El Pere al quite. Fotos de archivo. Conocí a este gran banderillero y mejor persona cuando Manuel Díaz se proliferaba mucho más que ahora por las plazas de La Costa del Sol. Eficaz, inteligente y noble, siempre estaba a su oficio sin olvidar el amparo de su torero y de los demás toreros. Su corazón le servía de carné de identidad.
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