15 mayo 2009

RESPETO A FERRERA


RESPETO A FERRERA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El toro muere, pero hiere y mata. Es la filosofía profunda de la tauromaquia. Muchos de los que nos vilipendian y sin respetar el gusto por la profundidad de este juego, que quieren quitarnos la esencia del toreo, no saben en realidad lo que es un toro de casta brava. Sería conveniente que le preguntaran a Antonio Ferrera o a Gimeno Mora, o al mismo Bolivar, o a tantos otros toreros caídos y heridos por las astas de un toro, qué es un toro bravo, sí ese que no lo llevan al matadero de ternero engordado y le asan los sesos o lo apuntillan sin darle cuartel para servir sus filetes en nuestras mesas.
No comparto la tauromaquia de Antonio Ferrera, y él lo sabe desde una noche de coloquio en Almería. No puedo apreciar la verdad de su toreo en pares de banderillas a pitón pasado y a cabeza en el sur, mientras el en la pala del pitón o en los costillares salta como numero circense y clava con ímpetu. No he descubierto técnica, ni arte en su toreo de muleta y sí coraje y genio, que él cree transformar en valor para ganar… ganar qué: ¿La acción en un muletazo ante las embestidas del público, que ya hace tiempo descubrieron los trucos de su toreo? Ganar qué: ¿El asombro del público ante la impasividad de un muslo ensartado por un cuerno? Ganar qué Ferrera, ¿la gloria del toreo a un torero vulgar?
No sé que tipo ganador se piensa que es Ferrera. Pero lo que sí sé que tiene ganado, aunque a mi no me guste como torea, es mi respeto. Mi respeto como hombre que se viste de luces. Mi respeto como matador de toros porque a su manera quiere ser gente en esto. Y sobre todo mi respeto a su dolor, el producido por la cornada y el que creo es más importante, el del alma.
Es una feria, hasta ahora, de gestos y de poco fundamento. Pero sépase que los gestos también hacen al torero y al toreo le dan importancia y un brillo que no tiene comparación en otro espectáculo.
Luego de la cornada las preguntas. Y la de la cogida tiene la respuesta en un toro encastado, el primero, que le embiste muy seguido y que después de dar unos naturales, al cambiarse la muleta de mano y perderle pasos para recogerlo, se descubre y no le perdonó. La casta cuando es casta no perdona los errores. A partir de ahí siguió la corrida que quedó en un mano a mano, si bien Tejela mató tres y su correspondiente lote Bolivar, que se vino a las Ventas desde el hospital.
Debo decir que Ferrera se quedó en el ruedo hasta matar al toro e irse por su propio pie a la enfermería, y que Tejela cortó otra oreja de regalo del patrón a un sobrero de Fernando Peña de los torrestrellas feos pero que fue bueno y al que el madrileño se entretuvo en pegarle muletazos acortando las tandas al principio, luego despegado y encimista. Solo una tanda por el izquierdo de buena factura. Sus otros dos toros no tuvieron emoción por sosotes aunque nobles.
Bolivar tuvo un lote manejable que no vio. Al tercero con la muleta retrasada sin ocurrírsele adelantársela y tirar del toro. Al quinto por desarme y apatía general.
Los toros de Cortés desiguales en la presentación, descastados en varas y sosos en la muleta. El primero, el certero cornicorto, encastado en bravo. El sobrero de Peña feo, mansurrón pero bueno.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
Madrid. Viernes 15 de mayo. 9ª de Feria. Lleno de 'no hay billetes'Toros de Cortés, desiguales de presencia, primero encastado en bravo, y un sobrero de Fernando Peña que hizo cuarto bueno. Antonio Ferrera, bajonazo abriéndose, ovación en el único que mató por cogida. Matías Tejela, bajonazo, silencio. Pinchazo y una baja, oreja en el que mató por Ferrera. Pinchazo, otro perdiendo la muleta, estocada, aviso, silencio. Luis Bolívar, estocada tendida, aviso, dos descabellos, silencio. Dos pinchazos, media tendida, aviso, silencio.

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