Lo importante, lo mágico del toreo es que ninguna tarde de toros es igual. Siempre diferente. Ese es su valor. Lo efímero de este arte lo hace genéticamente diferente. Importante, si.
Roca Rey manda en el toreo porque no da cuartel a nadie y porque sabe que su Puerta del Príncipe no es, ni será, como la de Morante. He ahí la diversidad de las tauromaquias.
Con el descastado sexto al que le cortó una oreja y por el que nadie daba un duro por él le comenzó la faena por estatutarios y poco a poco, con oficio, con técnica hizo embestir a un toro marrajo en un trasteo importante. El toro de Victoriano del Río el mejor presentado de toda la feria hasta el momento. Al tercer toro de menor rango en presentación, de la ganadería de Cortés pero encastado que fue perdiendo gas hasta rajarse le hizo una faena sin ajustes aunque ligada. Cortó oreja porque Roca no defrauda pero con este toro no toreó.
Juan Ortega anduvo porfión y pezorro con el segundo, un toro de del Río que fue pitado al arrastre por embestir rebrincado y no terminar el viaje. Justo de fuerzas como casi toda la corrida. Con el quinto de Cortés muy bien presentado que se rajó abrió la faena por bajo en trincheras estéticas y pulcro trasteo hasta el final.
Me gustó volver a ver a Castella que estuvo muy digno en su vuelta a Sevilla con un primer toro de Victoriano del Río que descastado no se empleó y se rajó. Abrió bien la faena y le aguantó las tarascadas. El el cuarto de Toros de Cortés, un castaño listón bragado corrido y axiblanco, que se defendió estuvo el francés voluntarioso y decidido.
Aquí paz y allí gloria!
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