veces antes de entrar a matar Ponce. Segundo grande, feo, culo pollo, noble de más a menos. Tercero impresentable novillo, aplaudido al arrastre, manejable. Sexto, devuelto por poca fuerza. En realidad devuelto por las presiones de un sector del seis, que por fortuna existe en esta plaza, que se desmarca del patético Mundo Feliz. Cuarto y quinto de Juan Pedro, correctos de presentación, el cuarto más lavadito de cara. Sin fuerza el cuarto, descastado el quinto. Sobrero de Parladé, manso rajado que recibió pitos al arrastre.

Cuarto, remiendo de Juan Pedro.
Juan José Trujillo de la cuadrilla de Fortes, de escándalo con el capote y con las banderillas. Saludó en el quinto. Martín Blanco también de la cuadrilla de Fortes, muy bien con el capote.

¡Aquí paz y allí gloría!

La corrida de hoy junto con la de El Juli, congregó a más público que en el resto de la feria, lo que demuestra que la gente quiere ver lo que quiere ver. Eso si, ni Morante, ni el madrileño llenan, luego habrá que replantear, en tiempos de vacas flacas, los dineros de los preofesionales, de todos.