FERIA DE ABRIL. PEREDA, quinto se dejó, sexto manejable. UCEDA, aviso y silencio y silencio. FERRERA, aviso y silencio y oreja. BARRERA, silencio y aviso y silencio.
ENFISEMA PULMONAR
Por Agustín Hervás
El cuarto toro no podía respirar, en realidad el cuarto toro pedía a bufidos que lo dejaran en paz, estaba malito, y Uceda, arre que arre. Pasó de porfión a pesado. Seguramente porque no podía respirar, Campano estuvo mal con los palos, sin embargo en ese tercio el toro no se ahogaba. Acudía presto a los banderilleros. Tampoco se ahogó en la primera vara a la que acudió con genio y en la segunda que no queriendo ir, fue y se la tragó. Pero la enfermedad debía estar ahí porque si no, no se entiende que habiendo embestido bien, con la cara abajo, en el quite, luego en la muleta resultara tardo, pasando pero sin entregarse. Se ahoga el animalito.
La corrida de Pereda desigualmente presentada y descastada, sólo el quinto tuvo acometividad. El segundo se partió un pitón al arremeter contra el peto y en su lugar salió un sobrero del mismo hierro, culipollo, sin rematar con descordinación en las extremidades. El primero al rematar en el burladero de cuadrillas tiró un gañafón al aire empitonando a en la cabeza a Ferrera que estaba guarecido. Sin consecuencias mayores.
La tarde no transcurría bien hasta que salió el quinto, muy entipado en Nuñez y con el mismo picante que el encaste acostumbra cuando salen. Ferrera lo dejó crudo en varas para lucirse en banderillas, y lo consiguió. El primer par al remolino aceptable. El segundo citando de lejos y de espaldas para luego quebrar, cuadrar y clavar acertadamente, muy bueno. El tercero al quiebro en el tercio, recortado después de clavar, bueno. El tercio del toreo a cuerpo limpio, emocionante y espectacular. El publico a favor. La primera tanda con la derecha se la traba con bondad echando la cara abajo. Otra más embistiendo con menos fiereza y luego otra metiéndose con el antes de que se viera a menos. Con la izquierda probó sin resultado óptimo, volviendo a la derecha para elevar el interés del respetable. Sin embargo debió haber hecho otro esfuerzo más por el izquierdo ya que cuando el toro embistió con más claridad fue en el tercio. Tardó en cuadrarlo porque el burel no había sido dominado. Media despegando los pies de la arena a manera arrebolada, circense. En su primer toro Ferrera que no había brillado en banderillas puso en la muleta más voluntad que eficacia, dio un mitin con la espada y el toro se echó sin matar.
Antonio Barrera buscaba el triunfo pero no lo encontró, en el tercero de la tarde por culpa del toro y en el que cerraba plaza por culpa del torero. El torero que busca el triunfo debe querer en primer lugar buscarlo y en segundo lugar hacer méritos para obtenerlo. Por ejemplo se me ocurre que en el tercero andándole con más torería y matando bien, aunque el toro no rompiera "palante" y en el sexto, ¡por Dios en el sexto!, un toro manejable aplicando temple, buscando distancia... acoplándose. Si después de que no puede ser, además es imposible, apaga y vámonos.
Con voluntad estuvo Uceda Leal en su primero, voluntad que no tuvo el toro de embestir quedando todo en pinchazo hondo, otro pinchazo, estocada y aviso.
¡Aquí paz y allí gloria!
14 abril 2007
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