Paseíllo en Linares
REJONES-CIERRA LINARES por Gil de O.
Media entrada ha sido la respuesta de la afición de Linares al cierre de la Feria de San Agustín 2012. El muy continuado cartel del último lustro Fermín, Pablo y Ventura, ha vuelto a repetirse; y a fé que personalmente no lo desestimaba, ya que la presencia de Bohórquez nunca la consideré fuera de lugar. Por otra parte sus “murubes” si que me produjeron la repulsa consecuente de una crianza de servicio; y eso no es el Toro de Lidia. De forma que da un paso hacia adelante e importantísimo con el Caballo, mientras que con el toro retrotrae lo fundamental que es la bravura, y por consiguiente la casta y la agresividad no programada, para ofrecerla tontuna y colaboradora. En el tercio final los alardes sobre “las monas” me han sobrado. La presentación, de no ser por el desmochado, que no despuntado reglamentario, la hubiésemos calificado de impecable. Dos toros devueltos. A destacar las embestidas violentas a la cara al sentirse el hierro de muerte, lo que significa que el ahogo a que son sometidos por los maestros del rejoneo cara a la galería están fuera del orden de la lidia.
Fermín Bohórquez
Fermín Bohórquez con intención de incorporarse a la dinámica actual del Toreo de Rejones, introduce pasos y alardes en caballos clásicos de su cuadra, lo que al no ir con su forma de sentir el Toreo, suena a estrambotes fuera de lugar. Hay que destacar a “Rubia” de salida, por delante sobre los dos pitones, abriendo los espacios, buscando atemperar templando la embestida; a eso se le llama correr y parar los toros. “Melero” tordo “rodao” de pelo, aclarándosele por momentos, viene reciclado de la suerte de matar, de la qué Fermín lo ha sacado; según el decir, parece ser que coloca la cara demasiado -no lo entiendo- pasándolo a centrar sus actuaciones a dos manos; “Melero” lo pongas donde los pongas, siempre será un buen torero. Oreja y silencio.
Pablo Hermoso
Pablo Hermoso de calañés, azul con cabos y remates negros da vida al Rejoneo en todas sus actuaciones; incluso en alardes se le aprecia cierto gusto, lo qué de no venir precedido de auténtico Toreo de a Caballo, estarían de más para esta pluma. “Villa” (hijo de Villa) tordo “rodao” vinoso con crineras negras se asienta de salida, aunque siempre en caracoleo aunque por los dos pitones; “Van Gost” ese castaño oscuro tocado de lazos blancos a lo “Silveti” -se ha quedado en América- pasa el pitón con facilidad sublime; de “Chenel” ¿qué decir? Inconmensurable, templando a dos pistas, de costadillo cuando el terreno lo exigía y clavando en la suerte contraria y en el platillo; de sus mejores días. “Pirata” ese gran caballo de matar qué vino a sustituir a Sármata, tordo con lazos rojos y blancos, a cubierto su compromiso con facilidad y largueza a dos manos, cortas y con el rejón de muerte, quedándose en la suerte hasta una eternidad. Oreja y oreja.
Diego Ventura
Diego Ventura, da confianza a “Buenavíbora” convirtiéndolo en primera línea; todo un as del recorte por ambos pitones, para abrirse según se medían los pies de los “fermínes” -hoy cuatro- lo que ha permitido la entrada de “Girasol” Y “Oro”. Una vez más con “Nazarí” en batidas qué han querido ser quiebros, precedidos de unas aproximaciones tierra a tierra, paradas a la raya para corregir tranco una vez dentro de la suerte, ha llevado la faena del primer “bohórquez” a límites inenarrables. “Pegaso” a más por momentos, envolviendo, metiendo la cara y aguantando en el estribo, sea clavando o sin clavar, y transmitiendo a los tendidos la grandeza del Toreo de Rejones. “Remate” en lo más excelso de la temporada, con balancines sin estridencias, citando en corto y batiendo dentro de esa variedad de parar para corregir, dando sensación de más riesgo aún, que el más puro de los quiebros. Con “Califa” castaño de lazos esmeraldas, y en ambos toros con exceso de telefonías y tocaduras irrespetuosas, sendos rejonazos traseros, antes de perfectas cortas dando espacio y atacando la suerte por derecho. Dos orejas y silencio.
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