20 mayo 2010

EL FRAUDE DEL ENCASTE PROPIO

Está para desaparecer... la suerte

EL FRAUDE DEL ENCASTE PROPIO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Al definir el Real Decreto 60/2001, los prototipos raciales de los toros de lidia, se cargaron lo que de toda la vida hemos llamado trapío del toro. Pues cada toro, es decir, cada ganadería está en su tipo, y cada toro en su trapío dentro de lo que es cada ganadería. Punto pelota. Aquellas definiciones que se establecieron a principios de este siglo seguramente habría que redefinirlas, pues como se sabe hecha la ley, hecha la trampa, muchos de los ganaderos han variado sus zootipos con los cruces que han determinado hacer por razones distintas. Y no siempre con la sangre de la misma procedencia. Lo de Baltasar Ibán es un caso claro, que aunque no tengo datos fiables de que haya refrescado sangre o cruzado con otras, se ha visto en la corrida de hoy que los toros estaban fuera de su prototipo racial que no es otro que el que se deriva del encaste Contreras de la casta Vistahermosa. Solo el quinto estaba dentro de su línea. Esto que para el aficionado es un fraude debería ser perseguido por la autoridad sobre todo teniendo en cuenta que el Real Decreto apostaba por los prototipos, enmarcándolos y procurando su conservación como reserva genética. Hoy sabemos de medios capaces de detectar ADN diferente del que deberían tener cada uno de los prototipos raciales. El veterinario malagueño Luis Rivera tiene estudios documentados de lo que expongo, que podrían suponer grandes sorpresas en lo que creemos de las sangres de ciertas ganaderías.

Que la ganadería de Baltasar Ibán haya o no refrescado no es óbice para darle el mérito que hoy le ha correspondido a sus toros por encima del que los toreros han tenido. Terciados de presentación el primero y el tercero, resto correctos, con un sexto toro muy bien presentado pero que para información general le faltaban cuatro meses para cumplir los seis años. Por eso siempre se dijo aquello de que el toro de cinco y el torero de veinticinco. Aunque algunos toreros tiene más años y todavía no se enteran de lo que tienen delante. Los toros han manseando en el primer tercio, tomando un primer puyazo mas o menos y huyendo en el segundo, al segundo no llegaron a darle el segundo puyazo. A la muleta llegaron: primero bondadoso pero sin recorrido, segundo de menos a más por el pitón izquierdo. El tercero encastado y bueno por los dos pitones. El cuarto no se emplea pero se mueve. El quinto no pasaba bien. No rompió. Y el sexto tenía voluntad de embestir pero no iba hasta el final.

Entonces, ¿qué toro quieren estos muchachos? El que pega bocados, porque pega bocados, el que embiste, porque siempre tiene algún defecto, y el que se para porque se para. No se enteran. La corrida se fue con las orejas puestas y los toreros sin fuelle, sin ideas, y quejándose. La culpa va a ser de los holandeses, o de quienes puñetas trajeran a España los yogures, que han criado a niñatos en vez de a recios hombres. Este no es un negocio para débiles, ni de mente, ni de músculo. Por el contrario, ellos piensan que si un toro termina embistiendo es por el merito de ellos, por ahormarlo y desengañarlo. Para ellos el toro no lo tenía dentro y si lo tenía (las embestidas, claro), había que sacárselo. Pero ¡so mastuerzos!, ¿qué es sino el toreo que averiguar y sacar lo que el toro tiene dentro?

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
San Isidro. Por debajo de los toros.
Se han lidiado seis toros de Baltasar Ibán, desiguales de presentación y de desigual juego, destacando el segundo y el tercero. Eugenio de Mora, estocada trasera, aviso, (al tercio). Estocada, (al tercio). Serafín Marín, que hizo el paseíllo con Barretina y Señera, estocada, (al tercio). Dos pinchazos, media caidita y atravesada, (silencio). Luis Bolívar, pinchazo, delantera, baja, (silencio). Tres pinchazos, media tendida y aviso, (silencio).

2 comentarios:

Administrador dijo...

Amigo Agustin La ganaderia de Baltasar Iban es un cruce de Contreras x Domecq o lo que es lo mismo Murube-Contreras-Domecq.
¿ Que ocurre? que depende de la paridera de ese año unos toros estaran mas en Domecq y otros en Contreras.
De ahi que sea tan dificil fijar morfologicamente caracteristicas en los denominados encastes que son producto de dos o tres cruces ( mas de 25 años fijando caracteres)

Yuntero dijo...

Desde la experiencia, que no es poco, quiero comentar que cuando se meta uno en la aventura de los cruces, lo cual está pidiendo a voces la cabaña de bravo -al margen los torifactureros, eso está "acabao" y acabará con la Fiesta- lo primero que hay que hacer es fijar el cruce haciendo raza. Hay que olvidarse de los caracteres anteriores pues con ello, lo único que se consigue, es que factores hereditarios dominantes, lo que se desconoce, pueden ser distintos de los que se pretenden fijar; da igual con los caracteres externos que con los internos, salvo que se trate de dos razas puras en apogeo de caracteres ya fijados de siglos atrás y que no hayan degenerado en ningún momento. Y dónde está eso?
Por ello se le van de las manos a muchos ganaderos las vacadas. Veinticinco años no son nada en la vida de una ganaderia salvo que te suene la flauta. Ahora bien, en una cunera, le refuerzas sangre sin compasión y puede resultar; de ésto, hay ejemplos con la vista puesta en el "mercao" que funcionan. Con vistas a fijar encastes o raza con las caracteristicas deseadas, ya es más dificil.
De ahí lo de las parideras distintas de un año para otro.
Desde mi amor por el TORO.
Yuntero