GUILLERMO HERMOSO. FOTO DE DIARIO DE SEVILLA
El muchacho navarro tampo usa zahones para el traje corto que viste montando a caballo en las corridas de rejones, este señorito del norte quiere diferenciarse de los del sur como que va de feria y que él no va a faenar al campo, como de toda la vida han vestido los señoritos del sur, guardando las tradiciones más puras camperas. Claro, los señoritos de ahora no usan bocados vaqueros, ni las monturas vaqueras puras de perilla. Debe ser la modernidad del toreo que cualquier día va a ser digitalizado todo. toros digitales y caballos digitales para que los animalistas no se metan con ellos, porque ellos (los profesionales del toro) no saben defender su forma de vida tragando todas las tropelias que por sus bocas echan esas masas incultas. Pero eso es otra historia. A lo que vamos.
Me ha parecido demasiado haber sacado al niño de Pablo por la Puerta del Príncipe solo por el efecto del rejonazo de muerte, con una oreja en cada toro hubiera tenido bastante por dos actuales correctas. En verdad a este chico hay que exigirle más porque mucho ha sido con ventajas que otros no tienen lo que ha aprendido, lo cual me parece muy bien, pues su padre surgió de la nada y ahora el hijo recoge cosechas. Perfecto. Pero por eso hay que exigirle más, porque el día que le salgan dos toros bravos y pueda con ellos, que no lo dudo que podrá, qué premios se le dará, pues parece olvidarse que los premios también debe ir en función de la calidad de los toros que toquen en suerte
La corrida de encaste murubeño de San Pelayo se ha dejado pero no ha sido brava, lo toros pronto se han ido a tablas y han planteado a los rejoneadores papeletas técnicas para resolver.
Ruiz Fernandez de Portugal muy digno toda la tarde pechó con un sobrero muy terciado y muy aquerenciado en tablas.
Diego Ventura que volvía a Sevilla después del vacío sufrido en las últimas temporadas alternó lo bueno que tiene y sabe hacer con lo malo que tiene y sabe hacer. En el segundo toro hizo el número de circo de torear con un caballo sin cabezada pero usando una martingala como usan en las películas del oeste los indios... y eso no es doma, es adiestramiento para los circos, luego estuvo como un pinchapapas y se le ocurrió descabellar desde el caballo con acierto, pero esto es hacerlo con ventaja a toro parado y desde las alturas. En el quinto toro se empeñó después de un rejonazo de muerte en esperar a que el toro se muriera prolongando una innecesaria agonía que la gente aplaudía sin entender que el toro no caía por ser bravo, sino por estar mal matado. Le dieron dos avisos fallando con el descabello, ahora sía a pie.
¡Aquí paz y allí gloria!
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