23 mayo 2024

TOROS DE EL TORERO, CUANDO LA CASTA ES SEÑA DE IDENTIDAD. MADRID. FERIA DE SAN ISIDRO 2024. PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS.

David Galván con el cuarto toro de El Torero al que le cortó una oreja.


 La casta es algo que no se puede discutir en los toros. Se tiene o no se tiene. La casta que deriva en bravura, o la casta que deriva en la mansedumbre encastada. Y otra cosa es el manso de solemnidad o el manso descastado. La ganadería de ayer en las Ventas fue una ganadería encastada. Toros embistiendo allá donde se les llamaba, con pujanza y con fiereza, cuando no con temple y bondad. De presentación superiores, algunos muy cornalones pero eso tampoco se les discute a los toros bravos, la falta de cuernos si. Los toros de El Torero son los más puros del encaste domecq que existen en la cabaña brava, y los que provienen de las líneas de Aldeanueva, el Raboso, también, todo lo demás es alquimia pura de domecq. Luego esta ganadería es propicia para acudir a ella para refrescar sangre domecq si es que se necesitara... al menos visto lo que hemos visto en Las Ventas, hay casta ahí.

 El primer toro cornalón cumplió en los dos primeros tercios y llegó con viaje e interés a la muleta por ambos pitones. Un toro encastado que fue ovacionado al arrastre. David Galván anduvo sin acople, no acertó con las distancias y acompañó las embestidas más que torear. 

Del cuarto recibió una oreja, un toro que fue mentiroso en varas y que en banderillas propició, con riesgo en la suerte, que saludara Juan Rojas con todo merecimiento por un muy buen tercer par. Luego en la muleta rompió yéndose al engaño de largo. Otro toro encastado que fue aplaudido al arrastre sin merecerlo porque manseó en varas. El de San Fernando anduvo estético, detalloso, con torería, con mucho toreo superficial y poco de fundamento. La estocada fue de oreja.

El segundo un buen mozo con mucha leña en la testuz fue bravo en los dos primeros tercios y en la muleta se dejó con bondad por el derecho y humillando con calidad por el izquierdo, con templado viaje. Algunas palmitas al arrastre. Álvaro Lorenzo anduvo desconfiado, no bajó la mano en el trasteo, porfió y con sosería. Mató mal.

El quinto fue ovacionado al arrastre. Cumplió en varas y fue distraído en palitroques. A la muleta acudía de lejos, con tranco por el pitón derecho pero por el izquierdo tenía más calidad. En general un toro bueno y encastado. El de Toledo anduvo sin ideas. Sin colocación, sin entenderlo. Vamos que se le fue el toro sin torear.

El tercer toro resultó ser un zambombo pero peleó bien en varas, se dolió  en banderillas y fue encastado en la muleta, por el derecho bueno y por el izquierdo pidiendo carné de torero. Con la cara arriba reponía pronto. Ángel Téllez no le cogió el aire por el pitón izquierdo y muy por debajo de las embestidas del animal en el trasteo por el derecho. Mató mal.

El sexto muy bien presentado se dejó en la primera vara y salió suelto en la segunda. En banderillas saludó el Niño de Aravaca por un muy buen tercer par. a la muleta llegó manejable, repetidor y bondadoso. El torero de Mora no se acopló, no le cogió la distancia, no vió al toro por ningún pitón y no fue capaz de ligar. El chaval daba un pase y se iba de la cara del toro, se descubría y eso un toro encastado que ve el hueco se cuela, este se le coló un par de veces y un par de veces que se lo echó a los lomos... y menos mal porque por esos dos revolcones se habla de él, si no hubiera sido ruina para Téllez. Mató mal.

¡Aquí paz y allí gloria!

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