PAREJO AYER EN LA VENTAS. FOTO DE LA WEB DE LA PLAZA.
Ser novillero es adquirir en el estado de las cosas de la tauromaquia una forma catatónica que les hace a los muchachos ir a la deriva en este mar de angustias y lágrimas... y en esto que llegan a Las Venas y se tienen que jugar la vida o desistir en el intento por los múltiples factores que a la suerte acompañan. El primer factor, el valor, el segundo el oficio... el valor se le supone a los chavales como se le supone a los soldados, el oficio no se le supone a nadie.
Pero ayer llegó a la plaza de Las Ventas del Espíritu Santo un novillero que estuvo en novillero y que estuvo en torero y que fijó la atención de todos los que lo quisieron ver, y lo vimos con un segundo novillo marrajo, manso, cortando en banderillas, con la cara alta, con peligro, embistiendo a oleadas, marcando al torero, esperando y riéndose del personal con la boca cerrada. Y el chaval, que al parecer es de Cádiz (bendita tierra para el toreo) supero una cogida, se lo llevó al centro del redo, y con firmeza y entrega le conquistó al bruto, dos tandas de naturales que para mí las hubiera gustado, de haber sido yo novillero. Luego le salió un quinto que aunque iba a su aire se dejó, sin clase y sin estilo per no con peligro, y Parejo, jovencísimo chaval que parece tener las cosas muy claras, cambió el modus operandi y lo aprovechó bien, en faena planteada en las rayas y esperando las embestidas del burel. ¡Chapó! No cortó orejas, ni falta que le hizo porque dejó bien repartida su tarjeta de visita. Le sonaron dos avisos en el segundo y uno en el quinto. Parejo era nuevo en esta plaza.
Abría el cartel de la novillada Diego García, madrileño de San Sebastián de los Reyes, que parece ser el rey del escalafón novilleril y no lo parecía. Se dejó ir el novillo más potable del encierro, el primero. aburrió literalmente al novillo, que fue noble, de embestida sosa, que se dejó ampliamente y que no tuvo peligro. Lo llevó, lo trajo. lo acompañó. Un "pacá y un pallá" y deje usted de contar. Avisado. En el cuarto estuvo voluntarioso y también fue avisado ante uno de Los Maños que terminó rajándose y siendo peligroso.
Mario Navas entró en el cartel por la vía de la sustitución al haber sido cogido el novillero Marcos Linares en Sevilla, y no tuvo suerte con el lote. Decidido y con cabeza ante el tercer novillo y luchando contra el viento macheteó como pudo al peligroso sexto que lo cogió aparatosamente cuando lo pasaba de capote.
La novillada de Los Maños, de procedencia Santacoloma, sacada de tipo y en general vacía y peligrosa a excepción del primero y del quinto que se dejaron un poco. Mentirosa en los caballos, cortando en banderillas y en la muleta buscando alamares.
¡Aquí paz y allí gloria!
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