17 agosto 2007

EL OJO DEL TATO

foto: sexto torito devuelto, por Pastor.

MALAGA 07. SAYALERO Y BANDRES 1º, MONJE, resto. Pitados. Sobrero de HERMANOS GONZALEZ, 6º, manejable. RINCON, silencio y palmitas. CASTELLA, oreja de pueblo y al tercio. VEGA, al tercio y vuelta.

EL OJO DEL TATO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Ha dicho Rivera Ordoñez a los aficionados que presencian los reconocimientos matutinos en los corrales de la plaza que quien quiera ver toros que se vaya a Madrid, Pamplona o Bilbao. Claro, como Rivera no quiere ver toros, por eso no ha ido a ninguna de estas tres ferias. Y por eso no los quiere para Málaga.

La cosa no iba muy fina durante la tarde cuando saltó a la arena el impresentable sexto que también comenzó a pararse y unas voces desde el tendido tres comenzaron gritando: ¡queremos toros! Y de ahí al seis... y todavía la cursilería malaguita (el malaguita es un espécimen parecido al señorito andaluz, pero con menos posibles, maqueado y repeinado, que dice querer mucho a Málaga, pero sin contar con Málaga), chistaba silencio para acallar las protestas. Entonces ese pueblo llano, esa afición sufrida, se levantó a voz en grito pidiendo toros: ¡tooross, tooross! Y la rebelión tomaba cuerpo y para algunos aquello era el asombro. Entonces los protestantes se dieron cuenta de lo que algunos llevamos pregonando durante toda la feria. Que esta lo es sin el toro. El asunto comenzaba a tomar un cariz feo y en el burladero de empresarios, ayer estaban todos, las caras mudaban. Puche como si la cosa no fuera con él y en verdad no va, él es el ponedor. El francés, de súbito, se puso rojo, no se sabe bien si por ciertos vapores, sol, o por la vergüenza que sentía. Esto último se pone en entre dicho. Javier Conde, daba ordenes que el toro se llevara por segunda vez al caballo para tramitarlo rápido y que la rebelión se calmara. Y el más inteligente de todos. Rivera, piano, piano, se iba de hilo por el callejón. Y la turba que lo vio, más toros pedía fijando sus miradas en él. Se paró pegadito a la pared y allí una señora gorda y un señor enojadísimo se metieron con su casta. Aguantó y cuando se hubo disipado un poco la bronca, piano, piano se fue a colocar junto al Tato y a Luque el veterinario. Y no tuvieron por más reacción que la de reírse.

El ojo del Tato tiene un pajazo y los veterinarios no lo han visto en los corrales. Consecuentemente no lo han devuelto y lo han dejado seguir señalando toros para esta plaza de "primerísima categoría". Con tal defecto el Tato anda pegando cornadas de ciego y por eso reseña lo que reseña para Málaga. Otro que reseña pero más tapado es José María Almodovar. ¡Cuanta nómina para Puche! Visto lo visto ni los veterinarios Guillamón, ni Luque, ni Carmen Añón, corrigen el ojo del tato y se señalan como cómplices del robo a la afición, que aunque paciente, cuando le tocan los cataplines, protesta, ¡vaya que si protesta! Y por encima de ese equipo veterinario, la mayor responsable de aceptar una impresentable corrida es Ana María Romero, que no impone su demostrado valor, para pasarse por el arco del triunfo a los políticos que pudieran acosarla y a los taurinos, a los que estoy seguro les puede doblegar con su afición, pues no me cabe la menor duda de que de los tres Romero, ella es la mejor aficionada. Así las cosas, con el pueblo en armas, cargadas las gargantas y pidiendo toros y más toros, Ana María incumplió el reglamento devolviendo el sexto, por descastado. La solución que tomó, lejos de ser reprobable, resultó ser la más acertada pues en vías de evitar un mal mayor consideró justo interpretar la norma y darle a la turba el sobrero, uno de 580 kilos de los Hermanos González Sánchez Dalp, que por fortuna se movió más que el resto de la corrida.

No obstante los hechos, el considerando mayor es que el pueblo no protestó con vehemencia la escasa presentación de los toros, que sí se hizo por unos que cantaban en las andanadas del seis aquello de "los boquerones..." si no que lo que se protestó fue el descaste de la corrida. No importa, lo verdaderamente a valorar fue la reacción de la gente y el señalamiento a la empresa de que hay más posibilidades de que embistan toros comprados con billete grande y de que el ojo del Tato no está regulado para ver toros de primera. No toros de esta plaza que eso es una falacia malaguita impuesta sospechosamente por el Marqués de Fuengirola, sino toros de una plaza de primera. La de Málaga no es menos que Madrid, ni más que Valencia, es Málaga de primera.

