PUERTO DE
SAN LORENZO, TOROS DE PREMIO.
Por Agustín
Hervás
Onda Cero
Radio
Los ganaderos
de El Puerto de San Lorenzo son incapaces de criar un toro bravo. Bravo en el caballo,
porque las zarandajas de bravo en la muleta hay que olvidarlas. Un toro bravo
lo demuestra en el caballo. En la muleta pueden valer o no. Y aquí si tienen
suerte estos ganaderos porque rara es la corrida en la que no le salgan dos o
tres de orejas, como hoy, porque López Simón, que confirmaba, se llevó dos, El Cid se llevó uno, y Luque otro por los
menos. Y todos se fueron con las orejas al desolladero.
El toricantano
recibió un volteretón de bienvenida a la responsabilidad en Madrid, de un primero
huido del peto por dos veces, que se fue de la suerte también en las
banderillas. No se amedrentó Simón, se repuso, y se fue al centro del ruedo de
rodillas, y allí lo paró. Inconsciente o valiente, pero se equivocó en el
planteamiento de la faena empleando la técnica del parón y acortar distancias.
El toro se paró y se defendió. Tres Pinchazos dejándose el brazo atrás, y le
suena un aviso. Pinchazo y estocada, descabello.
El
sexto, mal lidiado, como casi toda la
corrida, pero con movilidad en la muleta, un toro de tirar la moneda y no
andarle a media altura. Cuando le bajó la mano por la izquierda fue más
atemperado en el viaje. El chaval brilló más que los compañeros con los que se
acarteló. Por el derecho se rajó. Pinchazo, brazo atrás, aviso, pinchazo,
estocada tendida.
Al Cid le
tocó un segundo muy protestado por falta de fuerzas. Se estrelló con él pues el
animal se caía constantemente. Ni un pase. Mata con corrección. El cuarto un
novillo impresentable para Madrid. Mansito en varas. Se dolió en palos, y
tampoco se le da la lidia que le haga bien. Brinda al público pero oye algunos
pititos. El Cid quiso pararse pero se le
movían los pies. En la segunda tanda bajó la mano izquierda y fue otra cosa. En
la tercera supo perder los pasos para ligar. Con la derecha también ligó. Pero
a la faena le faltó enjundia. Todo muy deprisa. Pinchazo, trasera y tendida.
De Daniel
Luque algunos detalles con el capote en el tercero. Se puso en el centro a
torear de muleta. Una lidia inadecuada le hace ser un toro incierto. Un detalle,
el toro se venia de largo y el torero insistía en cortar los viajes y meterse
en los pitones, no le perdía los pasos. Pincha y una muy trasera. El quinto
toro, otro manso del Puerto, recibe una lidia muy pesada y poco efectiva. Se
dejó ampliamente en la muleta pero se agotó. Nobleza bastante. Estocada caída.
Saludos con protestas.
¡Aquí paz y
allí gloría!
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