MADRID. IBANES CON PRINCIPIOS Y SIN FINALES.

MADRID. FERIA DE SAN ISIDRO 2015. TOROS DE BALTASAR IBAN PARA FERNANDO ROBLEÑO, SERAFÍN MARÍN Y LUIS BOLÍVAR.

IBANES CON PRINCIPIOS Y SIN FINALES.

Por Agustín Hervás

Onda Cero Radio

Como algunos de los políticos que saltan al ruedo parlamentario todos los días y que todos conocemos. Tienen nombres. Han sido los toros de hoy en Las Ventas. En general toros con principios pero sin finales. Es decir con cierto interés en los primeros tercios, con cierta buena dosis de casta, que incluso en la muleta la tomaban bien en las primeras tandas y luego al final se venían abajo. De presentación los ibanes eran iguales. Por delante rematados, por detrás culipollos. Lo da el encaste que ahora es el propio, pero el originario era de Contreras. Y les puedo asegurar que en ese encaste también salen rematados. Muy rematados como propiamente el toro de hoy que salio en quinto lugar. Y el sexto que luego se partió la mano izquierda y lo cambiaron por un  Torrealta basto y jabonero. 

El primero de mas a menos se dejó bien por el pitón izquierdo, siendo bueno por el derecho. El cuarto fue bueno a menos, pero tuvo cosas buenas. Con este lote Fernando Robleño solo estuvo voluntarioso esperando de él mas sobretodo en su primero. En el cuarto firme y dispuesto, pero repito que se espera mucho mas de este chaval.

El segundo no tuvo largo recorrido pero se empleó, y el quinto se paró. Serafín Marín estuvo mal con el segundo. Sin colocación. Al hilo siempre. Sin cruzarse. Estuvo sin estar y cosechó indiferencia. Un poco mas voluntarioso anduvo en el quinto hasta que se paró.

El tercero, con un pitón derecho bueno y un izquierdo con carbón, hasta que se paró. El sobrero sexto se dejó por el derecho. Por el izquierdo regañó, y luego se puso imposible. Luis Bolívar realizó una faena muy discreta al tercero, y en el sexto la gente se metió con él por mala colocación, quiso hacerlo bien, pero ya no pudo combatir las asperezas del respetable, sin obtener comunicación.

En palos saludó Adrada en el tercero, por dos buenos pares.

¡Aquí paz y allí gloria!