MUCHAS OREJAS PARA TAN POCA ESENCIA

Defensor de la fiesta. Mario Vargas Llosa

MARBELLA. MUCHAS OREJAS PARA TAN POCA ESENCIA.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Un total de diez orejas se han cortado hoy en la plaza de toros de Marbella, trofeos que no han correspondido con la realidad de lo realizado en el ruedo, no por ganas de los toreros, sino por los toros de la ganadería de Salvador Domecq que en líneas generales se pararon en el último tercio. Otro de los imponderables de la tarde fue el desagradable viento de poniente que molestó hasta la desesperación los trasteos.

Los toros de Salvador Domecq de correcta presentación resultaron: primero parado, segundo se quedaba corto, tercero de mas a menos, cuarto noble pero sin fuerza, quinto parado y sexto complicado.

Intrascendente fue la faena al primer toro de El Cordobés pues resultó ser un semoviente más se que moviente, y por una estocada le cayeron dos orejas. En el cuarto, el más flojo del encierro pero de noble embestida Manuel Díaz le imprimió su fiesta particular para conseguir el favor del publico y por otra estocada, otras dos orejas. 

Rivera Ordóñez firmó un tercio de banderillas, en el quinto toro, de importancia, riesgo y valor. El primero de dentro a fuera, bueno. El segundo de poder a poder cuadrando bien. El tercero yéndose por dentro y con alto riesgo. En la faena de muleta debió de tirar de recursos efectistas para poder animar al personal que se le entregó. A causa de los pinchazos solo cortó una oreja en cada uno de su lote. En el segundo, toro de corto recorrido, se metió entre los pitones y en la corta distancia lo manejó.

El Fandi estuvo muy decidido en el ultimo de la tarde, el toro complicado de la tarde, y bien pudo aliviarse ante las serias dificultades que el animal planteaba. Cabeceaba, buscaba zapatillas y rebañaba. Pero el granadino tiró de pundonor y de oficio, hasta que dominó a la fiera que terminó parándose. En banderillas estuvo vibrante y poderoso, en ambos toros. Se lució con el capote quitando al tercero, toro que brindó a Mario Vargas Llosa: “va por usted, defensor de la fiesta”, luego anduvo aseado con el de Salvador Domecq que se dejó de mas a menos. Mató de sendas estocadas.

¡Aquí paz y allí gloría!

Manuel Díaz El Cordobés

 Rivera Ordóñez en el tercio de banderillas

 Rivera Ordóñez pinchando

 El Fandi por chicuelinas

El Fandi saliendo de un par de banderillas