15 abril 2023

PEPÍN JIMÉNEZ, por Joël Bartolotti en Toros Digital 1996

 


 PEPÍN JIMÉNEZ O EL TOREO PURO.

 Pepín Jiménez: “Estos extractos de faenas de “Chanel” que, en estos tiempos de “eau de toilette taurina”, te reconcilian con el arte del toreo…” Así SE expresaba Jean-Charles Roux en su repaso a la corrida de clausura de la Feria de Otoño de Madrid (6 de octubre de 1996).

Este comentario fue sobre el diestro de Lorca, Pepín Jiménez, y destacó con acierto la calidad de su toreo. Además de la carrera mencionada, he tenido el privilegio de ver actuar al rubio Pepín en Las Ventas varias veces en los últimos años. Durante tres de sus últimas actuaciones (6 de octubre de 1996, por tanto, con Buendía, grave, 15 de agosto de 1996 con Antonio Pérez, débil y 27 de septiembre de 1995 con Victoriano del Río), lo vi cortarle una oreja cada vez, lo que sigue siendo una tarea difícil EN LA Monumental. EL TORERO esperó más de diez años antes de encontrar tal éxito allí COMO (Manzanares). Otro, si no me equivoco, nunca ha DADO la menor vuelta (Muñoz). Seguro que muchos profesionales actuales son mucho mejores toreros que Don Pepín, empezando por las estrellas, Ponce, “Joselito”, Rincón o Manzanares, ¡pero pocos torean mejor que él! Sutiles matices o engañosos argumentos me dirás. Para ser justos, no lo creo. El frágil y esbelto Pepín pertenece a esta raza de toreros artísticos, irregulares, incluso inconstantes o timoratos, que rechazan la demagogia. No hace falta que den pases y pases diestros, repetitivos y sin inspiración a todos los toros. Cuando capitulan -¡desgraciadamente es frecuente!- lo hacen incondicionalmente y sin trampas. Su sentido de la estética o su sentimiento de pertenencia a una élite dictan que esperen su día o su toro, a veces incluso... ¡ambos! Esto explica sin duda la predilección del Madrid, incluidos los tipos duros del “7”, por este tipo de toreros y esta forma romántica de torear excluyendo cualquier vulgaridad. De lo contrario cómo entender el rating de amor que todavía disfrutaba a sus 63 años el incombustible Curro Romero y del que se beneficiaron "Antoñete", Manolo Vàzquez, Curro Vàzquez o Julio Robles. Sin embargo, actualmente solo veo dos públicos sensibles capaces de apreciar este auténtico toreo, tanto despojado como clásico, con más calidad que cantidad: el de la Càtedra de Madrid y el de la Maestranza de Sevilla. En otros lugares, los espectadores difícilmente aceptarán faenas de 15 a 20 pases, demasiado acostumbrados como están a tragarse habitualmente de 15 a 20 pases vulgares como aperitivo antes de que su autor decida rasgar. En definitiva, cuando es bueno, Pepín (¡perdón por el mal juego de palabras!) llega enseguida al meollo del asunto y no necesita, según la expresión feliz de Joaquín Vidal, "mandar un fax a las andanadas para contarles ¡las buenas noticias!" EL CAPOTE es sedosO y aireadO y la muleta, sujeta por el medio del palo, queda planchada (elegantemente planchada). La veteranía sin duda contribuye a ralentizar los gestos y hacerlos profundos y solemnes. Porque Pepín ya no es muy joven (35 años de los cuales 15 de alternativa). Ha llegado incluso a la edad en que los jóvenes toreros empiezan a mirarlo, el viejo, con la admiración que se debe a un maestro y empleando el reverencial “Usted” cuando se dirigen a él.

Pero toda medalla tiene su reverso y el rubio alto, con aspecto de oficial prusiano, no es infalible, sino todo lo contrario. Los 17 paseos del año pasado y los 9 de este año son elocuentes. Por falta de ambición, voluntad o pasión, el hombre se perdió algunos toros claves (un Dolores Aguirre el 5 de junio de 1994 en Madrid y el famoso “Clavelino” de Cuadri el 30 de mayo de 1993 de nuevo en Madrid). Sin embargo, su destino debería ser mejor y Francia, que sigue ignorándolo a conciencia, podría pensar en él y poner un poco de originalidad en sus carteles. Piénsese entonces que el maestro ya ha pisado 39 veces las arenas de Las Ventas, a diferencia de los falsos valores que pueblan el escalafón y cortan esencialmente las orejas a los lugareños.

¿Habrá alguna audaz empresa francesa que se atreva a programar en 1997 este matador casi inaudito aquí?

 Joel BARTOLOTTI.

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                          

 


No hay comentarios: