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DAVID GALÁN CONFIRMA CON HONRA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Las circunstancias del torero de Fuengirola han quedado patentes en su reaparición, tras varios años en el dique seco, a causa de sus decisiones, a veces, ajenas al mundo del toro. Sin embargo la memoria de su padre Antonio José Galán ha pesado en la carrera y la vida del chaval. No se puede olvidar que el día de su muerte regresaba de acompañarle después de torear una novillada en Francia. Ningún profesional dudó nunca que de haber vivido Antonio, hoy Galán hubiera tenido firmadas cincuenta corridas de toros, pues el padre hubiera sido su mejor apoderado, pero la orfandad le llegó a David en un momento tan inesperado de su vida, como inesperada siempre es la muerte. Marcado profundamente su camino en el toreo no ha sido fácil porque su jovial devenir en la vida, tampoco fue la decisión mejor. Los padres no solo crían a los hijos, sino que los educan, y como espejos los miramos. A David Galán se le rompió el espejo demasiado pronto. Y aún así, la dimensión dada en Madrid el día de su confirmación ha sido muy honrosa, a pesar de los defectos, las antipatías, y el poco oficio. La técnica que la sabe, la ha puesto al servicio del valor y eso le ha justificado con suficiencia. En el sexto empleó firmeza, que fue la clave de los pocos muletazos ligados. El toro bueno y noble se fue apagando y el lo vio. Encorvado. Descalzo. Templado. Lo primero mejorable. Lo segundo una manía. Lo tercero para conservar. Se pueden hacer los cestos si teje bien los mimbres. Con el burraco de la ceremonia, sin fuerza, ligó vulgarmente y mató mal.
El padrino Ponce que volvía a Las Ventas tras cinco años ausente estuvo en Ponce. Brindó a Vargas Llosa, le pegó un tironazo a su primero y se derrumbó, y lo pasó, poquito, por las fuerzas del animalito, a media altura. En el cuarto abrió bien la faena, con ritmo y compás y pare usted de contar. De ahí al final, aunque ligando, todo muy para afuera, y el más aún. Digamos que suficiente pero no bastante.
A Castella nadie le hizo caso en el tercero, novillo protestado, y en el quinto del segundo hierro de la casa, Toros de Cortés, tiró de oficio, pero no de sustancia.
Ambel se desmonteró por ejercer su oficio con riesgo en banderillas.
Los toros de Victoriano del Rio, escasos de fuerzas y descastados, desigualmente presentados, y de aburrir. Primero sin fuerza pero buenorro. Segundo, terciado, se paró. Tercero escurrido y protestado, sin fuerza. Cuarto sin continuidad, noblón. Quinto sin clase. Sexto se dejó.
¡Aquí paz y allí gloria!!
SAN ISIDRO DESDE MI SOFÁ
Malagueto
He leído multitud de comentarios sobre la hazaña de Fandiño matando sin muleta. Personalmente, me parece un truco para cortar una oreja que no se ha conseguido antes toreando como Dios manda. Es fácil o difícil hacerlo. Si te encunas bien, la estocada es certera, vas derecho al morrillo y matas. No te desvías como en el volapié, pues debes salir por el pitón derecho del toro y no acertar arriba. Lo malo es que el toro se mueva algo en el embroque y que además del topetazo te lleves una cornada.
Dicen que Antonio José Galán, mató 300 toros de esta forma, me parecen muchos. Yo se lo vi hacer unas cuantas veces y se llevó espeluznantes topetazos, sobre todo con Miuras.
El difunto Galán tenía anécdotas para escribir veinte libros. Muy querido en sudamérica y sobre todo en Perú. Una vez va de espectador a la plaza de Quito y se encuentra a un viejecito vendiendo sombreros de paja., no vendía uno ni por equivocación. Allí se celebran las corridas a las 12 de la mañana, que digamos que es verano, pues en Ecuador, se dan las cuatro estaciones en un día. El viejito le regala uno al "loco Galán" y éste se pone a pregonar los sombreros a 10 veces su precio. Se los quitan de las manos y los vende todos en pocos minutos. El vendedor le pregunta a qué hora viene mañana a la plaza....
Estoy contento de haberme equivocado sobre David Galán, pensaba que iba a dar el petardo del siglo. En cuatro años había toreado dos corridas, en este tiempo no ha llevado una vida muy de torero. Es un simple comentario, no es crítica de ninguna manera. Cada uno hace con su vida, su profesión y su dinero lo que le plazca.
Esperemos que se centre en su profesión, que le salgan muchos contratos y que le de alegrías a su padre esté donde esté.
Las zapatillas hay que llevarlas puestas durante la lidia, jovencito irrespetuoso.
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