Museo Taurino de Córdoba
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Que es un tiempo de cambios no me cabe la menor duda. Que estamos a las puertas de una metamorfosis taurómaca, parece evidente. Lo que no cambia en este complicado mundo es el mercadeo. De toreros, de ganado, de cuadrillas. Desde que el toreo dejó de ser para aficionados y se convirtió en un espectáculo de pago. ¡Y qué pago! En Sevilla 80 € el tendido. Los buitres carroñeros han esperado el momento de la carne muerta para lanzarse por ellos.
Las figuras no asistiendo a Sevilla, quieren echar un pulso al futuro, y hasta el momento lo van consiguiendo. En Málaga eligen sus toros, y la autoridad consiente no sortear. La empresa de Sevilla pierde una oportunidad importante para abrir un cambio a nuevas estructuras del toreo, haciendo unos carteles que podrían haberse mejorado. Luego se vio que las oportunidades ofrecidas a los nuevos chavales, hicieron aguas. Y en Madrid hasta ahora el saldo ganadero apunta a un importante ahorro económico en la compra de la materia prima. Mercaderes, usureros del toreo, todos, que por vuestros intereses estáis llevando este negocio a las puertas del lupanar. Las figuras os quejáis de que no cobráis como merecéis. Sevilla no paga lo que debe, y ahorra en una feria baja de presupuesto y carísima de boletería. Madrid compra gayumbadas descastadas, a precio de carne. Luego echaran el resto cuando aparezcan las figuras y todos dirán: ¿Veis como los toros de garantías embisten? ¿Veis como las figuras responden? Como siempre, dentro de la misma feria, dos ferias. La de los parias, y la de los invitados.
Nadie podrá decir que los toros de Couto, y los remiendos de Gerardo Ortega, habían sido escogidos en el campo para el triunfo de Paulita, Morenito de Aranda y Ritter. Nadie. Hoy era un porsiacaso. Por si le da alguno por embestir, estamos en esta corrida… porque no nos queda de otra.
Tristes esperanzas para que el futuro sea un buen futuro para estos toreros a los que estrellan a sabiendas.
Descastados en grado superlativo los cuatro toros titulares, y de igual modo los remiendos de Gerardo. Si regalaban algunas embestidas eran de mentira. Las carnes y los cueros íntegros hubieran lucido mejor en el matadero. Paulita, Morenito de Aranda y Ritter que se pegó un arrimón de pronóstico reservado en el sexto, demasiado hicieron con estar delante con decoro, voluntad y oficio.
No hay mas que contar de esta corrida, en la que hubo un espontáneo que no pudo dar un muletazo, lo cazaron antes, y una gran pelea en el ocho.
¡Aquí paz y allí gloria!
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