25 mayo 2009

NOVILLOS PARA CÁTEDRA

A la novillada de Guadaira se le pegó en varas y todos se mantuvieron en pie

NOVILLOS PARA CATEDRA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Los novillos de Guadaira pedían papeles. Los novilleros vienen a Las Ventas a examinarse para promocionar y se encontraron con un examen de catedráticos. La cátedra es lo máximo de la sapiencia y los chavales, tres, no habían estudiado para ello. El preparatorio es otro y los profesores de las escuelas no enseñan a lidiar lo que ha salido por la puerta de chiqueros. Con sus complicaciones seis novillos distintos. Con sus hechuras seis novillos a tener en cuenta y por su juego seis novillos con casta, unos de la menos buena y otros de la mala. Pero no han sido bobos, no se han caído y no se han empleado. Esto que parece una virtud, lo es en el toreo moderno, de manera que no se han caído y no han tenido dulzura, que es lo que en realidad significa para estos tiempos que los toros se emplean. De patas duras y de intenciones aviesas. El toro o el novillo de otro tiempo, que no estaría de más rescatar. Aún así ha habido tres muy tolerables. Sí, he escrito tolerables y no toreables pues el concepto de toreable varia en función de los encastes. El primero, bueno por ambos pitones. El segundo mejor por el derecho que por el izquierdo y el quinto aunque sin emoción se dejó. Los otros tres, arreando y con genio el tercero, el cuarto a su aire mirando, midiendo y parándose, y el sexto calamocheador.

Nada, para su desgracia, ha dicho el chaval que era nuevo en esta plaza. Juan Carlos Rey. Tuvo el lote mejor, el que se dejó más y solo se entretuvo en llevar y traer al segundo y en no acoplarse y no templar al quinto.

Pablo Lechuga hizo el esfuerzo con el tercero que se lo echó a los lomos en un momento que se descubrió. Con el sexto no quiso hacer ningún esfuerzo. En realidad debió hacerlo y hasta debió, aunque eso ya no se lleve en el toreo moderno, dejarse pegar otro revolcón, porque lo que la gente ha salido diciendo es que no hay futuro con estos novilleros.

Futuro, futuro, no sé si tendrá Francisco Pajares, pero ganas se le ven. No es porque no las haya demostrado, sino porque este negocio es un negocio incierto y no siempre lo que se hace delante de la cara de los toros, o novillos, luce. A Pajares no le lucieron los tres mil muletazos que le pegó al primero. Aseado, si, y en el examen se veía que prosperaba adecuadamente, pero no emocionaban, ni novillo, ni novillero. Con el cuarto se le vio mucha disposición y ganas, algunos enganchones pero siempre bien colocado. Al entrar a matar por vez primera el novillo lo cogió por el Fajín y le arreó una paliza, cuando se repuso y volvió a entrar a matar lo vuelve a coger y le pega otra de la que sale perjudicado pero sin calar.

Tarde pues de interés para el aficionado que bien mirado se queda con los novillos de Guadaira y con Pajares para repetir.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
Las Ventas. Última semana de San Isidro. Novillos de Guadaira, desiguales de presentación, con un primero muy bien presentado y tercero y quinto por debajo de la costumbre de Madrid. Mansurrones en los caballos que a la muleta llegaron: bueno el primero, manejable el segundo, con genio el tercero, el cuarto a su aire, el quinto se deja sin emoción, el sexto calamocheador. Francisco Pajares, pinchazo caído, media trasera caída y tendida, aviso, descabello, silencio. Pinchazo saliendo cogido, aviso, estocada saliendo otra vez cogido, saludos. Juan Carlos Rey, nuevo en esta plaza, estocada trasera caidita, saludos. Pinchazo, aviso y estocada, silencio. Pablo Lechuga, trasera atravesada, pinchazo y media defectuosa, silencio.

1 comentario:

El Coronel dijo...

Pues por lo que dcien esto es de lo mejorcito de la novilleria. ¡Como estara el resto, madre mia!