Moura. Archivo
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Lo mas importante de la tarde lo realizó el joven Luis Valdenebro en sus dos actuaciones. No cortó nada por culpa del mal uso de los rejones de muerte, pero el buen sabor de boca que dejó le ameritan para tener ganas de volverlo a ver. En el tercero de la tarde sacó a Escondido un caballo castaño que templa ¡tela! A dos pistas al hilo de las tablas y cosido el toro al estribo templa el viaje del burel con naturalidad pasmosa acoplándose a sus arreones. Con el tordo Mosca consiguió momentos de calidad pues puso tres palitroques, y los tres fueron diferentes. A saber: batiendo deprisa y lejos. De frente y controlando los tiempos del toro conjugados con sus tiempos, y por último un pedazo de quiebro a caballo parado que nos dejó boquiabiertos.
En el sexto bis sobrero del mismo hierro con Truhán fueron las cosas de mas a menos y con Bailarín tuvo la importancia de la ortodoxia y otra vez naturalidad, sin aspavientos ni caballazos.
El triunfador de la tarde Joao Moura falló en las batidas en tiempo de banderillas, con el caballo Perera, que le protestaba de la boca. Batía antes, colocaba fuera de rango. Batidas fallidas, abiertas. No fue la tarde de este caballo, ni tampoco de Diestro. En realidad no se acopló en esta actuación el portugués.
Tampoco anduvo muy fino en el cuarto toro con Aquiles. Pasó los dos primeros palitroques, pero en el tercero el caballo no le aguantó en el tercio el arreón final del toro y se le fue el caballo, cuando le cambió el terreno si funcionó el envite. Tuvo suerte al meter el hierro que hería de muerte y le regalaron una oreja, los berbeneros domingueros de Las Ventas.
Quien tiene que hacer examen de conciencia es Andrés Romero, que ha pegado hoy en la plaza mas importante del mundo un petardo avisado con pitos por el respetable (ese mismo, dominguero y verbenero) ¡Como estaría el chaval! Fallaba las banderillas, no le cogía las distancias. Clavaba en los costillares. Ponía las banderillas por correo postal. Se dejaba tocar los caballos, se abría en los embroques. En fin salvo el detalle de parar los toros con el Marsellés, y un palitroque o dos puestos con mejor tono, lo demás fue para replantearse volver a la escuela.
La corrida de Benitez Cubero, bien presentada y dejándose ampliamente. Con toros buenos, primero, tercero y sexto.
¡Aquí paz y allí gloria!
1 comentario:
Sin querer enmendar la crónica del Maestro Hervás, que ha escrito fielmente lo que ha pasado hoy en las Ventas, yo creo haber visto un gran fallo en Andrés Romero: los caballos se le iban de la mano, pienso que falta de doma. Han protestado mucho y algunos han hecho lo que les han dado las ganas.
Saludos
Publicar un comentario