24 agosto 2008

RECONCILIACIÓN

Málaga, 23 de agosto de 2008.

Toros de ROMAN SORANDO, terciados los tres primeros y correctos de presentación, cuarto y quinto. El sexto con diferencia el toro mejor presentado del encierro y de la feria. Cumplieron con los montados, cuarto y sexto en bravo. El quinto se dolió en banderillas y el resto se dejaron. El sexto planteó más problemas. Al último tercio llegaron. El primero fue bueno de más a menos y fue levemente pitado. El segundo encastado, aplaudido. El tercero despedido con palmas, fue bueno. El cuarto se aquerenció en tablas. El quinto manejable, se aplaudió, y el sexto se rajó. ENRIQUE PONCE: Trasera caída con derrame, ovación y a las rayas. Trasera desprendida, dos orejas. JAVIER CONDE: Pinchazo sin soltar, aviso, estocada ida, oreja. Dos pinchazos, aviso, una buena y descabello, ovación que saluda. SALVADOR VEGA: Dos pinchazos perdiendo la muleta, media trasera tendida y descabello, ovación con saludos. Pinchazo, pinchazo en los costillares y dos descabellos. Silencio.

El presidente Porras, no duerme tranquilo si no da la nota en las corridas que preside. Las orejas de Ponce aunque pedidas por el publico del Mundo Feliz, fueron excesivas como de pueblo, que es en realidad lo que es esta plaza de toros.

A la salida de la plaza un grupúsculo de aficionados estaban decididos a contratar a un abogado para estudiar la forma de proponer la reforma del reglamento y bajar la plaza de La Malagueta de categoría. A proponer que se rebaje a tercera ya que si no dio la talla de segunda, a primera era imposible llegar, como se ha demostrado en las tres temporadas que viene ejerciendo en la categoría superior.

RECONCILIACIÓN
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.

Este año ha sido especial para las palmeras. Esas hidalgas decoradoras de nuestros jardines se han visto atacadas por un terrible mal, que ha hecho que algunas de ellas hubieran de ser cercenadas y otras cuidadas para salvarlas de una muerte segura.
El Picudo Rojo ha sido el cruel bichejo que ha tenido en jaque a todo el oficio jardinero. La sufrida afición ha estado en jaque no esta temporada, sino un sin fin de ellas, debido a que una de las palmeras más ilustres de la tauromaquia ha contagiado in extremis a la torería, de Picudo Rojo. El maestro Ponce ha traído la plaga y mucho nos tememos que será imposible desterrarla pues de lo cómodo se vive y se hace carrera en estos tiempos en que lo difícil es pasarse un toro por la faja. El picudo es, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, un mal endémico para la fiesta. Y por si no fuera bastante las dotes de prestidigitación hacen ver al Mundo Feliz una gran faena, al cuarto toro, cuando sólo hubo medios pases con voluntad que no alcanzaron adjetivo más importante que el de aseados.

El enigma de Salvador Vega es de Expediente X o de Quién Sabe Dónde, porque el chaval no acaba de encontrase. Cierto que el sexto no ofreció posibilidades, pero para uno que le sale bueno en la mala suerte de los lotes, va y se le va sin torear. Nada más que tanteando, despegado, de uno en uno. Cortándole el viaje al toro, quitándole la muleta de la cara. En fin una lección de destoreo que no le va a contar para mejorar, sino para dar un paso atrás en su carrera.

Posiblemente el torero que peor lo tenía para esta feria era Javier Conde, por muchas circunstancias. La primera porque la gente se acordaba del petardo de la feria pasada y se preguntaba las razones por las que en esta feria también toreaba. En realidad era una pregunta vana porque Finito lleva pegando petardos toda su vida y lo ponen año tras año. Y las otras razones meramente empresariales que tienen que ver con su gestión y su relación con los socios de la UTE. De cualquier forma hoy Javier Conde ha resuelto muchas cosas. La primera reencontrarse con su gente de Málaga y reconciliarse con la afición. La segunda que aún siendo empresario, minoritario si quieren, pero empresario, cuenta porque resuelve y dicta sobre el otro empresario que por, supongamos mala suerte en los sorteos, no ha brillado como lo ha hecho Conde. Pero lo más importante de todo esto es que encima ha toreado con una desmedida voluntad y con un acierto fructífero que le ha llevado a ligar las tandas sobre la mano zurda, ofreciéndonos un concierto de gusto que ha enardecido al gentío. Repito que han sido dos faenas fundamentadas en la mano izquierda con recursos y con aplicación razonada de los terrenos que pedía el toro. Ese conjunto ha valido para llenar la tarde de orgullo malagueño y minimizar un triunfo de Ponce exagerado. Los que con voluntad sana, pero sin eludir las duras críticas cuando ha sido menester, hemos seguido la carrera de Conde, hemos visto las dos faenas coincidiendo en que posiblemente haya sido la tarde más completa del malagueño en su plaza de toros, sin tanto misticismo y tanto adorno como en otras ocasiones. Debo concluir que hoy no vale mirar con lupa la técnica empleada porque el conjunto le ha podido a la particularidad y porque torear, torear, como hoy día se está haciendo el toreo solo lo han hecho en esta feria: Tomás, Cayetano y Conde. ¡Vaya cartel para el Domingo de Resurrección!

¡Aquí paz y allí gloria!

Nota al margen: El ilustre jurado de entendidos taurófilos que componen el capote de paseo del ayuntamiento de Málaga ha votado por Cayetano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues no hay otra cosa que hacer que pedir la dimidon del presidente orejero. Salvo que sea amiguete de los politicos o de la UTE.
No os dejeis comer el terreno por le publico del Mundo Feliz.
Salud
El Coronel