Ya saben: festejo de expectación, festejo de decepción. Generalmente los aforismos taurinos no se equivocan. Son muchos siglos de vida y existencia para no tener ya registros por los que regirse y entender esta fiesta, igual que los que los refranes y dichos que contradicen los aforismos: nadie quiere buenos principios...lo que importa es cómo acaba...
En realidad la fiesta en sí misma.
La corrida de Núñez del Cuvillo elegida para Sevilla no tuvo en líneas generales la presentación que exige esta plaza de toros, fue desigual y también en su juego aunque en realidad se esperaba mucho más de ellos. Toros blandos, toros flojos, uno de ellos, el cuarto, se partió una mano, y toros apagados. El único interesante por encastado fue este quinto que le cupo en suerte al Juli y al que le cortó dos orejas verbeneras.
Sostengo que las camadas largas dan estas cosas en los toros igual que sostengo que no todo vale en una ganadería, y lo que menos el mercantilismo.
En general la ganadería brava solo dan pérdidas, y estas torifactorias lo que dan son muchos toros infumables.
Ojalá que le vaya mejor en su nueva comparecencia en La Maestranza el viernes 21 del abril con toros para Urdiales, Manzanares y otra vez Roca Rey.
¡Aquí paz y allí gloria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario