10 mayo 2010

ESTOCADA A VIDA O MUERTE

Picador de Cesar Palacios

ESTOCADA A VIDA O MUERTE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Había zumbado el viento con brío y frío durante la faena. Voluntarioso, no más se podía estar. Pero al chico de Salamanca le sabía a poco y en su decisión ambiciosa dio ese pasito que hay que dar para estar a la altura de lo que se quiere conseguir que en esto del toro no es más que la gloría. Ni más, ni menos. Echarle la muleta a la izquierda con uno desclasado y descastado, tenía el mérito de efectivamente conseguirla. Y le arrancó pases, más o menos, pero pases al fin. Volvió a intentarlo con la derecha pero el abecerrado novillo quería cazarlo. Y otra vez la voluntad y el ansia se impone y con la izquierda lo lleva hasta que definitivamente le protestó. Mérito. De mucho mérito lo que Juan hizo, pero lo más fue la estocada a vida o muerte que le recetó al de Carmen Segovia, de la que salió cogido y afortunadamente indemne. Las Ventas se cerró en ovación, que le supo a poco al salmantino. Pero las Ventas seguirá ahí por muchos más años. La consecuencia, hartos ya de decir que no hay futuro entre la novillería, es que sí, que Juan del Álamo tiene futuro. Cortó una oreja del segundo de la tarde donde nos mostró su corte clásico y ortodoxo, con la razón en la cabeza. A veces despegadito, a veces toreando en línea, a veces acelerado, pero con las ideas de la ligazón y de los terrenos, claras. Hay novillero, si señores.

Era pues la de esta tarde una novillada, y en las novilladas se espera ver novilleros. Y los compañeros del cartel estuvieron en novilleros, con más defectos que virtudes, sin embargo repito, que lo bueno de los novilleros es que se placeen en otras plazas, pues Madrid no es plaza para placearse, es plaza para demostrar lo que se sabe de este arte, en este caso con el toro de tres años y en otros casos pues con el toro. A Madrid no se puede ir a tirar la moneda, hay que ir a decirle a la afición: ¡Oiga que este soy yo!

Tomasito el francés quedó en tablas con su primero. Ni el novillo ni el novillero sabían de esto. Uno no embestía por derecho y el otro tampoco. En el cuarto demostró su bisoñez con un novillo de Torres Gallego que podía haber roto a embestir pero las precauciones y el verde oficio no le dieron para más. Además la actuación se vio impregnada de un cachondeo pueblerino contra su banderillero Paco Leal, incomprensible en una plaza de este calado. Es cierto que el novillo era un regalito al que debieron darle los tres puyazos en regla, pero no es menos cierto que Leal ya no está para seguir en activo. En ninguno de los casos el publico debe portarse con los actuantes mal educadamente.

La terna la cerraba uno que era nuevo en esta plaza. Miguel de Pablo. Verderón también que no pasó de voluntarioso en el tercero y que en el sexto no vio las condiciones del de Gallego que en otras manos hubiera sido aceptable.

En ayuda de los chavales diremos que sopló el viento toda la tarde molestando bastante en la lidia.

La novillada de Carmen Segovia remendada con dos de Torres Gallego, mal presentada. Terciados primero y segundo, chico el tercero, y quinto un becerro. Escasos de pitones por cornicortos, no estaban los novillos bien rematados, y descastados en general. El segundo se dejó. Los de Torres Gallego bien presentados. Manso el cuarto que pudo haber roto a embestir, y el quinto descastado y sin clase.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
San Isidro. La primera novillada.Cuatro titulares de Carmen Segovia, mal presentados. Segundo se dejó y fue aplaudido en el arrastre. Y dos remiendos que hicieron cuarto y sexto, de la ganadería de Torres Gallego, correctamente presentados que se dejaron. Tomasito, estocada, (silencio). Pinchazo, media contraria con derrame, (silencio). Juan del Álamo, fuera de cacho, estocada tendida, (oreja). Estocada a matar o morir, saliendo cogido con magulladuras, (al tercio). Miguel de Pablo, nuevo en esta plaza, cuatro pinchazos, uno hondo, un descabello, aviso, y cinco descabellos más, (silencio). Estocada a capón, (silencio).
Tanto los novilleros como los matadores no saben poner en suerte para picar, y luego se quedan a la derecha del picador desvirtuando la verdadera intención de la embestida del toro.

1 comentario:

Mariano Cifuentes Sánchez dijo...

D. Agustin buenos días soy Mariano Cifuentes,si puede le ruego me cambie el enlace en su blog ahora es coquillascifuentes.blogspot.com Gracias y un salúdo.