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La corrida de Domingo Hernández y un remiendo de Garcigrande que hizo sexto, estuvo desigualmente presentada para esta plaza y en general descastada, sin emplearse en los caballos, dando arreones en banderillas y en la muleta aunque de juego desigual hubo algún toro que se salvó a causa de la pericia de los matadores.
Al descastado y desfondado primero El Juli lo pasaportó con algunos muletazos previos de interesante factura. Era un novillo. Al deslucido cuarto le dio sitio pero nada más sacó del impropio toro salmantino.
Con el segundo Talavante, un buen toro que se vino a menos, estuvo voluntarioso y vendiendo ilusiones a la gente. Nada de nada. Y al quinto, el toro mejor presentado del encierro, que acudió a banderillas con fiereza, lo fue haciendo poco a poco, metiéndose con él y reconduciendo las desiguales embestidas. A este le cortó una baratísima oreja sevillanita.
Tomás Rufo estuvo importante en el tercero. con una técnica depurada y con un trasteo intenso fue haciendo embestir al salmantino toro al que recetó una buena estocada. Con el sexto, remiendo de Garcigrande estuvo voluntarioso con un animal que no tenía nada de casta.
¡Aquí paz y allí gloria!
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