TORO QUINTO DE VALDEFRESNO. Obsérvese lo astigordo del cuerno.
La corrida de Valdefresno desigualmente presentada fue en su conjunto mansa descastada pero convendría hacer matices pues hubo toros que se dejaron y toreros que no los vieron, al menos antes de rajarse.
Mano a mano entre Uceda Leal y Fernando Robleño.
El primero peleó mal en varas y en banderillas arreó pero fue bueno por ambos pitones hasta que se rajó. Fue pitado al arrastre. Uceda Leal no lo vió. El tercero pitado al arrastre fue manso en todos los tercios, el torero sin opciones. Al toro se le pusieron los pitones durante la lidia como dos flores. Los estragos de las fundas. (No quiero ser mal pensado) El quinto manseó en varas, apretó hacia adentro en banderillas y en la muleta se paró radical. También sin opciones el matador y pitos al toro.
El segundo fue devuelto al corral por inválido. El sobrero fue de la ganadería de José Luis Pereda, alto, sacado de tipo, que cumplió en varas y palitroques. Fue bueno por el pitón derecho y por el izquierdo exigente hasta que se orientó porque el matador lo dejó pensar. Robleño no hizo el esfuerzo y fue avisado. El toro pitado. El cuarto cumplió en varas, complicado en banderillas y en la muleta fue interesante por el pitón izquierdo y muy bueno por el pitón derecho hasta que se apagó. El matador no lo entendió desde el principio y se limitó a acompañar embestidas. Fue avisado. El sexto el mejor presentado cumplió ampliamente en los primeros tercios pero en la muleta cantó la gallina, se iba del engaño, gazapeaba, probaba terminando rompiendo en la querencia. Quedó inédito por el pitón izquierdo y Robleño se desesperó y se aburrió con él.
¡Aquí paz y allí gloria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario