24 abril 2007

TODOS ERAMOS CESAR

FERIA DE ABRIL. TORRESTRELLA: descastados. RINCON: silencio y dos orejas. PONCE: silencio y al tercio. CORTES: silencio y saludos.

TODOS ERAMOS CESAR
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Todos aplaudimos a un torero de casta cuando con las dos orejas daba su ultima vuelta al ruedo en La Maestranza este torero colombiano que vino a decir una tarde de mayo en Madrid, el toreo. Luego en esa temporada fueron cuatro tardes y ya Rincón se instaló entre nosotros. Hoy nos decía adiós y nosotros le tocábamos las palmas. Él aún conmocionado por la voltereta las agradecía con esa sinceridad y humildad que solo los del sur de América saben hacerlo. Se fue Rincón de Sevilla y se fue con una faena de casta torera y pundonor. De eso que muchas generaciones nuevas no saben ni que existe. Lloraban los colombianos que vinieron a verle y a algunos nos pegaron el llanto. Llanto de emoción que no de tristeza. Porque si algo nos ha dado Cesar en su carrera ha sido eso, emoción, que es verbo fundamental en la tauromaquia. ¡O acaso no fue emocionante verlo ponerse encastado, más que el toro, en el cite! ¡O matando a recibir! Gracias que la cosa acabó bien, ¡porque empezó muy mal!, casi al borde del fracaso, o la indiferencia, como le ocurría ayer a Jesulín. El primer toro que había cumplido en varas, acudió a banderillas con reservas que desarrollo en la muleta donde terminó parado como un mulo.

Pero si aquel primer toro de tito Álvaro fue así, peor aún el primero de Ponce que ya en banderillas dijo que nones y en la muleta más malo. Luego el quinto dentro de su sosería se dejó y Ponce, muy técnico, ¡pues como es!, hilvanó bien haciendo que el toro embistiera. Se dice que Ponce nunca defrauda y esta era una prueba de lo que se dice.

Salvador Cortés me preocupa. Ya ha terminado su feria y se va sin decir nada. Nada de importancia. Creo que ha dicho por ahí que después de estar bien las pasadas temporadas nadie lo ha llamado. Debe referirse a contratos. Saben que sostengo aquello de que Sevilla da prestigio y Madrid el cortijo. Pues ya saben lo que le ha pasado a Cortés. Pero mi preocupación es mayor porque me está dando en el caletre que a ver si la cosa de las temporadas pasadas ha sido por la mediocridad que en ellas hubo entre la torería andante, en fin, y ya saben aquello de que en el país de los ciegos el tuerto es un rey. Verán, bien que en el tercero, nada de nada por lo descastado que fue el animal. Pero ¿y en el sexto?. El toro era bueno del principio a la mitad de la faena y luego terminó acabándose, pero en lo que duró es que no pasó nada y Cortés no está en disposición de que no pase nada por su vida. Se quedaba descolocado en cada muletazo por eso no había armonía, que es ligazón, en las tandas, y para más inri no se ajustaba con el toro pareciendo todo muy deslavazado. Total, nada.

La corrida de Torrestrella correctamente presentada menos los terciados toros corridos en segundo y tercer lugar. Muy baja de casta que llegaron a la muleta, parados los tres primeros. Soso el quinto. Bueno de más a menos el sexto y el sobrero cuarto se dejó aunque protestando por momentos.

No puedo terminar sin decir que hoy en Sevilla, ese publico guapo, sevillano y no sevillano, y esa banda de música famosa en el mundo entero, le han pegado una ovación y se han arrancado a tocar, por un par de banderillas del hermano del torero a cabeza pasada. ¡Qué cosas tiene Sevilla!

¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y esa misma banda ha tardado un huevo en volver a arrancarse a tocar tras la cogida de Don César, un poquito de por favor...