Foto prototipo
UNA BEBIDA SELECTIVA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Hace unas fechas, Selena Vega, en El Mundo, dio a conocer la noticia de que Gay UP patrocinaría a un torero. El torero es el malagueño Joselito Ortega, y Gay Up es una bebida.
Se sabe que esto de las publicidades en los toros no han pegado mucho y cuando se han hecho no han surtido los efectos deseados. La publicidad en un espectáculo de sangre es rehuida por casi todas las firmas comerciales, entre ellas la Coca Cola. Sépase que un familiar de la ganadería de La Palmosilla tiene responsabilidad decisiva en la distribución de esta famosa bebida en el Campo de Gibraltar y cuando se le pide colaboración, por ejemplo para anunciar el producto por detrás de las entradas de toros, este rehusa a hacerlo.
El tratamiento de este asunto tendría que ver con que los taurinos se avergüenzan de lo que son, aunque esto sería objeto de otro articulo.
José María Terrón que es el presidente de la marca, declaró al medio citado que es: “su pretensión que Joselito Ortega se convierta en una máxima figura del toreo y en un icono para los millones de gays que aman la fiesta dentro y fuera de España”.
Debe saberse que Joselito Ortega no pasa de ser un voluntarioso matador, y que la bebida en cuestión está dirigida a un mercado muy particular, como es el de aquella tendencia sexual.
La idea en si no es mala. Soy defensor de todo aquello que abra nuevos caminos en este introvertido mundo taurino, bajo el respeto a la liturgia que implica la esencia misma de la fiesta, que gira alrededor del toro. Y sin embargo hay algo que chirría en ella.
A estas alturas no descubro nada si afirmo que el mundo Gay es distinto. Por sensibilidad, por esencia de lo personal, por educación, por gustos y por cultura. Es más, en algunos casos y círculos, pueden transitar desde lo excluyente a lo sectario pero sin perder ese don especial que los caracteriza como elegantemente abstractos. Tan definidos y tan sorprendentes a la vez.
En realidad no creo en estereotipos. El estereotipo solo sirve para definir nuestra limitación humana y en bastantes ocasiones para valorizar. Medir aquello que no se debería medir. Por ejemplo, personas que gustan del espectáculo de toros y las que no. Personas de distinta religión. Las feministas y las personas machistas. Nunca he entendido al hombre por lo que es, sino por la libertad que tiene y que a mí me pueda aportar. No por lo que me pueda restar, sino por lo que me suma. Por eso las religiones son lo que son en tanto que el hombre es libre para creer. Los gustos son los que son en tanto que el hombre puede elegir. Y mi elección está por el sentimiento que cada cosa de la naturaleza aporta a mi espíritu. De ahí que no crea en la lucha de géneros, no en la diferencia de sexos. No creo en nada que me haga ser distinto de los demás. Por eso la educación en valores. En los valores que nos hacen crecer como personas y no como individuos.
Lo que me chirría del caso que nos ocupa, no es que exista esta bebida llamada Gay Up. Lo extraño, lo diferente es que esta bebida se promocione y se venda destinada a los homosexuales.
No sé si con esta promoción Joselito Ortega saldrá del ostracismo en el que se encuentra. Y ni tan siquiera sé si es la mejor idea para vender la bebida. Lo que sí sé es que la idea de marketing con la que ha sido diseñada, está al borde de lo sectario y de lo excluyente, porque aunque se supone que a un heterosexual no le va a importar beberla, quizás a muchos gays si les importe tomarla, porque no les gusten los toros, o porque como yo, no quieran sentirse distintos.
UNA BEBIDA SELECTIVA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Hace unas fechas, Selena Vega, en El Mundo, dio a conocer la noticia de que Gay UP patrocinaría a un torero. El torero es el malagueño Joselito Ortega, y Gay Up es una bebida.
Se sabe que esto de las publicidades en los toros no han pegado mucho y cuando se han hecho no han surtido los efectos deseados. La publicidad en un espectáculo de sangre es rehuida por casi todas las firmas comerciales, entre ellas la Coca Cola. Sépase que un familiar de la ganadería de La Palmosilla tiene responsabilidad decisiva en la distribución de esta famosa bebida en el Campo de Gibraltar y cuando se le pide colaboración, por ejemplo para anunciar el producto por detrás de las entradas de toros, este rehusa a hacerlo.
