¡NO HAY TORO!

Primer toro de Daniel Ruiz

Almería, 29 de agosto de 2008.

Toros de DANIELRUIZ correctamente presentados. El primero y quinto muy pobres de pitones. Mansurrones en general que llegaron a la muleta, rajados el primero, tercero y sexto. Manejable el quinto, noble el cuarto y muy bueno el segundo. RUIZ MANUEL, ovación que saluda y dos orejas. EL JULI, dos orejas y ovación que saluda. CAYETANO, silencio y ovación que saluda.

NO HAY TORO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.

En realidad en esta feria no hay toro. Se puede hablar de que ha habido un animal, acorne, parecido a una vaca, que pone en los papeles que es macho y tiene la edad reglamentaria. El toro bravo es otra cosa de presentación y de juego, que para nada es como el que este año se ha visto en Almería. El de este año, salvo alguno que se sale de la regla, se ha ido a tablas y ha enarbolado la listeza de la especie pues convendrán con migo que el toro listo es el manso que no quiere pelea, y el tonto es el bravo, que se deja matar. Almería debe recuperar la presencia de su toro y la casta que como es natural tiene más importancia.
Luego la corrida de Ruiz ha sido la más pareja de la feria en cuanto a kilos, porque en los pitones no se han visto proporciones, y en lo que respecta a la bravura, pues más de lo mismo. Toros descastaditos, pero que se han dejado.
Ruiz Manuel ha podido cuajar con temple a dos suavonas hermanitas de la caridad, más aliviado en el primero que en el cuarto, y en este estuvo en torero y muy templado, las dos orejas muy excesivas que no se entiende nada más que por el paisanaje.
La meritoria labor del Juli en el segundo al que cuajó en son ascendente por naturales debe ser destacada ya que fue portento de ligazón y temple. El trasteo al quinto tuvo la importancia de no atosigar al toro para que no se fuera a tablas. Lo entendió y lo pasaportó fallando a espadas.
Cayetano pechó con el peor lote. Un rajado tercero al que pasaportó de dos pinchazos y estocada defectuosa. Y un descastado sexto al que pasaportó con media muy defectuosa y un descabello.
Si hubiera habido toro quizás la cosa hubiera sido más perfecta y sobre todo en lo que respecta a los triunfadores, hubiera sido más importante.

¡Aquí paz y allí gloria!