Brega. Por Erpacomuro.
SE LLAMA, DESCASTE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
La corrida de Alcurrucén se ha matado sin pena y sin gloria. Hoy la cosa no estaba de Dios y unas veces por los toros y otras por los toreros, la cosa se ha quedado en tablas. Hubiera podido parecer que los toros en algún momento estuvieron por encima de los toreros, pero no. No había tantas cosas a favor del toro.
En realidad la condición de los toros lidiados esta tarde tiene un nombre, descaste, y la representación gráfica es la del genio. Los acurrucenes han desarrollado genio en todos los tercios y cuando han llegado a la muleta después de las primeras arrancadas con más violencia que templanza, se han venido abajo. De ahí la falta de casta. Si quitamos el primer toro que hizo sobrero del hierro de El Torreón, vareado, noble pero sin fuerzas y por consiguiente falto de recorrido, tenemos lo que a continuación cuento:
El segundo toro se repucha en varas después de atacar. Genio. En banderillas lleva la cara a media altura y arrea cuando tiene a tiro a los banderilleros. A la muleta llega noblón pero soso, sin viaje. Luego descastado, no tiene fuelle para seguir. Lo perdió todo echando genio en los anteriores tercios. Tercero, toro girón, no se emplea en el caballo, en palos se dejó más pero sin humillar, es decir no se entrega. Pega cuatro arreones a la muleta y se apaga. Es descaste. Cuarto. Muy mal picado en un tercio de varas que parece una capea, todos revueltos y alrededor del toro, nadie está colocado en su lugar. Pero no es excusa. No se emplea. En banderillas espera y como consecuencia arrea cuando tiene al personal a tiro. Victima de esto Antoñares que se va a la enfermería con una mano rota. Genio. A la muleta llega con cierto son pero no rompe a bueno. Este pudo engañar al aficionado. Quinto, el otro girón, música de estribo, signo evidente del genio. En palos busca alamares, luego no hay condición de humillar. En la muleta pega cuatro arrancadas y luego se para. Descaste. Y sexto, derriba en la primera vara apretando de dentro hacia fuera y se va suelto cuando ve campo. En los otros dos puyazos con la cara arriba sin emplearse. Más genio. En banderillas siembra el pánico en Gimeno Mora, y el banderillero almeriense sabe de lo que va esto. Dos arrancadas por cada pitón y pare usted de contar. Genio y descaste.
Toros definidos. Ahora vamos con los toreros a los que sería muy fácil disculpar, pero como en esto se sabe que cada toro tiene su lidia les diré que tampoco han estado a la altura de las circunstancias, por eso esta partida ha quedado en tablas. Verán:
Uceda Leal, la eterna promesa, que maneja el capote y es un buen matador de toros, y bla, bla, bla. Le dio por no acoplarse con el cuarto retirándole al toro al muleta de la cara cuando lo pasaba en redondo y por el izquierdo ni se enteró de las dos arrancadas buenas. Con el sobrero anduvo aseadito y como la gente no le hacía caso, no se dio mucha coba con el inválido del Torreón.
Puso voluntad El Cid, que pareció que quería salir del bache, ¿? en el segundo, pero cayó en saco vacío, no tenia interés para el respetable su voluntad. En el quinto hizo un pequeño esfuerzo que no cuajó, no rompió el torero y terminó no rompiendo el toro. Incógnita resuelta. Todavía no quiere salir del bache.
La primera faena de Tendero, un joven que parecía quería comerse el mundo, no llegó ni a nada ni a nadie, se dejó el toro un poco más en el tercio pero al hilo del pitón nunca es toreo, aunque algunos parias se empeñen en decir que al hilo es como se liga. Hay parias que nunca se han cruzado a toro arrancado, que es el mérito de esto. En el sexto, desbordado y sin ideas, se dejó ir las primeras embestidas del animal que como todos, al final se paró, e incluso este dio coces. No se comió el mundo el manchego.
La nota de la tarde la puso El Cid al que le entraron celos de El Boni que recibió la ovación más fuerte de la tarde por dos extraordinarios capotazazos para poner al quinto toro al caballo. Luego del quite no lo dejó operar más. Por cierto que Alcalareño pegó un petardo con los palos.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA
San Isidro. Se ve que el temporal también afectó a la casta.
Cinco toros de Alcurrucén, segundo, tercero y quinto correctamente presentados. Sexto bien presentado. Cuarto avacado y culipollo. Todos descastados, alguno manejable como el cuarto, pero sin romper a bueno. El primero, sobrero a causa de la invalidez del titular, de El Torreón. Vareado. Nobletón sin recorrido por falta de fuerzas. Uceda Leal, estocada, (silencio). Estocada, (silencio). El Cid, dos pinchazos, estocada trasera y tendida, (silencio). Estocada tendida, trasera y baja, (algunos pitos). Miguel Tendero, dos pinchazos, uno hondo tendido que escupe y dos descabellos. No mató ejerció de matarife, (silencio). Media atravesada y trasera perdiendo la muleta y descabello, (silencio).
