SAN ISIDRO 14. 9 DE MAYO.
EL MEJICANO DIEGO SILVETI SE JUSTIFICA, Y LUQUE SE DESORIENTA.
Toros de Valdefresno, con divisa de luto, desiguales de presentación por feos, sexto en Lisardo, descastados. David Mora, Daniel Luque, y Diego Silveti, silenciados.
EL mejicano le echó arrestos a la faena del sexto y confirmó pertenecer a una dinastía torera mejicana, de olé. La comenzó por naturales hasta que fue empalado y le vino la raza. Nada brillante, pero mucho valor, de ese del que tengo que estar por bemoles. Por eso se llevó otro tantarantán por bernadinas. Con el tercero, toro vareado y sin rematar, protestado, sin sustancia, sin emplearse, lo mató y a otra cosa.
A Luque el quinto le rompió la taleguilla por el paquete dejándole las vergüenzas al aire, se puso unos pantalones vaqueros cortos, tan justos que casi no se los puede meter, y eso fue lo mejor de la faena. Lo demás, con el toro de mejor ritmo en la embestida hasta que se apagó, acompañamiento y descaro con el público que le protestaba su colocación y su tramposo oficio. Con el segundo de la tarde, trasteo insulso para un toro noblote, soso y sin picante.
David Mora se justificó en el cuarto con una faena decidida pues no había pasado nada en la primera de feria hasta ese momento. Pero solo fue eso ganas. Lo demás no lo puso el toro, feo de hechuras y de casta. En el que abría la feria un trasteo insípido y aburrido por un toro inválido.
En el quinto fue volteado sin consecuencias al poner banderillas, El Algabeño.
¡Aquí paz y allí gloria!
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