Diego Urdiales con el cuarto de la tarde de Ana Romero, un toro encastado. Foto de Onetorotv.
A Diego Urdiales le tocó el mejor toro del encierro de Ana Romero (de encaste Santa Coloma) y lo aprovechó. Le cortó las dos orejas y le dieron una fuerte ovación al toro en el arrastre. El toro marcado con el número 8 fue bizco del pitón izquierdo, cumplió en el unipuyazo y en banderillas esperó en el tercer par. Se movió con bondad por el pitón derecho y por el izquierdo con más viaje también fue bueno. El animal fue a más y dio interés al trasteo. Al principio de la faena el riojano no se centró por el pitón derecho. Luego al natural, mejor, pero el toro se cayó al bajarle la mano, luego a media altura se entonó el trasteo al natural al principio, ya ven la foto, el toro por fuera y el torero con el pico de la muleta, con probaturas, pero luego fueron los mejores muletazos.
Con el primero estuvo Urdiales voluntarioso dando unos naturales buenos y entendiéndolo bien por ese pitón, luego detalles con algunos muletazos por bajo y mal con la espada. El toro pitado al arrastre embistiendo a media altura con las manos por delante y entregándose más por el pitón izquierdo.
El Juli ha anunciado que se va, pero se queda la otra mejor cabeza del toreo, Daniel Luque. Cortó una oreja al segundo de la tarde un toro inválido pero sin humillar bueno por ambos pitones. Luque le aplicó cuidados paliativos, ayudándole a embestir, templando las embestidas y hasta codilleando en ocasiones para ayudarle al mortecino toro.
En el quinto, avacado y grandón en una corrida muy desigual, dio una vuelta al ruedo por fallar con el descabello. Un toro bueno y noble, sin humillar pero dejándose ampliamente, el toro ovacionado al arrastre y el torero sin apreturas lo entendió bien sin bajarle la mano pero aplicando en el trasteo, cabeza, técnica y mucho oficio, fue avisado
Cerraba la terna Diego Carretero que sorteó un tercer toro sin fuerza que se defendía por ese motivo y no pasaba en el engaño, estuvo aseado sacándole algunos muletazos dignos pero al matar se dejaba el brazo atrás y no hacía la cruz. Descabelló al toro, no lo mató.
El sexto el mejor toro presentado, bueno por ambos pitones pero al final se vino abajo. Lo llevó y lo trajo el torero descolocado y al hilo del pitón en una faena en la puso mucha más voluntad que oficio. El toreo superficial gustó, fue avisado.
La ganadería de Ana Romero desigualmente presentada, justa de fuerzas pero manejable en líneas generales con un toro cuarto muy bueno.
¡Aquí paz y allí gloria!
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