Sexto de la tarde de la ganadería del Tajo propiedad de Pepito Arroyo.
Almería, 30 de agosto de 2008.
Toros de BOHORQUEZ reglamentariamente despuntados para rejones, muy terciados, primero colaborador, cuarto de más a menos, parándose. HERMOSO DE MENDOZA: Ovación con saludos en el lote. Un toro de LA REINA: grandote y sin cara cumplidor en los tres tercios, que se dejó, aplaudido en el arrastre. Y tres toros del TAJO, tercero, quinto y sexto, desigualmente presentados, sin cara y muy terciado el sexto, que resultaron mansurrones, tercero fiero, quinto bueno, y sexto descastado. MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio y ovación que saluda protestada. MANZANARES: Oreja y silencio.
¡FARSA!
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.
No podía fallar esta última corrida del ciclo, lo extraño es que hubiera sido buena corrida, de manera que ha seguido la norma que el resto. Toros mal presentados, de los comprados con billete pequeño, y en consecuencia descastados la mayoría, con los que los toreros se estrellan.
En realidad al igual que en toda la feria, lo que se ha vivido esta tarde en el coso de la Avenida de Vilches ha sido una farsa, una pantomima de corrida que ha llegado a exasperar al aficionado y que ha movido los cimientos del taurinismo almeriense. Un grupo de abonados ha declarado estar en disposición de aglutinar voluntades en forma de asociación para elevar legalmente una protesta formal ante la empresa que comanda Oscar "Chopera", y pedir explicaciones y soluciones a la ignominia que se ha cometido este año en la presentación y juego de los toros. La idea ha tomado cuerpo tras la constatación en esta y otras ferias que la inclusión de José Tomás en la cartelería ha mediatizado la elección del toro y el remate de los carteles. Se verá en qué queda la cosa.
Lo cierto es que la farsa vivida este año ha tirado por tierra la imagen de que la feria de Almería había cogido importancia dentro de los circuitos taurinos de España, y que como consecuencia de las dos últimas temporadas ha quedado relegada a puestos insospechadamente de tercera.
Hoy no era normal que fuera distinta la corrida al resto de la feria y como consecuencia la terciedumbre de los toros se ha dejado ver, en los de rejones, que habitualmente suelen ser grandotes y desechos, y en la presentación de los de lidia ordinaria terciados y sin pitones.
El rejoneador ha estado mal sin paliativos esta tarde, ha fallado la colocación de las banderillas, alguna de ellas clavándola en la arena, y no ha pasado de dos actuaciones calificadas de, la primera aseada y la segunda discreta. Sus caballos bien, probando incluso a un par de ellos.
Morante no vio al bueno segundo, tenia viaje pero el de La Puebla le quitaba a destiempo la muleta, se colocaba mal y anduvo torpón en el trasteo. El quinto se llamaba Tunante, nombre muy apropiado para ser toreado por este torero que se limitó a pajarear y a darle tres series de derechazos picudos, eso sí, ligados.
Manzanares fundamentó el trasteo al tercero por el pitón derecho yendo el toro y la faena de más a menos y enseñándonos que el toro no quería nada por el pitón izquierdo y como agarrara una estocada tendida y caída, se le concedió una oreja. Con el que cerraba plaza y feria probó pero nada pudo sacar.
¡Aquí paz y allí gloria!
Almería, 30 de agosto de 2008.
Toros de BOHORQUEZ reglamentariamente despuntados para rejones, muy terciados, primero colaborador, cuarto de más a menos, parándose. HERMOSO DE MENDOZA: Ovación con saludos en el lote. Un toro de LA REINA: grandote y sin cara cumplidor en los tres tercios, que se dejó, aplaudido en el arrastre. Y tres toros del TAJO, tercero, quinto y sexto, desigualmente presentados, sin cara y muy terciado el sexto, que resultaron mansurrones, tercero fiero, quinto bueno, y sexto descastado. MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio y ovación que saluda protestada. MANZANARES: Oreja y silencio.
¡FARSA!
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.
No podía fallar esta última corrida del ciclo, lo extraño es que hubiera sido buena corrida, de manera que ha seguido la norma que el resto. Toros mal presentados, de los comprados con billete pequeño, y en consecuencia descastados la mayoría, con los que los toreros se estrellan.
En realidad al igual que en toda la feria, lo que se ha vivido esta tarde en el coso de la Avenida de Vilches ha sido una farsa, una pantomima de corrida que ha llegado a exasperar al aficionado y que ha movido los cimientos del taurinismo almeriense. Un grupo de abonados ha declarado estar en disposición de aglutinar voluntades en forma de asociación para elevar legalmente una protesta formal ante la empresa que comanda Oscar "Chopera", y pedir explicaciones y soluciones a la ignominia que se ha cometido este año en la presentación y juego de los toros. La idea ha tomado cuerpo tras la constatación en esta y otras ferias que la inclusión de José Tomás en la cartelería ha mediatizado la elección del toro y el remate de los carteles. Se verá en qué queda la cosa.
Lo cierto es que la farsa vivida este año ha tirado por tierra la imagen de que la feria de Almería había cogido importancia dentro de los circuitos taurinos de España, y que como consecuencia de las dos últimas temporadas ha quedado relegada a puestos insospechadamente de tercera.
Hoy no era normal que fuera distinta la corrida al resto de la feria y como consecuencia la terciedumbre de los toros se ha dejado ver, en los de rejones, que habitualmente suelen ser grandotes y desechos, y en la presentación de los de lidia ordinaria terciados y sin pitones.
El rejoneador ha estado mal sin paliativos esta tarde, ha fallado la colocación de las banderillas, alguna de ellas clavándola en la arena, y no ha pasado de dos actuaciones calificadas de, la primera aseada y la segunda discreta. Sus caballos bien, probando incluso a un par de ellos.
Morante no vio al bueno segundo, tenia viaje pero el de La Puebla le quitaba a destiempo la muleta, se colocaba mal y anduvo torpón en el trasteo. El quinto se llamaba Tunante, nombre muy apropiado para ser toreado por este torero que se limitó a pajarear y a darle tres series de derechazos picudos, eso sí, ligados.
Manzanares fundamentó el trasteo al tercero por el pitón derecho yendo el toro y la faena de más a menos y enseñándonos que el toro no quería nada por el pitón izquierdo y como agarrara una estocada tendida y caída, se le concedió una oreja. Con el que cerraba plaza y feria probó pero nada pudo sacar.
¡Aquí paz y allí gloria!
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