FOTO DE ABC. MORANTE VESTIDO DE BUTANERO CON LA OREJA DEL CUARTO.
Ayer en La Maestranza Morante de la Puebla, a la que acudió vestido de butano e hilo de enfermería, demostró su genialidad como torero pero también su poca catadura como persona. Nunca mejor vino a pelo aquello que dijo el sabio griego Pítaco de Mitelene: “Si queréis conocer a un hombre, revestidle de un gran poder. El poder no corrompe, solo desenmascara.”
Morante de la Puebla se sabe de un gran poder, su carisma y genialidad torera lo avalan, y ese gran poder lo ha descalificado como hombre porque perdió los papeles ante la autoridad presidencial exigiendo algo que nadie había pedido y que por otra parte no se merecía, una oreja, una simple y mortal oreja, un despojo, al que Morante no le tiene simpatía porque cuando lo recibió en el cuarto, lo tiró a la arena junto a la barrera después de enseñarla al público. Una figura del toreo, un hombre que se juega la vida, nunca debe mostrarse así aunque la rabia se lo coma por dentro. MORANTE DEBE PEDIR PERDÓN, por sus pecados, para seguir siendo el ídolo moral que significó para sus acólitos.
Era un sobrero de Olga Jiménez (todos los de esta ganadería salieron en el tipo de Jandilla) que fue un toro encastado con justeza de fuerzas y de mínima presentación para esta plaza. Y fue un toro que embistió por ambos pitones y Morante se limitó (el dice que hizo un esfuerzo) a acompañar las embestidas y a entretener al público y al toro y por eso el respetable no pidió la oreja, porque el respetable quiere de Morante que lo emocione, no que lo entretenga. Y eso es lo que pasó en el cuarto de Hermanos García Jiménez (todos los toros de esta ganadería salieron en el tipo de Juan Pedro), que fue manejable y con el que Morante si estuvo en Morante, derrochando torería, que no nos engañemos es lo busca la gente en este torero. A este le cortó una oreja porque la gente se la pidió.
Sé que he caído en la trampa de Morante, he abierto un artículo hablando de él cuando lo importante fue el quinto toro de Olga Jiménez que estuvo muy bien presentado que en varas no no se empleó (sea dicho esto para los que pidieron el indulto), con tranco en banderillas y en la muleta fue bravísimo. Una máquina de embestir. emilio de Justo de le cortó las dos orejas pero no se las mereció porque en su trasteo hubo mucho acompañamiento y poca profundidad y rotundidad. Al toro le dieron una muy merecidísima vuelta al ruedo. El sexto de la misma ganadería descastado, se apagó y nada pudo hacer el extremeño.
Talavante no tiene perdón de Dios. Se lo come la apatía. Es un torero tan melifluo que siempre parece estar en estado comatoso... depresivo y por consiguiente no se enteró del buen lote que le tocó en suerte, del hierro de los Hermanos García Jiménez. El segundo, toro encastado, se fue sin torear. El torero estuvo por allí pero no supo qué toro tenía, además dió un mitin con la espada. Pero además el quinto toro que fue bueno por ambos pitones tuvo la mala suerte en el sorteo de que le tocara este matador, pues Talavante fue torero impropio para tan buen burel, y además le asestó un bajonazo traidor.
¡Aquí paz y allí gloria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario