Toro de piedra de Paco Rodríguez
Por Agustín HervásOnda Cero Radio
Novillada picada. Novillos de Guadaira propios para no molestar y triunfar. Gómez del Pilar no tuvo suerte con el lote. Juan Leal demasiado encimista y Roberto Blanco no aprovechó el lote mas potable.
En las discusiones entre partes siempre uno quiere llevar la razón, y la manera de exponer los razonamientos cuenta. En la discusión taurina hay que razonar para llegar al dialogo entre el toro y el torero, pero también hay que aportar razones para convencer. Y en ese dialogo, a veces discusión, la parte cerril se la lleva el toro, y la parte argumental, la tiene el torero. Si un novillero en Las Ventas no sabe dar razones de su toreo. El novillero está perdido en el espacio sideral.
El primero cumplió en varas, quitó del Pilar aseado y Leal de frente por detrás, vistoso y arriesgado. Replica del Pilar con el capote recogido a modo de muleta y por el izquierdo. Con mucha corrección. El novillo se movió en banderillas pero no humilló en los embroques. Se paró el de Guadaira en la muleta y el chaval se puso pesado. Pinchazo, estocada con vómito.
El cuarto, manseó en exceso en varas y se dejó en banderillas. Brindó del Pilar al público, y basó su trasteo en fijar al novillo, a la voz, y metiéndose con el, de tal guisa que después de un pase de colocación hincó los pitones en la arena y se partió el cuerno derecho. Fin de la historia. Estocada.
El segundo justo de fuerzas, no le pegaron en varas, perdiendo las manos con frecuencia. Quite irrelevante de Roberto Blanco. Juan Leal acompañó muy bien las embestidas a un novillo, soso y en ocasiones tardo. Se metió entre los pitones con pobre resultado. Pinchazo perdiendo la muleta. Estocada quedándose en la cara y perdiendo la muleta.
El quinto, empujó en la primera vara pero se fue suelto, en la segunda entrada se quiso quitar el palo. Se deja en banderillas. El novillo sin chispa y el novillero se mete otra vez entre los pitones. Falso argumento para el toreo. Le pitan. Estocada atravesada. Dos descabellos.
El tercero, mas cuajado, se quiso quitar el palo y no humillo en banderillas. En la muleta tuvo recorrido y humillando por el pitón derecho, por el izquierdo se dejó con otro aire. Roberto Blanco anduvo voluntarioso. Pinchazo y estocada caída.
El sexto, más toro, salta al callejón limpiamente. Y Blanco cuando vuelve, le enjareta unas verónicas buenas. En varas no se emplea y en banderillas no humilla ni tiene recorrido. Con la muleta se equivocó pues le quitó la muleta de la cara y no terminó de cogerle la distancia. El de Guadaira, berreaba, se dejaba noble pero sin viaje. El novillero hizo lo que pudo, que supo a poco, y el público le protestó su porfía. Estocada traserita.
¡Aquí paz y allí gloria!
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