Anya Bartels acaba de presentar el libro cuya foto de portada adjunto. Lo apadrinaron Esplá que se va, por fortuna, del toreo, y Pepito Arroyo, que por fortuna se fue mucho antes. El libro que ha tenido gran aceptación entre los madriditas o usuarios del Tontódromo venteño, ha sido calificado por los aficionados como el trampolín tomasista este año de su ausencia en la plaza más importante del mundo ¿?. Las dudas metódicas sobre la ausencia de Tomás ya las preguntó Teresa Ruíz, de la revista Negocio, el día de la presentación de los carteles cuando el propio empresario argumentó el motivo del dinero, y muy ávida la compañera periodista, les hizo caer en la cuenta de las plusvalías ( negocios de cafeterías, restaurantes, etc) que se dejaban de percibir si el motivo de no contratarlo eran sus excesivos honorarios. Inmediatamente los protectores empresariales envolvieron a Teresa y la acusaron de no ser periodista taurina, que no iba a las corridas y que ese tema estaba clarificado, y que otras preguntas... mientras los periodistas taurinos se callaban condescendientes, con ese sopor pesebrero con el que algunos se identifican.
Visto este preludio ferial, la cosa ha ido de mal en peor a tenor del ganado que la empresa ha comprado, y lo que no dice la prensa del pesebre es que hay una rebelión en Las Ventas de los buenos aficionados que allí quedan, no de los madriditas y tontodromitas que suelen aplaudir todo lo que se mueve, que carga diariamente a voces y con pancartas, contra los ganaderos morucheros, los empresarios estafadores, los gerifaltes de la Comunidad, los taurinitos de tres al cuarto, y contra el equipo de Digital Plus, que ha subido el sonido de los micrófonos de los locutores y ha quitado los de ambiente, o los pone muy bajitos para que no se oigan las diatribas. Juan Galacho que es un resistente de pro y me informa diariamente de lo sucedido en tan espectacular plaza, confirma que en los corrillos venteños se asegura que la fiesta la matan los taurinos y no los catalanes separatistas... y sobre todo que da vergüenza ver lo bajo que ha caído esta plaza.
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