La corrida de toros de Victoriano del Río no me gustó ni de hechuras ni de juego. Pero eso no quita para que hubiera toros interesantes que necesitaran de otros toreros o de otro tipo de toreo.
Que Sevilla ha perdido el norte es evidente dada la poca entidad de las orejas concedidas (algunas). Norte perdido por los concurrentes a los tendidos y mucho más por las presidencias que se excusan reglamentariamente en la concesión de los apéndices olvidando que son los presidentes los garantes de mantener y aumentar la categoría de las plazas.
El primer toro fue aplaudido de salida cuando era vareado, solo con cara. Manseó en varas calamocheando y esperó en banderillas. Por el pitón derecho fue bueno aunque sin finales y por el izquierdo se quedaba corto. Fue pitado al arrastre.
Juan Ortega al que el público sacó a saludar al romper el paseíllo, por el buen toreo de su tarde anterior, no llegó a entenderlo por el derecho.
El cuarto de correcta presentación también fue pitado al arrastre. Cumplió ampliamente en los primeros tercios, y aunque sin fuerzas fue encastado en la muleta. Ortega se esmeró en el unipase aunque estos con clase y gusto.
El segundo toro fue un novillo que escuchó algunos pitos de salida. Luego durante todos los tercios fue encastado. Con recorrido e interés en sus embestidas. Y le ganó a los puntos al peruano.
Roca Rey que usó el capote con aire, comenzó la faena para la galería, de rodillas cambiando los pases. Después dio un recital de pico, sin apreturas, y de encimismo. Fue cogido sin consecuencias y mató de una trasera. Y el presidente, (entre reyes anda el juego), le largó dos orejas de feria.
El quinto tenía el hierro de Cortés. Bien presentado se dejó picar protestando y arreó con la cara arriba en banderillas. Lo mismo hizo en las embestidas por el pitón izquierdo, pero por el derecho tuvo recorrido hasta que Roca lo paró acortando su viaje.
El peruano lo toreó descolocado, muy despegado, con el pico de la muleta. En los naturales el toreo fue hacia afuera. En realidad el toreo verdadero es otra cosa, no lo que hizo Roca Rey. Dio una estocada a topacarnero, tendida y le sonó un aviso, y total, otra orejita que le abrió una puerta del Príncipe depauperada.
Pues que los sevillitas se la coman con su pan, que yo no me trago las mentiras de este torero.
El tercero también tenía el hierro de Toros de Cortés. Correcto en la presentación de dejó en los dos primeros tercios llegado a la muleta con buen tranco por el derecho y a media altura por el izquierdo, pensándoselo.
Pablo Aguado que toreó bien de capote le dio por replicar por malas chicuelinas un quite de Ortega que lo hizo por delantes exquisitos abrochados con media de portento.
La torería andante debe saber que para replicar un quite ha de hacerse por el mismo palo que lo hizo el replicado para así demostrar que lo hace mejor. De no saberse ese palo lo mejor es recurrir a la eterna verónica, lance fundamental.
En la faena Aguado utilizó el pico. Yo esperaba que se rompiera más con el toro, al que le dio mucho aire y con el que no estuvo rotundo. Pinchó sin cruzar y lo cogió sin consecuencias y luego recetó una trasera.
El toro estuvo por encima del torero.
El que cerraba plaza era también vareador solo con cara. Manseó en varas, cumplió en banderillas y fue noble y bondadoso, dejándose, hasta que se paró.
Pablo Aguado empleó mucho pico y temple. Los naturales fueron mejores. Pero lo que más me gustó fue la torería, a pesar del unipase, y la enjundia del toreo sevillano de otras épocas.
Dio muy buena estocada que mereció la oreja dada.
Aquí paz y allí gloria!
1 comentario:
Copio lo que comenté anoche de esa cosa que dicen es torero. "Pues sí cuento, ya que literalmente, me he dedicado a contar los más de 90 muletazos o mejor dicho. mantazos sin coger la muelta por el centro del estaquillador, fuera de cacho, con mucho pico y NI UNA VEZ ha cargado la suerte en sus dos toros. Ahora que echar la pata patrás, perdí la cuenta. Amén de que con la capa, como no sabe torear, pues dos mojones, que hasta en los quites no me ha gustado nada. valiente para mi y nada, nada ,nada primerísima figura. No se molesten los partidarios, me la trae al pairo lo que digan. Amén.
Publicar un comentario