El tratamiento de este asunto tendría que ver con que los taurinos se avergüenzan de lo que son, aunque esto sería objeto de otro articulo.
José María Terrón que es el presidente de la marca, declaró al medio citado que es: “su pretensión que Joselito Ortega se convierta en una máxima figura del toreo y en un icono para los millones de gays que aman la fiesta dentro y fuera de España”.
Debe saberse que Joselito Ortega no pasa de ser un voluntarioso matador, y que la bebida en cuestión está dirigida a un mercado muy particular, como es el de aquella tendencia sexual.
La idea en si no es mala. Soy defensor de todo aquello que abra nuevos caminos en este introvertido mundo taurino, bajo el respeto a la liturgia que implica la esencia misma de la fiesta, que gira alrededor del toro. Y sin embargo hay algo que chirría en ella.
A estas alturas no descubro nada si afirmo que el mundo Gay es distinto. Por sensibilidad, por esencia de lo personal, por educación, por gustos y por cultura. Es más, en algunos casos y círculos, pueden transitar desde lo excluyente a lo sectario pero sin perder ese don especial que los caracteriza como elegantemente abstractos. Tan definidos y tan sorprendentes a la vez.
En realidad no creo en estereotipos. El estereotipo solo sirve para definir nuestra limitación humana y en bastantes ocasiones para valorizar. Medir aquello que no se debería medir. Por ejemplo, personas que gustan del espectáculo de toros y las que no. Personas de distinta religión. Las feministas y las personas machistas. Nunca he entendido al hombre por lo que es, sino por la libertad que tiene y que a mí me pueda aportar. No por lo que me pueda restar, sino por lo que me suma. Por eso las religiones son lo que son en tanto que el hombre es libre para creer. Los gustos son los que son en tanto que el hombre puede elegir. Y mi elección está por el sentimiento que cada cosa de la naturaleza aporta a mi espíritu. De ahí que no crea en la lucha de géneros, no en la diferencia de sexos. No creo en nada que me haga ser distinto de los demás. Por eso la educación en valores. En los valores que nos hacen crecer como personas y no como individuos.
Lo que me chirría del caso que nos ocupa, no es que exista esta bebida llamada Gay Up. Lo extraño, lo diferente es que esta bebida se promocione y se venda destinada a los homosexuales.
No sé si con esta promoción Joselito Ortega saldrá del ostracismo en el que se encuentra. Y ni tan siquiera sé si es la mejor idea para vender la bebida. Lo que sí sé es que la idea de marketing con la que ha sido diseñada, está al borde de lo sectario y de lo excluyente, porque aunque se supone que a un heterosexual no le va a importar beberla, quizás a muchos gays si les importe tomarla, porque no les gusten los toros, o porque como yo, no quieran sentirse distintos.
2 comentarios:
Ante todo Agustín, darle la enhorabuena por este interesante blog del que soy fiel seguidor.
Le diré que soy homosexual y un gran aficionado al mundo de los toros.
Hay gente que aún cree que a día de hoy los gays vamos a los toros para ver a los toreros y es una pena puesto que yo, al igual que muchos amigos de mi misma condición vamos a ver, si es posible un espectáculo de arte.Si encima tenemos la suerte de ver a un TORO INTEGRO y a un TORERO CON VERDAD, nos quitamos el sombrero, aunque la fiesta anda cada vez más ¨light¨.Siempre nos quedará Ceret ó Cenicientos.
A lo que vamos.
Esta bebida y esta ¨historia¨ que se ha montado nos parece algo de risa.
Primeramente porque no hay bebidas gays ó heteros y segundo por hacerse publicidad en un mundo en el que ya de por si no se acepta el ¨ser diferente¨.
Bien no nos ha hecho ninguno y solamente quería escribir esto para que no se nos encasille dónde no debemos.
Desde luego que JAMAS probaré una bebida de este tipo ya que gay ó hetero, ante todo soy persona.
Un saludo Agustín y siga así con el blog.
Un aficionado madrileño del Tendido7.
"ante todo soy persona"
con esto lo ha clavado este señor y lo dicho cierra la puerta a todos los protagonistas de une farsa publicitaria que engaña como siempre. no ven heteros o gays o chinos operros, ven consumidores. punto. y no, como lo dice con mas razon que un santo el aficionado venteño, personas humanas. somos de piel y no de papel ( de moneda o de revista ).
un saludo señor hervas, que su blog es una referencia para mi.
ludo
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