Por fortuna se ha recuperado el tiro de mulillas tradicional y no el circense de la época de Martín
Lorca, que hacia confundir las ovaciones a las mulillas sin conductor con la del arrastre a los toros. Felicitaciones por este tiro de mulas lustrosas, gordas y bien cuidadas.
¡Esos pitones! Los novillos con caja y kilos, pero de pitones y de casta,
justitos.
El presidente Porras
pensándose si devolver o no el invalido primero. A pesar de ser pedida concedió una oreja barata a
Dámaso.
Este fue el primer porrazo de los del castoreño. Hubo dos más y con el mismo caballo. Es verdad que fue cogido por los pechos pero los tranquilizantes, el atronamiento de las orejas y los parches en los ojos, también inutilizan.
Dámaso González recibiendo al primero de la tarde.
Como se verá el hijo de
Dámaso el grande, tiene un sentido muy desarrollado de la integridad física.
Aquí cuando alguien con guasa en el tendido le arrojó esta
muletita. Se ve que el chaval lo tomó como un presente y no entendió que la cosa tenía otra interpretación.
¡
Picooooo! Para que no se diga que algunos toreros no se acuerdan de nuestro particular Rosco malagueño.
¡
Ahhhhhyyyy! ¡Esos pitones!
Ismael Cuevas. Las manos bajas a la verónica.
Cuevas matando a la voz. ¿Se acordaría de la
cornada que le tuvo más allá que
pacá?
Trazo largo del
muletazo con la derecha del
fuengiroleño.
Leve toque de Ismael al pitón contrario para embarcar al novillo. ¡Ojo que hay hueco! Pero el novillo que va toreado, no lo ve.
El natural del hijo que se le parece al padre
Dámaso.
La cruz de Abad en la tarde de su
debut con caballos.
Extraordinaria foto de Pastor que recoge un buen natural de
Adrian Abad.
El malagueño en un pase de pecho.
Abad a la verónica. Tiene maneras.
Normalmente rehuyo de las fotos con los toreros a los que no se les ve la cara, pero esta da la talla de la buena tarde de Ismael Cuevas.
Por fortuna se ha recuperado el tiro de mulillas tradicional y no el circense de la época de Martín Lorca, que hacia confundir las ovaciones a las mulillas sin conductor con la del arrastre a los toros. Felicitaciones por este tiro de mulas lustrosas, gordas y bien cuidadas.
¡Esos pitones! Los novillos con caja y kilos, pero de pitones y de casta, justitos.
El presidente Porras pensándose si devolver o no el invalido primero. A pesar de ser pedida concedió una oreja barata a Dámaso.
Este fue el primer porrazo de los del castoreño. Hubo dos más y con el mismo caballo. Es verdad que fue cogido por los pechos pero los tranquilizantes, el atronamiento de las orejas y los parches en los ojos, también inutilizan.
Dámaso González recibiendo al primero de la tarde.
Como se verá el hijo de Dámaso el grande, tiene un sentido muy desarrollado de la integridad física.
Aquí cuando alguien con guasa en el tendido le arrojó esta muletita. Se ve que el chaval lo tomó como un presente y no entendió que la cosa tenía otra interpretación.
¡Picooooo! Para que no se diga que algunos toreros no se acuerdan de nuestro particular Rosco malagueño.
¡Ahhhhhyyyy! ¡Esos pitones!
Ismael Cuevas. Las manos bajas a la verónica.
Cuevas matando a la voz. ¿Se acordaría de la cornada que le tuvo más allá que pacá?
Trazo largo del muletazo con la derecha del fuengiroleño.
Leve toque de Ismael al pitón contrario para embarcar al novillo. ¡Ojo que hay hueco! Pero el novillo que va toreado, no lo ve.
El natural del hijo que se le parece al padre Dámaso.
La cruz de Abad en la tarde de su debut con caballos.
Extraordinaria foto de Pastor que recoge un buen natural de Adrian Abad.
El malagueño en un pase de pecho.
Abad a la verónica. Tiene maneras.
Normalmente rehuyo de las fotos con los toreros a los que no se les ve la cara, pero esta da la talla de la buena tarde de Ismael Cuevas.
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