La corrida desigualmente presentada. Segundo chico, sexto terciado, sobrero basto sin pitones. Tercero y quinto pasables. Pitados al arrastre primero, tercero, cuarto y levemente el sexto. Casi todos descastados. Tercero se deja de más a menos, segundo y sobrero manejables. El segundo era tan chico que de un derrote levantó tablas y por el hueco se coló al callejón.

Rincón no le tomó la distancia al primero ni quiso hacer el esfuerzo para ver aquello. Perfilándose muy lejos, pinchazo con el brazo atrás, media trasera y tendida. En el cuarto, porfión y más esforzado, algún natural y algún redondo. Con igual perfilación y dejándose el brazo atrás dos pinchazos sin querer matarlo, aviso y baja con derrame.

Castella no dio un muletazo bueno al toro que cuajó Curro Molina en banderillas. Faena encimista, aveces acosado por el toro y sobretodo con las ideas turbadas. Estocada buena. Al quinto lo saca a los medios por ayudados por alto y lo tantea en el centro del ruedo. Acompaña. Por el izquierdo varios mantazos obligando al toro a resabiarse y de ahí en adelante, nada. Trasera baja.

Salvador Vega toreó aceptablemente a la verónica al tercero pero en la muleta no terminó de acoplarse. Se pegó un arrimón final y lo pasaportó de pinchazo y una buena. En el sobrero ligó muletazos por el derecho y en series cortas enjaretó una faena llena de alardes de valor, cosa que precisamente no le sobra al malagueño. Las dos ultimas series fueron mas enjutas y fibrosas quedándose en el sitio para ligar, resultando más emocionantes. Pinchazo, aviso, costándole trabajo cuadrar al toro pues aún no estaba dominado. Otro pinchazo, una corta caída y descabello.

¡Aquí paz y allí gloria!

REMATE, por Pacopi
Tarde muy agradable en la Malagueta con una brisa fresquita. Lamentable es que se aplauda al picador porque levante el palo sin meter las cuerdas. La suerte de varas se ha convertido en la desgracia del picotazo.
De moda se ha puesto entre la torería andante el empezar las faenas con espaldinas en el centro del ruedo y terminarlas con trincherillas…ya tiene imaginación, ya.
Rincón es como Esplá, sólo torean bien en Madrid y Sevilla, en las demás plazas a tomarle el pelo a la afición. ¿Alguien me puede dar el dato de alguna gran faena de Rincón en lo que llaman "Provincias"?.
Doy de regalo un vídeo del Fandi.
Tres mitos hay en el toreo que relucen mas que el Sol: El buen momento del Juli; lo buen torero que es Castella y la maestría de Ponce, rey del aviso "indultador" oficial.
Me pregunto ¿Por qué se cambian algunos "toros" con dos pares de banderillas? Hoy sucedió en el quinto de la tarde, ese que toreó a Castella (digo bien, el toro toreó a Castella) que daba un pase y dos paseos…
Antes de salir el sexto ¡¡¡¡La Revolución!!! ¡¡¡ya era hora!!!. ¡¡¡Toros, toros!!! gritaba la plaza entre palmas de tango. Luego salió un gatito, muy mono el…¡¡toros toros!!! Gritábamos todos, bueno todos no…unas señoras que tenía delante con unas macetas en la cabeza, se mostraban inquietas pues el "motín" les impedía aplaudir, que era lo que hacían toda la tarde como si fueran autómatas. En vista del alboroto. ¡¡ale hop!: la señora presidenta, que por la mañana aprobó el "gato" con trapío, ahora lo ve pequeñito como el resto de los mortales. ¡¡Al corral!!! .¡¡me dio una pena verlo irse tan chiquito….!!.
Don Salvador Vega, el vestido de torero hay que respetarlo ¿a que viene el quitarse las zapatillas? ¿le quedaban pequeñitas como el toro? ¿le hacían pupita en los "Juanetes"? . Antes de comprárselas hay que probarlas y ver si le quedan bien…

CIERRE, por Pastor.
¡Por fin! El socavón de la escalera de acceso al tendido 6 ha sido pulcramente reparado. En ello ha tenido que ver la gestión del buen aficionado y mejor persona don José Luis Gálvez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La Trinchera de Paracuellos esta manos a la obra para comprobar el dato de Rincon, pero no queremos el premio, mejor lo donais a una ONG de damnificados por el Fandi, Ferrera y ese torero que usa montera rara y patillas a lo Luis Candelas.
Saludos malagueños.

Anónimo dijo...

¿Qué hace Almodóvar viendo toros si su único mérito es haber llevado durante unos años la ganadería de Trapote que como se sabe es buque insignia del campo bravo español? ¿De verdad no había otro para ver toros de una plaza de primera?