CELO PROFESIONAL

Plaza de Marbella

CELO PROFESIONAL
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

He tenido noticia a través de la Sociedad Española de Cirugía Taurina, de un suceso acaecido en Estepona (Málaga) el pasado día 12 de julio. La información es relativa al celo profesional de Juan Caba, delegado gubernativo en funciones, la tarde en cuestión, en la que expulsó a la totalidad del equipo médico del burladero de callejón asignado en la plaza de toros de Estepona, por no tener los correspondientes pases. Los doctores tuvieron que permanecer toda la corrida en la enfermería.
Según parece, por la mañana, a la hora de verificarse el sorteo, ningún estamento: empresa, médicos, delegado gubernativo, presidencia, asesores; se acordó de este "insignificante" procedimiento de autorización, con lo que a la hora del festejo y cumpliendo su obligación, quizás por exceso de celo profesional, Juan Caba mandó a los médicos a dónde por lógica debería ser su natural lugar de ubicación.
A la semana siguiente tuve la ocasión de conocer personalmente al señor Caba, al que alabé su perfecto control del callejón y su celo en el cumplimiento de sus obligaciones, llamando al orden a un picador que con vehemencia pedía la oreja para su torero.
Sin embargo debe saberse que no es capricho que los médicos tengan un burladero en los callejones de nuestras plazas de toros, y mucho menos que esto sea una prebenda para ver los festejos gratis. A decir verdad es de vital importancia para los doctores ver como se produce la cornada y así establecer un rápido y correcto juicio clínico, para cuando los heridos pasen a la enfermería perder el menor tiempo posible en la exploración y proceder con precisión a la reparación de los traumatismos.
Juan Caba del que no me cabe duda haya entendido perfectamente las explicaciones de los profesionales de la cirugía taurina, tendrá en cuenta para sucesivos festejos esta queja de quienes algún día, y en el ejercicio de sus funciones en una plaza de toros, podrían salvar su vida, como a todas las personas que con la preceptiva autorización se sitúen en el callejón de nuestras plazas de toros.