14 abril 2024

SEVILLA. FERIA DE ABRIL 2024. PLAZA DE LA REAL MAESTRANZA. ESCRIBANO, BORJA Y ROCA REY: EL TOREO ES GRANDEZA.

 Vivir una tarde de toros no es comparable a nada más en el mundo. Los valores de la tauromaquia deberían enseñarse en las escuelas, de no ser por esta sociedad idiotizada que soporta la liviandad del ser humano y que se arroga sensiblerías incongruentes con la verdadera violencia intrínseca del mundo en que vivimos.

Es verdad que las emociones son cuando son y en el momento en las que son, y que no todos las recibimos del mismo modo que las somatizamos.

Y algo de eso tuvo que ver en la indiferencia con la que se trató toda la tarde a Roca Rey, a causa del espíritu sevillita del populacho maestrante. 

Y de la manifiesta querencia de que Borja Jiménez hiciera las cosas bien para premiarlo.

Y de la exigencia sempiterna hacia Manuel Escribano que siempre tiene que demostrar cómo es y porqué se siente torero.

Sevilla es otra cosa, por mucho y por tanto, pero lo es aún más por su crueldad y sus injusticias.

Pero hoy hubo una ganadería de toros encastados, Victorino, en todas sus formas y facetas de la casta, y hubo tres toreros dimensionados por sus distintas circunstancias.

Para mí, las orejas cortadas o no, en este festejo u otros, me traen al fresco. Para mí lo más importante es la torería y todo lo que significa el orgullo de pertenecer a un mundo en el que la muerte ronda de verdad, sin añadidos y sin atrezzos. Pues verdad hubo en los toros de Victorino y verdad hubo en ese Escribano que a punto estuvo de morir y en ese momento de morir, también resucitar (gracias al equipo médico), y volver a ponerse frente a la muerte. Jamás se ha dado en el hombre un compromiso tan fuerte con la vida, como es el compromiso que se hace en este oficio. Y hubo verdad pese a la indiferencia en lo que Roca Rey trasteo. Y hubo verdad en las faenas de Borja Jiménez, tan joven, tan técnico y con tanto que se le adivina.

Hoy la tarde ha estado llena de emociones que cada quien las ha vivido como cada quien es. Mañana será otra tarde, distinta, diferente, porque es así una tarde de toros, y este arte es así, y por eso, desde la emoción al aburrimiento quien no vive una tarde de toros, no sabrá jamás de lo importante que es la vida.

La corrida de Victorino Martín bien presentada y encastada. Con dos toros ovacionados al arrastre y dos aplaudidos en la presentación. 

Manuel Escribano cogido en el primero, intervenido quirúrgicamente en la enfermería y salió a matar su segundo toro en sexto lugar al que le cortó dos orejas por la emoción del momento.

Borja Jiménez que mató tres toros, le cortó una oreja al que salió en tercer lugar.

Roca Rey se fue de vacío porque el público no le perdona todo el mal que hay en el mundo.

Aquí paz y allí gloria!

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