EL PROFESOR HERIDO

Málaga, 14 de agosto de 2008.

Toros de MARI CARMEN CAMACHO, mal presentados, anovillados como el segundo y el sexto, sin rematar como el tercero, terciado el quinto y salvándose por la cara el primero y cuarto. Todos mansearon en los caballos menos el primero que cumplió. En el segundo tercio se dejaron menos el cuarto que esperaba mucho. En la muleta ofrecieron un desigual juego, manejable el primero, descastados segundo, quinto pitado al arrastre y sexto. Buenos tercero y cuarto. FERNANDO CÁMARA, que reaparecía en La Malagueta, cogida que le fractura el Fémur con extensión a otras lesiones óseas. EDUARDO GALLO, estocada de alivio, silencio, en el que mató por Cámara. Estocada corta trasera y caída, ovación que saluda. Sartenazo, silencio. SALVADOR CORTES, estocada caída y atravesada, oreja. Estocada buena, dos vueltas al ruedo, la segunda protestada. Estocada caída y dos descabellos, silencio.

El presidente Rafael Porras fue abroncado por no conceder la oreja a Cortés después de matar al cuarto. Algunos aficionados aplaudieron la decisión.

La gente abandonaba los tendidos sin respetar a Cortés, que aún no había matado al sexto.

EL PROFESOR HERIDO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El profesor de la Escuela Taurina Provincial de Málaga, ahora reaparecido para el toreo profesional, con más pena que gloria, caía herido por el primer toro de la tarde, que lo sorprendió no pudiendo reaccionar a tiempo, cosa extraña, pues el toro se encontraba a distancia considerable. La consecuencia fue la rotura del Fémur de la pierna izquierda. El golpe con el pitón del cuerno derecho fue seco, cayó a la arena el profesor y ya no pudo levantarse.
Lo habían recibido, una vez roto el paseíllo con una cariñosa ovación a la que respondió Fernando Cámara, desmonterándose. Y cuando el toro se hizo presente lo hizo el profesor a la verónica, pero echando el paso atrás. Algunos se preguntaban si este torero había sido el profesor de la escuela. Nadie de los que alrededor de la pregunta estábamos, contestamos. Luego hizo un quite por chicuelitas bajas aceptable y cuando lo dejó en suerte para el segundo puyazo, el profesor se quedó a la cola del caballo. Otra vez el listillo de la tauromaquia antigua preguntó si este que estaba a la cola del caballo era el profesor de la Escuela Provincial Taurina de Málaga. Claro, ya no pudimos callarnos más los que a su alrededor estábamos y tuvimos que contestar que sí. Entonces el señor aficionado antiguo dijo que a él le parecía que los toreros deberían ponerse, una vez puesto el toro en suerte, a la cabeza del caballo. En realidad a este aficionado no le faltaba razón, pero claro eran otras tauromaquias en los tiempos del siglo pasado, donde había vergüenza, ,menos profesores de escuela y más toreros que hacían respetar los ritos y las leyes, escritas o no de esta pasión. El aficionado con gesto serio terminó epilogando, que ahora comprendía él porqué los chavales no toreaban bien de capote y porqué no daban las vueltas al ruedo con capote y montera. El aficionado de la guasa, porque la guasa no es sólo potestativa de Sevilla, dijo que antes de la cornada y a saber por qué la cornada, Fernando Cámara, el profesor, estaba tomando muchas precauciones, tirando muchas líneas, y aún así el toro le echó mano. Los misterios del toreo.

Se verificaba la tercera corrida y aún los que tienen la responsabilidad (presidentes y veterinarios) de velar por los intereses del aficionado y del publico, que no de los intereses de Puche, no encuentran el toro de la plaza de primera de Málaga. La de hoy otra corrida comprada con billete pequeño, para los que no son figuras. Y hoy se han vuelto a pedir toros, bien es verdad que por unos cuantos, porque la mayoría verbenera e inculta no saben que esta no es una plaza de tercera, pero su comportamiento, aplaudiendo toros al arrastre sin ser bravos, si. ¿Qué toros vendrán la semana de las figuritas?

Por allí hubo otros dos que se vistieron de luces en oro. Uno de Salamanca que hizo alardes de valiente con un toro parado poniéndose los pitones en los muslos y pegando pases ineficaces. Y otro que menos mal se llevó solo una oreja, que fue triunfador en dos ferias, que es de Sevilla, y que no dio ni un muletazo ajustado después de tener el lote más potable.

El guasón de al lado diciendo:

.- ¡Claro con profesores como estos, cómo van a torear los chavales, ni los chavales, ni los que ahora se llaman toreros!

¡Aquí paz y allí gloria!