12 agosto 2012

EL CASTIGO DE PUYANA


Cada uno por su lado
MALAGA, REJONES
 Agustin Hervás
Onda Cero Radio

Sabemos que Oscar Chopera había pedido permiso a la Diputación para cambiar una corrida normal por una de rejones pues parecía bien que en una tierra donde se ama al caballo y se le estima por lo que vale se programaran dos corridas de rejones. En apariencia el costo de este espectáculo es menor que el otro. Valga pues la excusa para su programación feria. Sin embargo en el trasfondo de la cosa lo que subyace es un castigo empresarial. Como el maestro Puyana, director de la banda de música, con propiedad, director de la sinfónica, por numerosa, se erige motu proprio en manijero del tempo musical, Oscar decidió su castigo incluyendo en la feria dos corridas de rejones, donde está obligado el maestro a tocar en todos los tercios de banderillas que ejecuten los caballeros, tercio que como se sabe se iguala al de muleta en una corrida a pie.
Sepa el lector que el introito viene a cuento debido a la gran aceptación que tiene la música en La Malagueta en todo el orbe taurino, y que la música en bastantes ocasiones pone al espectáculo lo que el no da en el ruedo. Pues igual que hoy,
Sergio Galán
La primera corrida de rejones de la feria ha sido aburrida, decepcionante y poco edificante para la tauromaquia equina. Ya se sabe que el listón en el rejoneo está muy arriba debido al magisterio de doma, monta y disciplina que le imprimió Pablo Hermoso de Mendoza, y que la tabla comparativa se minimiza cuando aparecen otros rejoneadores, menos avezados o menos ”clausus” que el citado. En  líneas generales la tarde se les ha ido a Sergio Galán, Moura hijo y el debutante local, José Antonio Mancebo, dando caballazos e intentando nulas embestidas de los toros de Terrón los cuatro primeros y dos de Murube. Parados, descastados, sin un atributo de violencia a Dios gracias y pensando en el paisano Mancebo, el menos toreado. Nada emotivos, la verdad.
Mancebo
Con oficio el castellano Galán que dio sendas  vueltas al ruedo en su lote. Con poca pericia el portugués al que le costaba construir faena, y con demasiada puesta en escena, falta de doma en las bestias, pero con un gran coraje competitivo, José Antonio Mancebo. A estos dos se le silenciaron sus labores por fallos con los aceros.
Moura
Los rejoneadores se empeñaron en poner dos rejones de castigo lo que contribuyó a la merma de movimiento en los toros
Denunciar, el empleo sistemático de monturas mixtas, de bocados con pilares exagerados, de gamarras y de martingalas. Novedoso que Moura sacara un caballo con embocadura Pelham a cuatro riendas disimuladas en triangulares asidos al pecho petral con dos gamarras.
La presidenta Romero, en su papel. Permisiva con el exceso de hierros clavados, implacable con los avisos, y aguantando orejas por inmerecidas peticiones.
¡Aquí paz y allí gloria!
Sergio Galán con oficio


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