RUBEN PINAR PIDE PASO EN SEVILLA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Mal fario para la Cruz Roja que pretendía sacar unos chavos en esta corrida. Primero El Cid que corto, a causa de sus lesiones, una temporada mala, en la que recibió varias cornadas por no estar dónde hay que estar delante de la cara de los toros. Luego Tendero que también está cogido, aunque este por motivos puramente de raza. Y las ausencias cubiertas por Bolívar y por Pinar, no atrajeron a la gente de Sevilla que prefirió escaparse a la playa o a las orillas de su río, en un caluroso otoñal día. Aún así los pocos que estuvimos en La Maestranza disfrutamos con el toreo del manchego Rubén Pinar, que cuajó un tercer toro, con música, y al que le enjaretó una faena aseada, limpia y emocionante, quizás con algunos muletazos arrebatados por los nervios del momento, pero en conjunto las series fueron buenas y la estocada superior, entregándose y saliendo prendido por lo que suponíamos era la axila, pero luego se vio que solo fue que el pitón ensartó la chaquetilla. Se le pidieron con fuerza las dos orejas, la presidenta Anabel, le concedió una, dio dos vueltas al ruedo, y sonó música de viento contra el palco. Al sexto le procuró algún muletazo suelto por el pitón derecho y por el izquierdo algún otro con gusto, pero despegaditos. El toro no dio para más, se rajaba.
En la última corrida de la temporada el chaval que apodera Santiago López, ha pedido paso para la que viene, en la que habrá que contar con él para la feria. Pinar revalida en Sevilla lo que se ha estado viendo en otras plazas, que junto con Tendero y Luque, es la próxima terna que pita en esto, y a la que la afición tiene ganas de ver, y aún mucho más, si tenemos en cuenta que las figuritas, en esta que acaba, no han parado de tirar líneas.
A Salvador Cortés se le ha ido un toro de cortijo. El quinto, el de más kilos, 580, el de más pitones y el que desigualaba la corrida, pero con presencia bastante, y aunque en los primeros tercios manseó, en la muleta mostró unas buenas condiciones por el pitón izquierdo. Al segundo de la tarde le hizo cuatro detalles, los que se dejó el de San Miguel antes de pararse.
El hijo de Mariscal, un chaval que ha tenido oportunidades como nadie, en esto del toro, no termina de cuajar, unas veces por defecto de visión, de claridad de ideas; y otras veces por torpeza; no cubre objetivos. Se le reconoce el esfuerzo después del gran tabaco del 2008, pero esto del toro es así de difícil.
Bolívar no ha tenido el lote, ni la tarde, ambos toros descastados. El primero se echó al segundo muletazo, y el cuarto se rajó pronto. Aún así Bolívar no debería demostrar con tanta claridad, su decepción por los toros que le tocan. La transparencia de un torero debe ser para destapar su toreo, y no para enseñar sus decepciones. ¡El artista, es el artista, siempre!
Los toros de San Miguel correctamente presentados con una media de 510 kilos de peso, en tipo y cuajados, excepto el sexto más anovillado. En general se dejaron pegar en los caballos y cumplieron en banderillas, menos el quinto que buscaba hombreras. El primero se echó descastado. El segundo se apagó y no tuvo recorrido. El tercero bueno. El cuarto queriéndose ir. El quinto manejable. Y el sexto se raja.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA:
Plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Corrida a beneficio de La Cruz Roja. Última de la temporada. Se lidiaron seis toros de la ganadería de San Miguel, bueno el tercero y manejable el quinto que fue aplaudido al arrastre. Primero y segundo pitados. Luis Bolívar, tres pinchazos con desanimo y descabello, silencio. Estocada tendida y caída, silencio. Salvador Cortés, pinchazo hondo trasero caído, otro feo y pinchazo tendido trasero, silencio. Pinchazo, media estocada trasera y tendida perdiendo la muleta, silencio. Rubén Pinar, que se presentaba, buena estocada saliendo prendido, oreja con fuerte petición y dos vueltas al ruedo. Dos pinchazos y media buena, ovación que saluda.
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