¡ABOLICION DE LA LEY DE IGUALDAD!

Málaga, 13 de agosto de 2008

Toros de JARALTA encaste Salvador Domecq. Desiguales de presentación en dos lotes. Los tres primeros aceptables y los tres últimos terciados. Mansurrones en los caballos resultando descastados en la muleta, tercero y cuarto, manejable el segundo, primero y quinto se dejaron y el sexto se apagó muy pronto. LIMA DE ESTEPONA: En los medios pinchazo sin soltar, tres pinchazos más, aviso y una contraria, silencio. Pinchazo y estocada, silencio. MARI PAZ VEGA: Gran estocada, oreja. Estocada caída saliendo rebotada, oreja. SALVADOR GARCÍA que se presenta: Dos pinchazos y estocada baja y trasera, ovación que saluda. Tres pinchazos, media delantera perpendicular que escupe, aviso y dos descabellos, silencio.

El señor presidente Enrique Moya fue largamente abroncado por no concederle la segunda oreja del quinto toro a Mari Paz Vega. Así cómo que se le fue el santo del palco y cambió la suerte con un puyazo al primer toro. Mandó volver al picador que a punto estuvo de salir del ruedo, para cumplimentar una inútil entrada al peto. En realidad la afición se preguntaba si fue el santo ido, o falta de aplicarse a los estudios de la norma andaluza.

¡ABOLICIÓN DE LA LEY DE IGUALDAD!
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

La Ley de Igualdad, con todos mis respetos, se aprobó porque de entre los dos géneros, se decía, (seguramente debió ser un machista), que uno de ellos era el sexo débil. Se ve que la sociedad debió creérselo. Un servidor siempre ha mantenido que el único sexo débil que hay en la faz de la tierra, es el masculino y que por condicionantes puramente localizados entre las piernas de los varones, estos debían imponerse y someter al otro género, que en realidad se dejó porque no ganándoles por alardes de semejante parte, sí lo hacían por los muebles de la cabeza... la historia continuaría hasta nuestros días en la que tuvimos que darnos otra ley contra la violencia de género.

Mari Paz Vega, la torera malagueña, ha venido a demostrar que eso de la Ley de Igualdad es una modernidad como otra cualquiera pues ellas son capaces de llegar a dónde quieran. En el toreo también. Por lo que la malagueña, con sus obras lo que pide es que los machistas reconvertidos, dejen de parir leyes inutiles porque para muestra un botón. El botón de su valor y de su oficio. Si a Mari Paz Vega le dieran tantas corridas como a cualquier otro de la torería andante, seria capaz de estar en puestos del escalafón de los que ahora se le privan. Por la verdad, lo que ha venido a decir Mari Paz Vega, es que esa Ley de Igualdad no vale para ella porque ella es tanto o más que otro torero cualquiera. De manera que ¡abolición de la ley! Aquí huelgo hacer comparaciones con sus compañeros de cartel, porque no estaría nada bien por mi parte.
Con todo merecimiento la malagueña ha salido a hombros por la puerta de cuadrillas. La de Manolo Segura, está reservada a la torería que corte dos orejas en un toro. La primera oreja le cayó después de una soberbia estocada a su primer toro. De premio. Marcó perfectamente los tiempos. Se perfiló en la rectitud, citó abajo, y le dio el pase de pecho mientras hundía el acero que fulminó al burel en dos segundos. La faena había sido desigual, la comenzó por bajo, tanteando al toro que se le colaba por el pitón derecho. Lo intentó por el pitón izquierdo pero las tandas no le salieron limpias. Al final tomó sus precauciones. Fue en el quinto donde enjaretó series de naturales de buena factura ya que por el derecho fueron más cortas y además le quitaba la muleta haciéndolas más cortas aposta. Cuajó el toro y lo remató con circulares invertidos y molinete, muy aplaudidos. Se le pidió con fuerza la segunda oreja, que hubiera sido un abuso darla, y lo que sí dio fueron dos vueltas al ruedo muy aclamadas.

Lima de Estepona se estrelló con un mulo descastado que hizo quinto, oyéndose por segundo día consecutivo aquello de “Puche queremos toros” y “fuera, fuera” acompañadas las expresiones verbales con las de la música de palmas, de tongo. En las pausas que se hicieron durante la lidia de este toro, con las luces artificiales puestas, alguien en las gradas gritó: “no entretenerse más que debemos dos recibos de luz” Se desconoce cuanta verdad pudiera haber en esta guasa y cuanta guasa pudiera ser verdad.
Comenzó muy firme Lima la faena al primero, ligando los muletazos por el pitón derecho. Al cambiarse de pitón el toro tuvo menos recorrido sufriendo un desarme. Cuando volvió al pitón derecho ya había cambiado el toro, se paró. Luego el de Estepona se puso pesado y porfión.

El primer toro del debutante Salvador García se quedó gazapón después de varas y se paró en el capote de Anaya. Después de palos se quería ir a toriles y en realidad estaba declarándose para cómo iba a ser en la muleta. Por el izquierdo no tenia ni uno y por el derecho embestía a su aire haciendo hilo. En el sexto Anaya saludó después de parear y llevarse un susto que le obligó a tirarse al callejón. El toro fue de más a menos y el torero anduvo de vulgar pegapases a voluntarioso. De ahí no pasó la cosa. Se dijo después de pasaportarlo que para lo que hizo el de Ronda mejor hubiera venido Joselito Ortega. Pero ¿estamos seguros que Ortega hubiera podido hacer algo mejor con semejante lote?

¡Aquí paz y allí gloria!