SE LLAMA, DESCASTE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
La corrida de Alcurrucén se ha matado sin pena y sin gloria. Hoy la cosa no estaba de Dios y unas veces por los toros y otras por los toreros, la cosa se ha quedado en tablas. Hubiera podido parecer que los toros en algún momento estuvieron por encima de los toreros, pero no. No había tantas cosas a favor del toro.
En realidad la condición de los toros lidiados esta tarde tiene un nombre, descaste, y la representación gráfica es la del genio. Los acurrucenes han desarrollado genio en todos los tercios y cuando han llegado a la muleta después de las primeras arrancadas con más violencia que templanza, se han venido abajo. De ahí la falta de casta. Si quitamos el primer toro que hizo sobrero del hierro de El Torreón, vareado, noble pero sin fuerzas y por consiguiente falto de recorrido, tenemos lo que a continuación cuento:
El segundo toro se repucha en varas después de atacar. Genio. En banderillas lleva la cara a media altura y arrea cuando tiene a tiro a los banderilleros. A la muleta llega noblón pero soso, sin viaje. Luego descastado, no tiene fuelle para seguir. Lo perdió todo echando genio en los anteriores tercios. Tercero, toro girón, no se emplea en el caballo, en palos se dejó más pero sin humillar, es decir no se entrega. Pega cuatro arreones a la muleta y se apaga. Es descaste. Cuarto. Muy mal picado en un tercio de varas que parece una capea, todos revueltos y alrededor del toro, nadie está colocado en su lugar. Pero no es excusa. No se emplea. En banderillas espera y como consecuencia arrea cuando tiene al personal a tiro. Victima de esto Antoñares que se va a la enfermería con una mano rota. Genio. A la muleta llega con cierto son pero no rompe a bueno. Este pudo engañar al aficionado. Quinto, el otro girón, música de estribo, signo evidente del genio. En palos busca alamares, luego no hay condición de humillar. En la muleta pega cuatro arrancadas y luego se para. Descaste. Y sexto, derriba en la primera vara apretando de dentro hacia fuera y se va suelto cuando ve campo. En los otros dos puyazos con la cara arriba sin emplearse. Más genio. En banderillas siembra el pánico en Gimeno Mora, y el banderillero almeriense sabe de lo que va esto. Dos arrancadas por cada pitón y pare usted de contar. Genio y descaste.
Toros definidos. Ahora vamos con los toreros a los que sería muy fácil disculpar, pero como en esto se sabe que cada toro tiene su lidia les diré que tampoco han estado a la altura de las circunstancias, por eso esta partida ha quedado en tablas. Verán:
Uceda Leal, la eterna promesa, que maneja el capote y es un buen matador de toros, y bla, bla, bla. Le dio por no acoplarse con el cuarto retirándole al toro al muleta de la cara cuando lo pasaba en redondo y por el izquierdo ni se enteró de las dos arrancadas buenas. Con el sobrero anduvo aseadito y como la gente no le hacía caso, no se dio mucha coba con el inválido del Torreón.
Puso voluntad El Cid, que pareció que quería salir del bache, ¿? en el segundo, pero cayó en saco vacío, no tenia interés para el respetable su voluntad. En el quinto hizo un pequeño esfuerzo que no cuajó, no rompió el torero y terminó no rompiendo el toro. Incógnita resuelta. Todavía no quiere salir del bache.
La primera faena de Tendero, un joven que parecía quería comerse el mundo, no llegó ni a nada ni a nadie, se dejó el toro un poco más en el tercio pero al hilo del pitón nunca es toreo, aunque algunos parias se empeñen en decir que al hilo es como se liga. Hay parias que nunca se han cruzado a toro arrancado, que es el mérito de esto. En el sexto, desbordado y sin ideas, se dejó ir las primeras embestidas del animal que como todos, al final se paró, e incluso este dio coces. No se comió el mundo el manchego.
La nota de la tarde la puso El Cid al que le entraron celos de El Boni que recibió la ovación más fuerte de la tarde por dos extraordinarios capotazazos para poner al quinto toro al caballo. Luego del quite no lo dejó operar más. Por cierto que Alcalareño pegó un petardo con los palos.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA
San Isidro. Se ve que el temporal también afectó a la casta.
Cinco toros de Alcurrucén, segundo, tercero y quinto correctamente presentados. Sexto bien presentado. Cuarto avacado y culipollo. Todos descastados, alguno manejable como el cuarto, pero sin romper a bueno. El primero, sobrero a causa de la invalidez del titular, de El Torreón. Vareado. Nobletón sin recorrido por falta de fuerzas. Uceda Leal, estocada, (silencio). Estocada, (silencio). El Cid, dos pinchazos, estocada trasera y tendida, (silencio). Estocada tendida, trasera y baja, (algunos pitos). Miguel Tendero, dos pinchazos, uno hondo tendido que escupe y dos descabellos. No mató ejerció de matarife, (silencio). Media atravesada y trasera perdiendo la muleta y descabello, (silencio).
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