Toros viejos, viejísimos, todos con más de cinco años y hasta cerca de los seis... viejos y pellejos, menos el quinto que fue un zambombo de presentación pero bravo. Cumplió amplio en los dos primeros tercios y a la muleta llegó con claridad y bondad, dejándose bien por el pitón izquierdo y por el derecho fue bueno, embistiendo con tranco. Fue aplaudido al arrastre.
Este toro le tocó a Talavante que comenzó la faena por naturales, muy buenos, leyendo bien las embestidas del burel. Aguantando el tren con el que embestía, ajustados y ligados. Esta faena de Talavante es la mejor faena que yo le he visto. Muy en torero, muy de verdad y muy ortodoxa. Mató de un bajonado y no debieron darle la oreja. No se puede matar en Madrid con un bajonazo y ser premiado porque sienta precedentes luego incorregibles. Pero hoy era otra vez el TONTÓDROMO el que mandaba.
El otro toro de Talavante , el segundo, también de cinco años y seis meses, manseó en varas y arreó en banderillas y en la muleta tuvo cuatro arrancadas y después se acabó mudando a arisco y sin recorrido. Comenzó la faena toreando en redondo de rodillas y estuvo dispuesto y voluntariosos pero sin llegar al tendido. Mató mal.
Ni tuvo el lote, ni fue la tarde de Morante. El primero arisco por el pitón derecho, se fue sin ver por el pitón izquierdo. Abrió con ilusión el de la Puebla pero a la primera tarascada que le pegó el toro, el torero se vino abajo. Mató mu mal y le pegaron una bronca de campeonato.
El cuarto fue bravo en los montados y se dejó en palitroques con la cara arriba, luego se gastó. Voluntarioso Morante que volvió a matar con defecto.
En alguna ocasión lo he dicho. El torero más estético, más elegante y de más torería que hay en estos tiempos, es Pablo Aguado. Las verónicas son de una belleza y estética incomparables, muy, muy sevillanas, y el conjunto de sus trasteos me recuerdan a los de Manolo González y al mismísimo gran Pepe Luis Vázquez. Así fue su quite al tercer toro. Y salió Morante a hacer su propio, a la verónica también, y replicó Pablo por chicuelinas templadas abrochando con media de cartel. Luego se sacó el toro en el inicio de la faena de muleta desde el tercio a los medios con clase de torero caro, y después todo se vino abajo. Mató mal a un toro mentiroso en los primeros tercios que a la muleta llegó arisco y muy descastado.
En el sexto, toro de cinco años y cinco meses, grandón, que terminó parándose de unas embestidas sin malicia pero sin chicha, fue pitado al arrastre y el sevillano que lo había recibido dibujando verónicas angelicales, andándole al toro desde el tercio a los medios, pudo comenzar la faena más o menos y después nada, porfió, le pitaron la porfía y mató mal.
¡Aquí paz y allí gloria!
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